La primera mujer en dirigir un Chick-fil-A en Miami-Dade es de Hialeah. Conoce a esta exitosa latina

El éxito profesional de Cynthia Bowles es parte del legado familiar que hoy está perpetuando.

Sus padres, de origen cubano, emigraron a Miami en la década de los 80 y más tarde abrieron el restaurante de mariscos Orlando’s Seafood, ubicado en NW 37th Ave.

La experiencia comercial y las enseñanzas familiares la prepararon para su rol en la comunidad de Hialeah como la primera mujer en ser la administradora de un restaurante Chick-fil-A en Miami-Dade.

Fue hace tres años, en plena pandemia, que abrió las puertas de la primera franquicia de la cadena en Hialeah, ubicada en 1600 W 49th St., el mismo corredor comercial de la Calle 49 donde su padre, Orlando Gay, décadas atrás comenzó su exilio vendiendo frutas y viandas.

Hace tres años, específicamente el 3 de diciembre de 2020, en plena pandemia, abrió las puertas el primer Chick-fil-A en Hialeah, el único totalmente bilingüe del país. Sus dueños Cynthia y José Bowles recuerdan ese momento
Hace tres años, específicamente el 3 de diciembre de 2020, en plena pandemia, abrió las puertas el primer Chick-fil-A en Hialeah, el único totalmente bilingüe del país. Sus dueños Cynthia y José Bowles recuerdan ese momento

Una de las características distintivas que tiene este local de comida rápida es que sus letreros, así como sus menús y demás señalizaciones están escritos en español y en inglés, un claro recordatorio al comensal de la ciudad donde se encuentra.

Bowles entiende la importancia de utilizar el idioma nativo de la comunidad de Hialeah, ciudad que tiene la mayor concentración de cubanoamericanos en Estados Unidos, además de ser la municipalidad con la mayor presencia de hispanos per cápita, con 95.82% de su población.

Aunque la corporación de Chick-fil-A no precisó a el Nuevo Herald cuántos locales alrededor del país tienen menús en español, sí destacó, a través de un correo, sentirse “inmensamente orgullosos del extraordinario recorrido de Cynthia. La felicitamos por sus destacados esfuerzos y contribuciones, tanto en Hialeah como en todo el sur de la Florida”.

La dueña de franquicia del primer Chick-fil-A en Hialeah, Cynthia Bowles, atiende a clientes de autoservicio fuera del restaurante que dirige ubicado en 1600 W 49th St en Hialeah, Florida, el jueves 14 de septiembre de 2023.
La dueña de franquicia del primer Chick-fil-A en Hialeah, Cynthia Bowles, atiende a clientes de autoservicio fuera del restaurante que dirige ubicado en 1600 W 49th St en Hialeah, Florida, el jueves 14 de septiembre de 2023.

La más reciente innovación de Bowles ha sido el lanzamiento del primer y único camión de comida (food truck) de Chick-fil-A en el sur de la Florida, además de su establecimiento comercial en la Calle 49.

Su lanzamiento oficial se hizo el 4 de julio durante la celebración que hace la Ciudad de Hialeah en Milander Center con motivo del Día de la Independencia.

Actualmente, el remolque se ubica de lunes a viernes en la sede del Miami-Dade College de Kendall, mientras que los sábados se alquila para fiestas y eventos privados.

De acuerdo con Bowles, el objetivo de este food truck es brindar servicio a las comunidades de Hialeah Gardens y Miami Springs, áreas del condado a la que Chick-fil-A aún no ha llegado.

Un legado familiar al servicio del público

Bowles ha estado involucrada en el servicio de atención al cliente desde muy joven.

Sus padres tenían un puesto de venta de pescado en Miami y luego alquilaron un local en la NW 37th Ave. que se convertiría en el restaurante Orlando’s Seafood.

Orlando Gay, propietario de Orlando’s Seafood, presentó un plato de mariscos en su restaurante en NW 37th Ave. Gay fue ejemplo del éxito, comenzó vendiendo mariscos en su camión hasta administrar un restaurante y un mercado de mariscos, Miami FL. El viernes 29 de junio de 2001
Orlando Gay, propietario de Orlando’s Seafood, presentó un plato de mariscos en su restaurante en NW 37th Ave. Gay fue ejemplo del éxito, comenzó vendiendo mariscos en su camión hasta administrar un restaurante y un mercado de mariscos, Miami FL. El viernes 29 de junio de 2001

La experiencia juvenil de trabajar en un negocio familiar le permitió a Bowles aprender “lo que es trabajar duro, el amor de este trabajo (...) una labor de amor para servirle a las personas”, precisó la empresaria de 42 años.

“Yo trabajaba allí todos los días, después de la escuela”, recordó Bowles. “Los vi de cerca trabajar todos los días vendiendo pescado y ahora tengo un negocio familiar con mi esposo”.

Durante 10 años, Orlando’s Seafood fue parte de su dinámica de vida. Pero no siempre estuvo dedicada al rubro de los servicios, aunque sí tenía claro que su labor era prestar apoyo a la comunidad.

La empresaria tiene un hermano menor con síndrome de Down. Esta circunstancia la motivó a poner en práctica lo que aprendió en la Escuela de Negocios en la Universidad Internacional de Florida (FIU) para hacer una diferencia en la vida de personas con discapacidades.

