Las mujeres no salvaron a Kamala Harris

Mujeres se reúnen frente a una bandera estadounidense antes de un mitin de Kamala Harris en Wisconsin, el 30 de octubre de 2024 (ROBERTO SCHMIDT)
Mujeres se reúnen frente a una bandera estadounidense antes de un mitin de Kamala Harris en Wisconsin, el 30 de octubre de 2024 (ROBERTO SCHMIDT) (ROBERTO SCHMIDT/AFP/AFP)

Su apoyo era necesario, pero no fue suficiente: la demócrata Kamala Harris no logró movilizar a las mujeres tanto como esperaba en las presidenciales estadounidenses, a pesar de una campaña muy centrada en el derecho al aborto y a un adversario con una retórica machista.

Los sondeos a boca de urna realizados por la CNN dan a Harris una ventaja de ocho puntos entre las mujeres votantes, casi la mitad que la obtenida por el candidato demócrata de hace cuatro años, el actual presidente Joe Biden.

El republicano Donald Trump, por su parte, amplió su ventaja entre los hombres, con 13 puntos de ventaja sobre su rival, frente a los 8 de 2020.

Las mujeres no son un electorado "monolítico", señala Sabrina Karim, profesora de la Universidad de Cornell. Las cifras de la CNN muestran que Harris tiene una ventaja abrumadora entre las mujeres negras, mientras que su rival republicano tiene ventaja entre las blancas.

"Las preocupaciones (de las votantes) son multifacéticas", insiste la experta. "El fuerte énfasis de la campaña de Harris en el aborto animó a algunas mujeres a votar, pero ese tema por sí solo no fue suficiente para reunir a un grupo diverso" de mujeres votantes.

- Inmigración y economía -

Nathalie Feldgun, una abogada radicada en Nueva York, cree que ya era hora de que Trump volviera a la Casa Blanca.

"El país ya no tiene fronteras. Ya no es un país", dice esta votante, sensible a la virulenta retórica antiinmigración del republicano.

Los aspectos económicos, obviamente, influyeron: en muchos hogares son las mujeres las que hacen la compra y las que, por tanto, han notado el repunte de los precios de los productos cotidianos.

"Tengo cinco hijos y la economía va mal desde hace tres años y medio (...) Estoy aquí porque quiero un cambio", dijo el 27 de octubre Tessa Bonet, de 51 años y partidaria de Trump, antes de un importante mitin republicano.

"Trump quiere lo mejor para nosotros, los estadounidenses de a pie", añadió.

La vicepresidenta, que no utilizó el género ni el color de su piel como argumentos de campaña, se apoyó en partidarios como la ex primera dama Michelle Obama, la republicana Liz Cheney y celebridades como la icónica Beyoncé.

Pero ni los vibrantes llamado feministas de la ex primera dama ni el apoyo de la superestrella Taylor Swift impidieron la contundente victoria del candidato republicano, cuya campaña estuvo salpicada de comentarios condescendientes y a veces insultantes sobre su rival.

Presentándose como un baluarte de la seguridad de las mujeres estadounidenses frente a lo que él consideraba una delincuencia fuera de control, prometió que protegería a las mujeres "les guste o no".

- Voto "secreto" -

Trump describió a Harris como una "retrasada mental" que, de llegar a la presidencia, sería "un juguete" para otros líderes mundiales.

Una estrategia de último minuto del bando de Harris de apostar por el voto "secreto" de las mujeres votantes que viven en hogares conservadores fracasó.

En un reciente video muy comentado, un grupo de apoyo a la demócrata mostraba a una mujer votando a Harris a escondidas de su marido trumpista. "Nadie lo sabrá", dice la actriz Julia Roberts, que actúa como narradora en el clip de 30 segundos, antes de que el hombre pregunte: "¿Has hecho la elección correcta?". "Por supuesto cariño", responde su esposa, tras intercambiar una sonrisa cómplice con otra mujer en el centro de votación.

"Era una idea atractiva, pero ahora sabemos que era una ilusión", afirma Alex Keena, profesor de Ciencias Políticas en la Commonwealth University de Virginia.

"La dinámica de género (en estas elecciones) no se limita a las mujeres, también existe el atractivo masculino de Trump para diversos grupos de hombres", dice Karim.

Los sondeos a boca de urna, por ejemplo, muestran que el republicano tomó la delantera entre los votantes hispanos, mientras que hace cuatro años Biden lo había superado ampliamente entre este electorado.

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