Mochilazo en el tiempo

La oleada OVNI que invadió a México en los 50 y 60

Posterior a los primeros reportes OVNI de 1947 en Estados Unidos, los periódicos mexicanos empezaron publicar notas sobre objetos del mismo tipo en el cielo en los años 50. El aumento de casos fue una oleada que llegó a su punto máximo en 1965 siendo el año con mayor número de avistamientos.

Martha M. Callejas

EL UNIVERSAL

En conmemoración del día internacional del OVNI que se celebra cada 2 de julio, Mochilazo en el tiempo dio un salto a la década de los 50, cuando los avistamientos de objetos voladores ocupaban las primeras planas de los periódicos. Varios eventos formaron parte de una oleada de reportes y testimonios que no se había documentado antes, se crearon varias teorías y hasta comida alusiva al fenómeno OVNI.

Estos objetos conocidos entre la población como platillos voladores, platívolos, discos voladores, entre otros, es un tema que resulta difícil de abordar de forma objetiva, ya que está plagada de teorías fantásticas que muchas veces resultan en estafas y noticias falsas que ponen en duda la existencia de dichos objetos.

Sin embargo, los avistamientos de objetos voladores en el cielo donde cientos, incluso miles de personas son testigos es una de las pruebas que, reales o no, se mantienen como una constante en la vida cotidiana de la población.

Las principales fuentes de estos reportes fueron sin duda los periódicos, que daban cobertura a los eventos de los que eran testigos las personas que aseguraban haber visto objetos extraños surcando los cielos.

Muchas de estas notas que cubren el fenómeno OVNI en la década de 1950 era por llamadas directas a las oficinas de los periódicos. Cada que sucedía un evento de este tipo, las líneas telefónicas se saturaban con llamados de personas en estado de crisis obligando a los medios de comunicación a investigar más a fondo sobre el asunto y dejando en la historia noticias que llegaron hasta las primeras planas por el impacto que causaban entre la población.

El tema de los OVNIS en México tiene una visión contrastante entre el humor y las investigaciones científicas que buscaban una explicación a estos eventos, así podemos ver cómo en los años 50 se transmitía el famoso programa "Un mundo nos vigila", conducido por Pedro Ferriz Santa Cruz, a la par de que en los cines se proyectaban comedias musicales que abordaban el tema de los extraterrestres y la histeria colectiva que causaba entre las personas.

Avistamientos reportados en México posteriores al caso Roswell

En 1947, un evento insólito sucedido en el desierto de Nuevo México sería el parteaguas de la creciente ola de avistamientos OVNI en todo el mundo, incluyendo a México.

De acuerdo con los reportes de aquellos años, una supuesta nave espacial colisionó en el desierto de Nuevo México. Este evento abrió el debate sobre la posible existencia de seres extraterrestres en el espacio y en nuestro planeta.

En aquellos informes se describían estos artefactos como "platos volantes", en México se les puso el nombre de "platívolos" o "platillos voladores". Asimismo, a partir de este evento se acuñó de forma oficial el término UFO (Unidentified Flying Object) que en español se traduce como OVNI (Objeto Volador No Identificado); este término se les asignó solo a objetos que no pudiera determinarse si eran un ave o aeronaves como helicópteros, aviones o satélites.

El incidente fue el 2 de julio de 1947; semanas después este diario publicaría los eventos, a través de la agencia United Press, con una nota titulada "Sólo hipótesis sobre los discos voladores" siendo el inicio de una larga lista de notas, tanto nacionales como extranjeras, donde se reportaban objetos voladores en el cielo, desde destellos extraños hasta artefactos metálicos que se mantenían estáticos por tiempo indeterminado en el cielo, para luego desaparecer sin dejar rastro.

La época de los avistamientos OVNI arrancó con una característica carga de psicosis influenciada por la literatura que abordaba el tema, entre ellas podemos mencionar las obras de H.G. Wells y Julio Verne; asimismo, las tensiones que dejaron la recién concluida Segunda Guerra Mundial causaban en la población un estado constante de alerta y temor.

Meses después del avistamiento en el desierto de Nuevo México, en Mexicali y Ciudad Juárez se reportó la aparición de "discos voladores". Los lectores seguían con especial interés estos avisos, pese a que en un inicio se resumían en pequeñas notas para dar seguimiento a estos extraños fenómenos. Entre los aficionados al tema podemos mencionar a un joven periodista Pedro Ferriz Santa Cruz que con el tiempo sería una de las personalidades más importantes en el tema de los OVNIS en México.

Entre los avistamientos con mayor cobertura podemos mencionar el reportado el 18 marzo de 1950, donde se leía en un titular "Un platillo volador se dejó admirar por los metropolitanos". La nota describió que un aproximado de doscientas mil personas observaron el cielo en las banquetas de Avenida Juárez y Madero, según la crónica se podía vislumbrar en el cielo un punto luminoso de forma esférica y su destello era tal que se comparaba como una enorme moneda de plata flotando a simple vista.

