Muchos estudiantes universitarios no reciben información sobre los riesgos de las drogas

Por Kathryn Doyle (Reuters Health) - Una encuesta revela que los estudiantes universitarios son menos propensos que sus pares que no van a la universidad a que los médicos les adviertan sobre los peligros del abuso de las drogas y el alcohol. Aun así, los estudiantes a menudo se dan atracones con alcohol o conducen después de haber bebido o consumido drogas. De modo que, como los autores publican en JAMA Pediatrics, es preocupante el bajo nivel de información en esta población. Para el doctor Ralph Hingson, del Instituto Nacional para el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo de Maryland, los resultados sorprenden. El autor de una carta de investigación aseguró que existe evidencia sólida de que un examen y una intervención breve en el consultorio reduce los problemas con el alcohol en los jóvenes. Los autores siguieron desde el 2009 a más de 2.000 estudiantes de décimo año de colegios secundarios públicos, privados y parroquiales de Estados Unidos. Los participantes respondieron una encuesta en 2012 y 2013, al año siguiente de la graduación. El 42 por ciento estaba cursando una carrera universitaria de cuatro años, el 25 por ciento seguía una carrera de dos años en una universidad comunitaria y el 33 por ciento no seguía estudiando. El 75 por ciento de los participantes que estaba cursando una carrera de dos o cuatro años había concurrido al médico el año anterior, comparado con el 65 por ciento de los que no estudiaban. Más del 70 por ciento de cada grupo respondió si bebía, fumaba o consumía drogas, pero menos de la mitad de los que seguían estudiando había recibido información sobre los riesgos de esas conductas, a diferencia del 53 a 57 por ciento de los que no estudiaban. Los participantes que consumían drogas (alcohol, tabaco o drogas) de manera regular (seis o más veces por mes) y los que no estudiaban eran más propensos a saber que tenían que reducir o abandonar esas conductas que los que estudiaban. Sólo el 20 por ciento habían recibido esos consejos y a más del 30 por ciento le habían aconsejado hacer más ejercicio, mejorar la alimentación y evitar el embarazo o las infecciones de transmisión sexual. "A pesar de la evidencia de eficacia de las intervenciones breves para reducir el consumo de alcohol, sólo un pequeño porcentaje de adultos jóvenes las recibe durante una consulta médica", dijo Emily E. Tanner-Smith, de Vanderbilt University en Nashville, Tennessee, y que no participó del estudio. Lori A. J. Scott-Sheldon, de Brown University en Providence en Rhode Island, lo atribuyó a la falta de tiempo, de conocimiento o de entrenamiento profesional, además de los problemas de cobertura del tratamiento. FUENTE: JAMA Pediatrics, online 18 de septiembre del 2015