¿Es mortal el calor en la Florida? Hay una gran diferencia entre las cifras oficiales y el impacto probable

Calcular los daños de un huracán o un incendio forestal es sencillo: basta con sumar el costo de los edificios destruidos, los negocios interrumpidos y los medios de vida perdidos.

En el caso del calor extremo —que se ha apoderado del sur de la Florida y de gran parte del país desde hace meses— es más difícil de calcular, porque el verdadero peligro del calor no está en las casas y los cables eléctricos, sino en la salud humana.

Y según los expertos, es probable que las cifras oficiales no reflejen el panorama completo.

El implacable calor de este verano, que ha batido récords, ha cobrado ya al menos una vida, según activistas y amigos de un trabajador agrícola de 29 años que se desplomó en una granja frutícola de Homestead en julio. Los bomberos de Miami-Dade también han notado un aumento de las llamadas al 911 por agotamiento y golpes de calor en comparación con el verano pasado, que fue menos caluroso. De junio a mediados de julio del año pasado, el departamento recibió 86 llamadas. Este año han sido 99.

Pero los registros oficiales más completos, incluyendo un conteo diario de hospitalizaciones y muertes por calor en el sur de Florida, son más difíciles de conseguir. Los hospitales locales se negaron a proporcionar al Miami Herald su propio conteo de hospitalizaciones y muertes por calor. El estado sí lleva la cuenta de algunos condados, entre ellos Miami-Dade, pero el Departamento de Salud no respondió de inmediato a una solicitud de datos.

Sin embargo, varios médicos de hospitales de todo el condado dicen que no han visto a más pacientes pasando problemas con el calor, a pesar de un batir casi diario de récords de altas temperaturas.

“No he oído hablar de muchas más muertes”, dijo la Dra. Cheryl Holder, directora ejecutiva interina de Florida Clinicians for Climate Action. “Esto es bueno”.

El calor es difícil de medir

Pero muchos expertos, entre ellos Holder, creen que las enfermedades y muertes relacionadas con el calor están casi con toda seguridad infravaloradas, tanto en LA Florida como en todo el país. Uno de los principales motivos es la forma en que el sector médico lleva los registros.

El calor afecta al organismo de muchas maneras, algunas de las cuales los científicos aún están descubriendo. Además de los vínculos directos obvios, como el estrés térmico y la insolación, las altas temperaturas pueden empeorar padecimientos cardíacos y pulmonares, enfermedades crónicas como el lupus, la diabetes y el asma.

Pero cuando alguien es hospitalizado por uno de estos padecimientos que empeoran con el calor, el médico suele registrar solo la enfermedad crónica, no el calor.

“Lo que se consigue es una correlación que nunca prueba la causalidad, o se obtienen cifras poco sólidas”, dijo Holder. “Y parece que no es una cifra importante porque es baja”.

Quizá el mejor ejemplo de la enorme brecha existente entre el número oficial de enfermedades y muertes notificadas y lo que los investigadores consideran un impacto más probable se encuentre en un informe de salud que Miami-Dade encargó el año pasado. La Oficina del Médico Forense de Miami-Dade solo ha registrado oficialmente dos muertes directamente relacionadas con el calor en los últimos cinco años. Pero los investigadores revisaron todos los excesos de muertes en el condado durante ese tiempo y concluyeron que el promedio anual real pudiera ser mucho mayor: 34 muertes... cada año.

Las tendencias a largo plazo de hospitalizaciones, visitas a urgencias e incluso muertes debidas al calor han variado enormemente en la Florida en los últimos años, sin una tendencia clara hasta al menos 2021, el año más reciente en que los datos están disponibles públicamente. También les afectan mucho las tormentas. Después de los huracanes, cuando no hay electricidad y la gente está atrapada en el calor, las hospitalizaciones y las muertes tienden a aumentar.

El estudio de vulnerabilidad al calor en Miami-Dade detectó un promedio de 58 hospitalizaciones y 301 visitas a urgencias al año por enfermedades relacionadas específicamente con el calor. Pero ese tipo de información no se comunica en todos los condados, lo que hace aún más difícil calcular el impacto del calor en la salud de los floridanos.

Pero incluso según la métrica del estado, hay una conexión entre las altas temperaturas y más personas enfermas.

Un reporte de 2015 del Departamento de Salud de la Florida encontró que a medida que la temperatura y el índice de calor aumentaban, más personas visitaban la sala de emergencias por enfermedades relacionadas con el calor como el estrés por calor y la insolación.

“A medida que aumentaron ambas métricas de exposición, las tasas de enfermedades relacionadas con el calor aumentaron significativamente”, dijo el informe estatal.

Y a nivel nacional, las muertes relacionadas con el calor han ido en aumento desde 1990, según datos de los Centros de Control de Enfermedades (CDC) recogidos por The Guardian. El promedio anual de muertes relacionadas con el calor aumentó un 95% de 2010 a 2022, informó el medio.

