En el mundo, el 90 % de los embarazos con fístula obstétrica acaban en muerte fetal


La fístula obstétrica es una lesión muy grave del parto que puede ocurrir como consecuencia de un alumbramiento prolongado. Para erradicarla, el Fondo de Población lidera una campaña en la que promueve el acceso a tiempo a atención neonatal de calidad, la asistencia de profesionales con conocimientos de partería y el acceso universal a métodos anticonceptivos.

Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas, la fístula obstétrica deja a las mujeres y niñas con pérdidas de orina, heces o ambas, y a menudo provoca problemas médicos crónicos, infecciones, infertilidad, depresión, aislamiento social y agravamiento de la pobreza. Lo grave, señala el organismo, es que el 90 por ciento de los embarazos con fístula acaban en muerte fetal.

EN QUÉ CONSISTE LA FÍSTULA OBSTÉTRICA

Esta semana, durante la conmemoración del Día Internacional para la Erradicación de la Fístula Obstétrica, una de las lesiones más agresivas del parto, pero que se puede prevenir casi por completo, el Fondo de Población de la ONU, explicó que la lesión consiste en un orificio entre el canal del parto y la vejiga o el recto, causado por un alumbramiento prolongado y obstruido sin acceso a un tratamiento médico oportuno y de calidad.

El organismo recuerda que es fundamental redoblar los esfuerzos para reducir las lesiones y discapacidades maternas y denuncia que los sistemas sanitarios y las comunidades no están haciendo lo suficiente para acabar con este problema. La discriminación de género y la marginación social crean riesgos adicionales, lo que hace que la fístula se dé de forma desproporcionada entre las mujeres y niñas empobrecidas, desatendidas y marginadas.

DISCRIMINACIÓN DE GÉNERO, UN OBSTÁCULO

El Fondo de Población recomienda tres soluciones para prevenir la fístula: acceso oportuno a atención obstétrica y neonatal de urgencia de alta calidad, asistencia de profesionales con conocimientos de partería en el alumbramiento y acceso universal a métodos anticonceptivos modernos.

Además, el organismo subraya que los sistemas sanitarios pueden reducir la fístula haciendo un seguimiento de la prevalencia, corrigiendo las deficiencias en la atención y garantizando el acceso universal a un personal sanitario competente.

Los planes nacionales de salud también deben abordar la discriminación de género y otros factores que hacen que las mujeres y las niñas sean más vulnerables a la mortalidad y las enfermedades maternas. Por último, el Fondo considera que, para acabar con la fístula de aquí a 2030, la meta mundial en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, es imprescindible el liderazgo político y el aumento de las inversiones. N

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