El evento causó tal impacto que el tránsito se detuvo por varios minutos sobre las calles antes mencionadas y en entrevistas los transeúntes expresaron temor y molestia por la indiferencia del gobierno y los observatorios ante un evento que era inevitable pasar por alto.

Se montaron varias teorías entre los ciudadanos sobre globos meteorológicos, la presencia de la guerra fría sobre la capital del país y, finalmente, el humor no se dejó esperar haciendo bromas sobre que el precio de los pesos de plata era tan alto que ya volaban sobre la ciudad.

Ese mismo día también se reportaron avistamientos en Cuernavaca, Morelos; Coyuca de Benítez, Guerrero; en la ciudad de Colima; Jojutla, Morelos y en Tampico Tamaulipas. El periódico también dio cuenta de actividad del mismo tipo en Farmington, Nuevo México, Estados Unidos y en Roma, Italia.

Una de las teorías que aportó una explicación más contundente para aquel día lleno de objetos en el cielo fue debido a la liberación de radiosondas que eran lanzadas por los observatorios meteorológicos desde múltiples sedes. Sin embargo, este argumento solo fue teoría provisional para explicar lo sucedido aquel día y el reporte quedó como un testimonio del efecto que causaban en la población la presencia de objetos extraños en el cielo.

Un segundo avistamiento interesante fue cubierto por esta casa editorial en diciembre de 1957, cuando un par de pilotos realizaba un viaje de San Luis Potosí a la Ciudad de México. Según el testimonio del capitán Gilberto de Alba, el oficial Víctor Manuel Mora y la sobrecargo Estela Cruz, se encontraban sobrevolando la ciudad de Querétaro cuando el oficial observó un destello producido por un objeto redondo con un diámetro aproximado de 200 metros.

Al mismo tiempo que el piloto observó el objeto flotando en el cielo, la sobrecargo junto con los dos pasajeros que abordaban la aeronave también fueron testigos visuales.

El capitán Alva mencionó que pudo contemplarlo por más de 20 minutos volando debajo de la altitud acostumbrada para una aeronave, pasó por San Juan del Río y Tula hasta que quedó estático perdiéndose de su campo de visión. Ambos pilotos aseguraban que no podía ser un globo sonda, ni un paracaídas luminoso, ya que los dos vieron cómo se elevaba y aceleraba a miles de pies en cuestión de segundos.

Esta clase de reportes aparecían de forma constante desde el acontecimiento de 1947 en Estados Unidos y se mantuvieron en aumento para la década de 1960.

El año con la más grande oleada OVNI en México

Durante 1965, la idea de que se esperaba una invasión extraterrestre en el país fue dominando la mente de las personas creando así una histeria colectiva nunca vista y dando rienda suelta a un sinfín de teorías sobre la creciente ola de avistamientos OVNI.

Este año en particular se recordaría como el año con mayores reportes de OVNIS en toda la República Mexicana, considerada por la autora Laura Castellanos como el año del "pavor galáctico".

En palabras del experto ufólogo, Pedro Ferriz, durante una entrevista realizada por la periodista y escritora Laura Castellanos, menciona que en realidad no hay oleadas de OVNIS, sino que hay una oleada de reportes. Según su experiencia en el tema, la actividad extraterrestre se mantiene relativamente constante y que aquellas oleadas son más bien temporadas en que las personas son más susceptibles a eventos de este tipo.

Esta teoría del ufólogo ha sido cuestionada por otros expertos como Carlos Guzmán que, según indagaciones hemerográficas realizadas por el investigador, la cantidad de reportes tienen un repunte importante en este año.

Con base en estas posturas, Laura Castellanos hizo una exhaustiva investigación hemerográfica sobre el fenómeno OVNI en México y sobre aquel año para la redacción de su libro "Ovnis: historia y pasiones de los avistamientos en México", publicado en 2009. El producto de la información recopilada lanzó una cantidad considerable de avistamientos por todo el país desde julio de 1965, donde los reportes aumentaron de forma considerable en poblaciones de Guerrero, Sonora, Oaxaca, Aguascalientes, Baja California, Veracruz, Guanajuato, Hidalgo, Morelos, etc.

Una de las fechas con mayor actividad fue curiosamente durante los días festivos de la Independencia de México, causando escenas de pánico en la capital, pues fueron vistos por tantas personas que las líneas telefónicas de los periódicos, la policía y el Observatorio Nacional se saturaron con reportes de gente víctima de la incertidumbre y buscando una explicación a la presencia de aquellos objetos en el cielo.

En ese mismo mes de septiembre sucedió un incidente trascendental dentro de los variados reportes OVNIS en el país, ya que toda la ciudad de Cuernavaca, Morelos, fue testigo del evento.

