Muere Romero Deschamps, jefe sindical que se convirtió en emblema de la corrupción en Pemex

Imagen de archivo. Carlos Romero Deschamps, exlíder del sindicato de trabajadores petroleros de Pemex, pronuncia un discurso durante el 80 aniversario de la expropiación de la industria petrolera mexicana en Ciudad de México

CIUDAD DE MÉXICO, 20 oct (Reuters) - Carlos Romero Deschamps, el controvertido exlíder sindical que representó a la plantilla de Pemex durante 26 años y fue forzado a renunciar en 2019 tras ser señalado como símbolo de la corrupción en la petrolera estatal, murió a la edad de 79 años, dijeron el viernes funcionarios.

Como un incondicional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el partido que dominó México durante el siglo XX, Romero Deschamps usó sus conexiones para convertirse en un influyente agente de poder y acumular una riqueza que, muchos dicen, fue mal habida.

El final de su larga carrera sindical llegó con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y con las promesas del mandatario izquierdista de limpiar al país de corrupción y sacar de las ruinas a la petrolera estatal.

Romero Deschamps se vio forzado a renunciar cinco años antes de que concluyera su sexto mandato al frente del sindicato petrolero, en medio de una investigación por presuntos desvíos millonarios desde la empresa estatal.

Pero su carrera política no se limitó a Pemex. Desde 1979 tuvo presencia en el Congreso mexicano, en donde fue diputado federal en tres ocasiones y senador en dos más, todas ellas bajo la bandera tricolor del PRI.

PEMEXGATE

Contador de profesión, Romero Deschamps nació el 17 de enero de 1943 en el puerto de Tampico, en el estado Tamaulipas, sin embargo, comenzó su controvertida carrera en Hidalgo, un estado situado al centro del país.

En 1993 ganó el liderazgo del gremio petrolero y desde allí ejerció un poder considerable en el Gobierno, pues sabía ampliamente que los impuestos que pagaba la empresa llegaron a representar hasta un tercio de los ingresos federales.

El otrora poderoso sindicalista resistió numerosas sacudidas en las que cayeron algunos de sus pares, incluido un episodio en 2013 en el que Elba Esther Gordillo, que dirigía al sindicato del magisterio, fue detenida y encarcelada por supuestos actos de corrupción y enriquecimiento ilícito.

Uno de sus mayores escándalos llegó en el año 2000, cuando Romero Deschamps fue acusado de ayudar a desviar 1,500 millones de pesos (unos 82,500 dólares) de las cuentas de Pemex a la campaña presidencial del entonces contendiente del PRI Francisco Labastida.

Más tarde, una auditoría gubernamental reveló anomalías por unos 2,300 millones de pesos (unos 126,500 dólares) y el escándalo fue llamado el "Pemexgate", del que el líder escapó ileso. Otros sindicalistas no tuvieron tanta suerte y fueron apresados y multados.

La riqueza de Romero Deschamps y los lujosos estilos de vida de sus hijos también le valieron muchos titulares no deseados, pues revelaban una gran contradicción con su salario anual reportado de alrededor de unos 23,000 pesos mensuales (unos 1,265 dólares).

Según un informe de mayo de 2012 publicado por el periódico mexicano Reforma, Romero Deschamps poseía un yate de 1.5 millones de dólares que estuvo atracado en el conocido balneario mexicano Cancún, en donde también poseía un departamento frente al mar con valor de 1.3 millones de dólares.

En ese mismo año, su hija Paulina publicó fotos de un viaje a Europa en su página de Facebook que incluía imágenes tomadas en aviones privados y hoteles de lujo junto a sus fieles compañeros de viaje, unos bulldog. La página fue retirada poco después de la red social.

A principios de 2013, medios revelaron que el jefe del sindicato le había regalado a su hijo José Carlos un Ferrari Enzo, cuyo valor era de más de un millón de dólares, y que se sumó a una colección de varios superautos que poseía el joven en su residencia en Miami.

Defraudación fiscal, extorsión y despojo fueron otras acusaciones que se le hicieron Romero Deschamps a lo largo de su carrera, sin que la mayoría de ellas pudiera ser probada.

El viernes, el presidente mexicano expresó sus condolencias a la familia durante su habitual conferencia de prensa matutina, diciendo que "nadie debe desear la muerte (de alguien)".

(Reporte de Dave Graham; Editado por Diego Oré)