Más de 500.000 colombianos marcharon en varias ciudades del país contra el gobierno de Gustavo Petro
BOGOTÁ.- Por lo menos 500.000 personas protestaron este domingo en las principales ciudades de Colombia, en la mayor manifestación que ha enfrentado el gobierno de Gustavo Petro desde que llegó al poder en momentos en que la popularidad del presidente está en rojo tras veinte meses de gestión.
El variopinto grupo de convocantes incluía organizaciones médicas, la oposición, fuerzas políticas de centro y algunos antiguos aliados que hoy rechazan sus proyectos para estatizar el servicio de salud y algunas iniciativas de reformas, y protestar contra la violencia que no cede pese a las negociaciones de paz con grupos armados.
”Yo voté por el cambio, por Petro, pero seguimos con lo mismo. Marcho porque sigo pensando que Colombia tiene alguna esperanza y quiero a mi país”, dice Martha Estrada, pensionada de 64 años, con un sombrero tricolor en Bogotá.
En la capital la lluvia no detuvo a los manifestantes y decenas de miles avanzaban hacia la Plaza de Bolívar, vecina de la sede presidencial.
Las manifestaciones contra el gobierno tuvieron más o menos 250.000 personas en todo el país, fueron fuertes en su orden en Medellín, Bogotá y Bucaramanga. En las demás ciudades, alcanzando 18 sitios, fueron débiles.
A las marchas se les respetó al máximo como se seguirá…— Gustavo Petro (@petrogustavo) April 21, 2024
“Nos hemos quedado callados mucho tiempo, pero ya no más. La democracia la veo en peligro, porque está buscando hacer una asamblea constituyente por fuera de la ley y quiere imponer las reformas a como dé lugar sin que lo apruebe el Legislativo”, explicó Ildefonso Méndez, de 58 años, quien sostenía un cartel con la frase “yo protejo a mi país”.
Petro planteó la posibilidad de llevar al país a un proceso para reformar la Constitución como una forma de lograr las transformaciones sociales que prometió en su campaña electoral y que el Congreso no ha aprobado. Sin embargo, no es claro cómo sería ese proceso.
“El principal objetivo de las marchas es gritar ‘fuera Petro’ y derrocar el gobierno del cambio. Este proceso ya inició y es un golpe blando que anule la decisión popular por el cambio en el año 2022″, escribió el presidente en X.
“El constituyente es el pueblo que se convoca a sí mismo a decidir sobre lo que no se ha podido resolver en décadas desde los poderes constituidos”, explicó Petro semanas atrás.
Uno de los proyectos de reformas, el de la salud, dividió al país cuando Petro empezó a implementar varios de sus ejes centrales por vía administrativa
Petro llegó al poder en agosto de 2020 como el primer izquierdista en gobernar un país tradicionalmente dirigido por élites conservadoras. Con 60% de desaprobación, según la encuestadora Invamer, el mandatario ha ido perdiendo apoyo de las fuerzas políticas en el Congreso y también en el terreno público, donde suele ser muy activo.
En Cali (suroeste), Medellín (noroeste), Barranquilla (norte), Bucaramanga (noreste) y otras capitales, los manifestantes se sumaron con banderas de Colombia, camisetas blancas y un grito al unísono: “¡Fuera Petro!”
“Marcha de las batas blancas”
Uno de los proyectos de reformas, el de la salud, dividió al país cuando Petro empezó a implementar varios de sus ejes centrales por vía administrativa ante las dificultades de lograr apoyos en el Congreso.
El presidente aspira a reducir la participación de los privados en la prestación de servicios sanitarios, y en los últimos días intervino varias de las entidades que sirven de intermediarias de recursos entre el Estado y los hospitales, para controlar su presupuesto. Expertos coinciden en que el sistema está en bancarrota y debe reformarse, pero algunos cuestionan la manera en que el gobierno pretende hacerlo.
Con el nombre de “marcha de las batas blancas”, los médicos manifestaron su “desacuerdo con el actual manejo del sistema de salud por parte del gobierno”. Según Invamer, el 56% de los encuestados en abril rechazaron que el gobierno “esté interviniendo algunas de las EPS (Entidades Promotoras de Salud) en Colombia para administrar directamente el sistema”.
”Estoy aquí como ciudadano, médico y colombiano. (...) Como médico se ve el deterioro porque no hay medicamentos para dar a los pacientes, porque los pacientes demoran en recibir atención, esperan ahora todavía más para tener turno con un especialista”, relata el doctor Julio Rivero, de 35 años, en Bogotá.
”El gobierno ha generado más problemas que soluciones (...) y la población joven incluso no vamos a llegar a jubilarnos”, asegura Andrés Amaya, un abogado de 23 años en Bogotá.
Manifestantes en distintas ciudades llevaban pancartas alusivas a la inseguridad, y a la violencia de las guerrillas y de los narcos. La ambiciosa política de “Paz Total” con la que el gobierno aspira desactivar seis décadas de conflicto armado sufre reveses. Sus detractores rechazan las concesiones que reciben los grupos armados en medio de las negociaciones de paz, pese a las frecuentes violaciones a lo pactado en las mesas de diálogos y las pocas muestras de voluntad de deponer las armas. Las negociaciones con los rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y los disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han sufrido varias crisis por asesinatos, secuestros y ataques a la fuerza pública.
Un 70% de los colombianos cree que el país está “empeorando”, según Invamer.
Las protestas llegan además en medio de una crisis hídrica debido a una grave sequía. El fin de semana volvieron las lluvias, pero no han sido suficientes, según autoridades. El presidente ha sido criticado por tardar en tomar medidas como el racionamiento. El 15 de abril ordenó suspender la exportación de energía a Ecuador.El viernes decretó un “día cívico” con la solicitud de ahorrar agua y energía y “salir este fin de semana a sitios de otras cuencas hidrográficas para disminuir la presión de consumo” en Bogotá.
La medida fue vista por algunos críticos de Petro como un golpe a la convocatoria de protestas de hoy domingo.
Agencias AFP y AP