Otro factor que complica la situación en la Florida: A diferencia de otros lugares, que suelen experimentar el calor extremo en forma de una ola de calor claramente definida, en el Estado del Sol hace calor todo el año.

“Siempre hace calor, hasta cierto punto. Entonces, ¿hasta qué punto la aclimatación va a confundir los datos?”, se preguntó Holder. “Nadie ha estudiado realmente la exposición crónica al calor. Cuando se trata de un calor así, no se dispone de un conjunto de datos considerable en el pasado”.

Y a diferencia de otros lugares, en la Florida hace calor desde hace tiempo. Por eso, la mayoría de la gente tiene casas, autos e incluso lugares de trabajo con aire acondicionado y dispone de medios sencillos para mantenerse a salvo cuando en el exterior hace un calor insoportable.

Estas protecciones preexistentes, y el hecho de que el cuerpo puede aclimatarse al calor, es la razón por la que algunos médicos piensan que la hospitalización y las muertes son relativamente bajas, a pesar del calor récord.

“No solemos ver tantos casos como se podría pensar”, dijo el Dr. Hany Atallah, jefe médico del Hospital Jackson Memorial. “Nuestra población sabe bastante bien qué hacer”.

Recuento de muertes

Contabilizar el peor caso del calor extremo –la muerte– es igual de difícil, si no más, dicen expertos.

Chris Uejio, profesor adjunto de la Universidad Estatal de la Florida (FSU) y autor principal del estudio de vulnerabilidad al calor de Miami-Dade, dijo que un forense solo puede clasificar una muerte como relacionada con el calor si la temperatura corporal central de la persona fallecida es elevada. Eso descarta los cadáveres descubiertos un tiempo después de la muerte.

La clasificación de las muertes por calor también tropieza con el mismo problema que la clasificación de las enfermedades relacionadas con el calor: si alguien muere de una enfermedad o padecimiento agravado por el calor, la enfermedad es la que figura en el certificado de defunción.

Por este motivo, Uejio y otros activistas de la lucha contra el calor en Miami-Dade se asociaron con el Baptist Hospital para celebrar sesiones de capacitación dirigidas a médicos locales con el fin de explicar las conexiones entre el calor y los problemas de salud, así como para capacitarlos en un mejor registro de las enfermedades y muertes relacionadas con el calor.

“Creo que hasta cierto punto se subestima lo extendido y común que es el calor como problema de salud pública”, dijo Uejio. “Sabemos que va a ser una amenaza continua y mayor en el futuro”.

Uejio fue el investigador responsable del nuevo cálculo del promedio anual de muertes por calor en Miami-Dade: 34. Usó un análisis estadístico que tuvo en cuenta todas las muertes de los últimos cinco años y llegó a una cifra mucho más alta que, según él, refleja mejor el costo real del calor extremo en Miami-Dade.

Para ilustrar cómo se subestiman las muertes por calor, consideremos el caso de Efraín López García, un trabajador agrícola de 29 años que se desplomó y murió mientras trabajaba en una granja de Homestead el 6 de julio, cuando el índice de calor alcanzó los 106 grados.

La muerte de López García fue rápida y ampliamente difundida, pero solo gracias a los esfuerzos de la Florida Farmworker Association. Un día después de la muerte de López García, una empleada de la Florida Farmworker Association vio un post en Facebook. Otro miembro del personal, Claudia González, buscó en las listas de miembros de la Florida Farmworker Association para encontrar personas con apellidos coincidentes y los llamó hasta que encontró al primo de López García, quien le dijo que su hermano había estado con López García cuando murió.

“El mismo día que nos enteramos de la muerte [de López García], encontramos a su familia e informamos a la OSHA”, dijo González. “Se trata de conocer a la comunidad. Todo eso habría sido imposible si la comunidad no hubiera acudido a nosotros”.

Si la Florida Farmworker Association no hubiera investigado, es posible que la historia no se hubiera conocido ampliamente. “Son muertes de las que no oímos hablar”, dijo Yvette Cruz, portavoz de la Florida Farmworker Association.

“Creo que se informa muy poco”, dijo Doug Casa, que dirige la investigación sobre las enfermedades causadas por el calor en el Instituto Korey Stringer de la Universidad de Connecticut. “Trabajar en el calor es una de las principales razones para tener eventos cardíacos ... Cuando un trabajador muere en el calor de un infarto, se está registra como un problema cardíaco, no se menciona el calor que lo causó”.

“Si una persona no es ciudadana estadounidense o trabaja aquí ilegalmente, básicamente nunca escuchamos hablar de esos casos”, añadió Casa.

Este artículo sobre el clima está financiado por la Universidad Internacional de la Florida (FIU) y la David and Christina Martin Family Foundation en asociación con Journalism Funding Partners. El Miami Herald mantiene el control editorial de todo el contenido.