Una mujer quería adoptar a una perra en un refugio de Florida. Cuando no la dejaron sacó una pistola

La policíade Tampa está investigando un intento de adopción animal que terminó de forma violenta en un refugio de animales.

Agentes de la policía de Tampa respondieron a un reporte de agresión agravada alrededor del mediodía del sábado, 24 de agosto, según un comunicado del departamento. El intento de adopción fue subiendo de tono cuando se desató un altercado entre dos mujeres, de las cuales una terminó sacando un arma de fuego, dijeron las autoridades.

“En todos los años que llevamos en este trabajo de rescate, nunca hemos tenido que lidiar con algo tan traumático y peligroso como lo que sucedió hoy”, dijo el mismo día en Facebook la agencia Rags to Riches Animal Rescue Inc., de Tampa.

De acuerdo con declaraciones hechas por el centro de rescates, se celebraba un evento con un potencial nuevo dueño de una perra a su cuidado que necesita una silla de ruedas, pero cuando los empleados le negaron la adopción, la mujer se enfureció, se tornó físicamente violenta con los empleados y trató de todos modos de llevarse la perra.

“Esta mujer premeditó robarse la perra si el proceso de adopción no se concretaba”, dijo la agencia. “Nada de esto hubiera ocurrido si hubiera aceptado un ‘no’ como respuesta y se hubiera marchado. Sin embargo, lo que hizo fue causarle daño a varias personas y que todos temiéramos por nuestras vidas”.

En determinado momento durante el incidente, la mujer se dirigió a su automóvil y regresó con un arma de fuego, dijo la agencia de rescates.

La policía dijo que el arma fue incautada como evidencia.

“Como siempre hacemos, estamos comprometidos a detener a los sospechosos y hacerle justicia a las víctimas”, dijo el departamento en un comunicado.

Hasta el momento, no se ha efectuado ningún arresto, en tanto la investigación sigue en curso.

En cuanto a la perra, el centro dijo que no parece haber sufrido ningún daño físico, aunque sí parece estar nerviosa y dentro de poco será examinada por veterinarios.

Traducción de Jorge Posada