Muere a los 86 años el emir de Kuwait y nombran sucesor a su hermanastro

El jeque Nawaf Al-Ahmad Al-Jaber Al-Sabah, durante la clausura de la 25ta Cumbre Árabe, en el palacio de Bayan, en la ciudad de Kuwait, el 26 de marzo de 2014 (Archivo)
El jeque Nawaf Al-Ahmad Al-Jaber Al-Sabah, durante la clausura de la 25ta Cumbre Árabe, en el palacio de Bayan, en la ciudad de Kuwait, el 26 de marzo de 2014 (Archivo) - Créditos: @Nasser Waggi

KUWAIT.- El emir de Kuwait, el jeque Nawaf al Ahmad al Sabah, murió este sábado a los 86 años, tras un mandato de tres años marcado por múltiples conflictos políticos al frente de este país del Golfo Pérsico rico en petróleo.

“Con gran tristeza, lamentamos la muerte del jeque Nawaf al Ahmad Al Sabah, emir del Estado de Kuwait”, indicó un comunicado difundido por la televisión estatal, que interrumpió su programación y emitió versos del Corán.

En noviembre, el jeque Nawaf al Ahmad al Sabah fue ingresado en el hospital “debido a un problema de salud urgente”, según la agencia de prensa oficial KUNA, que no ofreció detalles sobre su enfermedad. Tiempo después fue declarado en estado estable. Habida cuenta de su edad, su salud fue a menudo objeto de preocupación durante su mandato.

Los príncipes herederos de Arabia Saudita, Mohammad bin Salman, y Kuwait, Mishal Al-Ahmad Al-Jaber Al-Sabah, en una imagen de 2021
Los príncipes herederos de Arabia Saudita, Mohammad bin Salman, y Kuwait, Mishal Al-Ahmad Al-Jaber Al-Sabah, en una imagen de 2021 - Créditos: @Amiri Diwan of Kuwait

El jeque Nawaf fue nombrado príncipe heredero por su hermanastro, el jeque Sabah al Ahmad al Sabah, y tomó el relevo como emir tras la muerte de este a los 91 años en septiembre de 2020.

Poco después del anuncio de la muerte del jeque Nawaf, la televisión estatal informó del nombramiento como nuevo emir del príncipe heredero, el jeque Mishal al Ahmad al Jaber al Sabah, de 83 años, y hermanastro del fallecido emir. “El gabinete kuwaití nombra al príncipe heredero, su alteza el jeque Mishal, emir del Estado de Kuwait”, afirmó.

Divisiones

Rico Estado petrolero del Golfo Pérsico, Kuwait está sumido desde hace varios años en una profunda crisis entre los poderes ejecutivo y legislativo, que socava las esperanzas de reformas en el país.

La desaparición del jeque Nawaf y la avanzada edad de su sucesor aumentan las incertidumbres en un país sacudido por las divisiones, incluso en el seno de la familia de los Al Sabah, algunos miembros de la cual acusan a otros de corrupción o de conspiración.

La Constitución de Kuwait indica que el soberano deber ser un descendiente del fundador del país, Mubarak al Sabah. Pero durante mucho tiempo se respetó una tradición de alternancia entre las ramas familiares de los Salem y de los Jaber. El antiguo emir jeque Sabah, de la familia de los Jaber, puso fin a esta tradición al nombrar como príncipe heredero en 2006 al jeque Nawaf, también un Jaber, apartando así a la familia Salem.

La pujante Ciudad de Kuwait, centro del poder de la rica monarquía petrolera
La pujante Ciudad de Kuwait, centro del poder de la rica monarquía petrolera

El jeque Nawaf solo fue emir durante tres años, pero estuvo durante seis décadas involucrado en la dirección tumultuosa del país. Ocupó múltiples puestos de responsabilidad en Kuwait, capital de este país de 4,5 millones de habitantes, 1,3 millones de los cuales son kuwaitís.

Fue ministro de Defensa cuando Irak invadió el país en 1990 e igualmente ocupó la cartera de Interior durante el periodo en el que las fuerzas de seguridad kuwaitíes combatieron a los islamistas armados en 2005.

Una carta supuestamente enviada al emir durante la invasión iraquí dijo que Nawaf ordenó a los tanquistas que no abrieran fuego sobre las fuerzas que avanzaban, por razones que aún no están claras. Las fuerzas iraquíes, templadas en años de guerra con Irán, se apoderaron fácilmente del país.

Una fuerza encabezada por Estados Unidos expulsó a los iraquíes en la Operación Tormenta del Desierto. Kuwait nunca publicó las conclusiones de la investigación de las medidas del gobierno durante la invasión.

En la esfera diplomática, mantuvo el statu quo, optando por no mantener relaciones con Israel. Sin embargo, mantuvo relaciones equilibradas con Arabia Saudita e Irán, los dos grandes enemigos regionales.

Con su estilo discreto, logró sobrevivir a la agitada política kuwaití, marcada por las reiteradas disputas entre el gobierno y el Parlamento. A principios de abril, la pequeña monarquía formó su séptimo gobierno en tres años. Unos días después, el emir disolvió el Parlamento y convocó nuevas elecciones legislativas.

El país, uno de los principales exportadores de petróleo del mundo y que posee cerca del 7% de las reservas mundiales de crudo, es un Estado sumamente rico donde la inestabilidad ralentizó las reformas y el desarrollo de las infraestructuras.

Agencias AFP y AP