El movimiento parapolicial de Haití reduce la violencia entre bandas: informe

PUERTO PRÍNCIPE (Reuters) - La violencia de las bandas armadas ha bajado "drásticamente" desde la aparición de un movimiento de justicia parapolicial que ha dado muerte al menos a 160 presuntos delincuentes durante el último mes, según un informe presentado el domingo por el grupo local de investigación sobre derechos humanos CARDH.

La situación en el país caribeño sigue siendo extremadamente inestable, ya que bandas fuertemente armadas continúan provocando una crisis humanitaria que ha desplazado a decenas de miles de personas en medio de frecuentes secuestros para exigir rescate, violaciones en grupo, torturas y asesinatos.

El movimiento de vigilancia parapolicial, conocido como "Bwa Kale", comenzó después de que residentes de la capital, Puerto Príncipe, lincharon y quemaron a más de una docena de presuntos miembros de bandas en la madrugada del 24 de abril.

El CARDH dijo que "casi no" habían habido secuestros durante el último mes y contabilizó 43 asesinatos vinculados a bandas, menos que los 146 de las tres primeras semanas de abril.

"Sin hacer un juicio de valor, el movimiento 'Bwa Kale' ha producido en sólo un mes resultados convincentes y visibles; el miedo ha cambiado de bando", afirmó CARDH en el informe. "Tanto los secuestros como los asesinatos relacionados con bandas han disminuido drásticamente".

Bwa Kale, según el CARDH, surgió probablemente de la extrema crueldad infligida por las bandas, la ineficacia del Gobierno, la policía y el ejército y la falta de acción internacional.

El Gobierno y la policía nacional de Haití no respondieron inmediatamente a una solicitud de comentarios.

El Gobierno de Haití solicitó en octubre una fuerza internacional "rápida" para reforzar su policía, pero los países se han mostrado reticentes a apoyar al Gobierno no electo del primer ministro Ariel Henry, que a su vez ha dicho que no se pueden celebrar elecciones justas en la situación de inseguridad actual.

(Reporte de Sarah Morland en Mexico City y Harold Isaac en Puerto Príncipe; Editado en español por Javier López de Lérida)