Al terminar su carrera, Bowles trabajó en Best Buddies International, una organización sin fines de lucro donde ayudaba a personas con discapacidad.

Fue allí donde conoció a su esposo, José Bowles, con quien tiene seis años de casada y un hijo de cuatro años, Benjamin.

“Trabajé durante 15 años en una organización internacional para ayudar a que las personas con discapacidad pudieran progresar en sus vidas, hasta que mi esposo conoció a otros ‘operadores’ de Chick-fil-A y me dijo: ‘tienes que leer sobre ellos’ ”, relata Bowles.

Así comenzó un camino de dos años de entrevistas y aprendizaje que le permitieron ser seleccionada para afrontar este nuevo reto.

“Una de las razones por las cuales me motivé a ser operadora (dueña) de un Chick-fil-A es por la visión que la cadena tiene. Para ellos es importante que la persona que tenga uno de sus restaurantes sea creadora de cambio, ayuda, apoyo, un impulso para la comunidad“, puntualizó Bowles.

La cadena eligió a Bowles para establecer la primera franquicia en Hialeah, la Ciudad que Progresa, donde ella nació y creció.

“Para mí es un orgullo estar aquí, todas las personas que viven en esta ciudad trabajan duro, vienen a emprender y a que sus hijos estudien”, dijo Bowles. “Para mí significa mucho estar en Hialeah, porque estas familias son igual que la mía, han trabajado mucho para darles un futuro a sus hijos”.

Servicio de atención al cliente a departamentos de Hialeah

La mentalidad de atención al cliente que trae este matrimonio a su local Chick-fil-A de Hialeah, centrada en el público, les ha permitido tener el respaldo de la comunidad e incluso del Ayuntamiento que ha recibido capacitación en esta materia.

Rick Pérez, el cronista digital que muestra la mejor cara de Hialeah a través de su cuenta de Instagram @HialeahLove1925 comentó a el Nuevo Herald que, si bien “no suelo hacer historias sobre cadenas nacionales, la de Cynthia (Bowles) me conmovió. Apenas me enteré que iba a haber un Chick-fil-A en Hialeah quise conocerlos y desde entonces he visto su éxito, su apoyo en la comunidad y su expansión”, comentó.

Para Pérez la historia de la emprendedora ilustra el significado del progreso en Hialeah. “Su papá vendía frutas en esta calle donde ella ahora tiene su propio local. Si eso no es superación, ¿qué lo es?”, se preguntó. “Ahora además del local de comida rápida, tienen el primer carrito bilingüe de Chick-fil-A”.

El apoyo que brinda el local a la comunidad de Hialeah incluso ha llegado a las esferas de la administración municipal: el matrimonio Bowles ha dictado sesiones de entrenamiento a empleados de la ciudad para mejorar el servicio al cliente de varios departamentos.

El enlace entre el sector público y la empresa lo hizo William Sánchez, director de Parques y Recreación, quien les pidió un entrenamiento para su equipo y luego le comentó al alcalde Esteban Bovo Jr. lo logrado.

Sánchez dijo a el Nuevo Herald que conoce a José Bowles desde mucho antes de que abriera el local de Chick-fil-A, por su trabajo en mercadeo y servicio al cliente, por lo que consideró oportuno que su equipo de trabajo en la administración local recibiera formación en esta materia.

“José nos dio entrenamiento a los directivos primero y después a los supervisores. Es una cosa bien linda el servicio que ellos ofrecen”, dijo Sánchez. “Él nos recordó lo importante que es tener una buena actitud frente al cliente y compasión por los empleados. Esto nos ayuda a tener un ambiente más agradable”.

De acuerdo con Sánchez, Chick-fil-A no solo se concentra en vender pollo, sino en ser “el mejor restaurante de comida rápida a la hora de atender al público”.

Desde el día de la capacitación Sánchez dijo haber notado mejorías entre su equipo y el trato con los residentes.

José Bowles indicó que creó tres sesiones de entrenamiento para diferentes departamentos de Hialeah.

“Les hice una capacitación basada en el servicio de Chick-fil-A, en cómo podían mejorar el servicio al cliente en la ciudad”, explicó José Bowles.

Con un personal que supera los 120 empleados, la familia Bowles tiene una misión: ayudar a sus empleados a superarse, a convertirse en líderes y proyectar su potencial.

Cynthia Bowles, dueña del primer Chick-fil-A en Hialeah junto a su equipo detrás del mostrador del local, ubicado en 1600 W 49th St en Hialeah, Florida, el jueves 14 de septiembre de 2023.
Cynthia Bowles, dueña del primer Chick-fil-A en Hialeah junto a su equipo detrás del mostrador del local, ubicado en 1600 W 49th St en Hialeah, Florida, el jueves 14 de septiembre de 2023.

Este local es uno de los 2,600 restaurantes de Chick-fil-A. Fue el primero en Hialeah, aunque próximamente la marca abrirá un segundo restaurante en la ciudad, perteneciente a otro empresario.

“Una de las cosas más lindas de Hialeah es que cualquiera puede llegar aquí, incluso sin saber inglés, a proveer para sus familias y darle a sus hijos educación”, indicó Cynthia Bowles. “Es una ciudad que apoya a quienes empiezan por primera vez en este país y nosotros queremos que nuestros empleados se sientan valorados, vean que nosotros queremos que se superen”.