Encarcelada por perturbar a sus vecinos con sus actividades sexuales

Durante dos años, Tanya Saylor resistió hasta el límite. Junto con ella, su esposo (enfermo terminal) y sus cinco hijos – de entre 9 y 17 años- han tenido que soportar una vecina ruidosamente desconsiderada y agresiva.

image

Amanda Warfel. (Foto: cárcel del Condado de York)

La mujer, Amanda Marie Warfel, de 25 años, se declaró culpable en abril por conducta desordenada y acoso en la localidad de Red Lion, Pennsylvania, según documentos de la acusación. Ahora cumple condena en una cárcel local.

“Ella ha acosado a mis hijos durante dos años”, dijo Saylor al USA Today. “Lo dejamos pasar por dos años…. No debería haber dejado pasar tanto tiempo. Debería haber empezado a llamar a la policía hace un año.”

Era tal la situación que Saylor incluso llegó a darle auriculares a dos de sus hijas a la hora de dormir, pues ambas comparten una habitación contigua a Warfel. La música alta, los sonidos sexuales y las amenazas a veces duraban hasta las tres de la mañana.

La primera vez que Warfel molestó a la familia, Saylor le tocó a la puerta, pero no sirvió de nada. Al contrario. La mujer comenzó a amenazar a sus hijas. Cuando estaba teniendo relaciones sexuales, las describía lo suficientemente alto como para que las niñas oyeran, aseguró la madre.

El 28 de febrero alrededor de 23:15, Warfel hizo “comentarios racistas” e ignoró las peticiones de la familia de bajar su música, de acuerdo con documentos de la acusación. Una de las hijas de Saylor, de raza negra, quien estaba tratando de dormir, de nuevo le pidió Warfel que bajara la música, y Warfel supuestamente respondió con insultos racistas.

El 21 de marzo, Warfel “fornicaba en voz alta y golpeaba en su dormitorio en tal medida que la cómoda de las víctimas y su propia cama se sacudieron”, indican los declaraciones.

Un miembro de la familia llamó a la pared común para pedirle tranquilidad, pero Warfel gritó y el ruido se hizo más fuerte.

Saylor aseguró que su familia es tolerante, pero la conducta de la mujer comenzó a perjudicar el desempeño de sus hijos en la escuela. Al no poder dormir, a veces llegaban tarde. En dos ocasiones, la policía estatal escribió notas para eximirlos de su retraso.

La gota que colmó la copa se produjo cuando una de las hijas, enferma de cáncer, fue puesta en cuarentena en enero después de recibir tratamiento. La joven se quedó en la habitación durante 10 días porque “tenía que estar aislada allí”, dijo Saylor.

Durante ese tiempo, Warfel tuvo relaciones sexuales “sin parar, asegurándose de que mi hija escuchara”, relató. “No podía hacer nada”, contó la madre. “No podía estar cerca de ella, nadie podía.”

A pesar de ser vecinas, la madre no se cruzaba con Warfel, quien al parecer pasaba mucho tiempo dentro de su casa. La primera vez que la vio fue durante una audiencia preliminar en abril.

Warfel está encarcelada en la prisión del condado de York y será puesta en libertad el 20 de junio, pero entonces deberá enfrentar otra audiencia por el incidente de marzo.