Tras un apagón se apareció una luz plateada de grandes magnitudes que durante horas iluminó el cielo, luego la luz cambió a rojo. Durante este evento sin precedentes fueron testigos prácticamente toda la ciudad, el gobernador Emilio Riva Palacio, autoridades locales, militares y el mismo secretario de Gobernación, que en ese entonces era Luis Echeverría.

Posterior a este evento, el mismo Echeverría cuando llegó a la presidencia contó su experiencia al periodista Pedro Ferriz Santa Cruz. Según el testimonio del entonces presidente, durante esos días de 1965 se encontraba en Cuernavaca por un viaje familiar y que durante el apagón pudo observar una luz enorme de forma alargada como un lapicero.

Ante la impresionante imagen, el funcionario notificó a su vecino lo que estaba sucediendo, quien era el ideólogo y escritor Jesús Reyes Heroles, en ese entonces director de PEMEX, siendo también testigo del acontecimiento.

Según fuentes de Gustavo Nelin, otro experto en el tema OVNI, recopiló el testimonio de unos trabajadores de la entonces compañía de "Luz y Fuerza del Centro" que habían visto cómo una nave bajó cerca de una subestación cercana al casino "La Selva", en la zona centro de Cuernavaca, y había tomado energía de las instalaciones, causando el apagón masivo de la ciudad de "la eterna Primavera".

La oleada de OVNIS que invadió el país en 1965 pareció haber cedido de tajo por un anuncio peculiar que se dispersó en los medios de comunicación. Se trataba de un evento que sucedería el 1 de octubre dado a conocer por el conductor Paco Malgesto en el programa "El club del hogar".

Este anuncio era un mensaje recibido "telepáticamente" por un pintor llamado Clemente González y que, según su portavoz, Aharon Aray Amath, los tripulantes de los OVNIS provenían de Venus, su tránsito por el país era con fines pacíficos y que harían una demostración de sus habilidades a las 9 de la mañana haciendo flotar los automóviles por medio de energía magnética a manera de despedida. Igualmente, según aquel mensaje recibido, desfilarían 3 mil platillos voladores de la Villa de Guadalupe hasta la glorieta del Ángel de la Independencia.

Este anuncio provocó un caos por toda la Ciudad de México, centenares de ciudadanos, especialmente jóvenes se dieron cita en la Basílica de Guadalupe y en el Ángel de la Independencia. Pasaron las horas y nada sucedió, el anuncio de despedida de los venusinos había sido una farsa.

Para Pedro Ferriz, fue un episodio de desorden y burla al fenómeno OVNI que debía de tomarse como un tema serio y no para difundir noticias falsas; por otro lado, Carlos Guzmán lo vio como una campaña del gobierno para desprestigiar las investigaciones relacionadas con el tema utilizando estrategias similares a las de Estados Unidos para desacreditar la existencia de las naves provenientes del espacio.

No obstante, las posturas que los expertos tuvieron acerca del tema, aquel día quedó en la memoria de los diarios como testimonio de la gran influencia que tenían los mexicanos sobre los OVNIS y los extraterrestres. Curiosamente después de aquel incidente, los reportes de avistamientos disminuyeron hasta quedar en reportes aislados.

Platillos voladores hasta en la mesa

La fiebre de los platillos voladores fue tan grande que incluso podían verse en la comida. La popularidad del pan de caja comenzó a crecer en las décadas de 1950 y 1960, época que coincidió con la oleada OVNI en México y gran parte del mundo. El pan industrial se volvió una novedad que atrajo a las amas de casa porque el tiempo de conservación era más largo que los conocidos bolillos.

Con este nuevo tipo de pan, que se encontraba en las tiendas de abarrotes, se preparan los sándwiches relacionados con la cultura alimenticia de Estados Unidos incluyendo ingredientes más industrializados como las carnes frías y aderezos como la mayonesa.

Una forma de preparar estos bocadillos, que fueron adquiriendo popularidad en los hogares mexicanos de clase media, era utilizando una sandwichera eléctrica, o bien, otras de fácil uso que se colocaban en la estufa, el resultado era un sándwich con forma circular, similar a un "platillo volador".

Este curioso platillo se extendió en México, especialmente en la capital, en el noreste y sureste, abarcando las zonas costeras. Uno de los posibles orígenes del nombre de este tipo de sándwich es por su procedencia norteamericana, donde se les conocían como "flying saucer" que traducido al español es "platillo volador"; asimismo, la forma de prepararlo en estos aparatos se asemejaba a esas misteriosas naves procedentes de otros planetas.

Fue tal la fama de estos sándwiches que adquirieron un lugar en la cultura popular mexicana; una de las referencias más conocidas es su mención en la novela "Las Batallas en el desierto" del escritor José Emilio Pacheco. Mariana, mamá del mejor amigo de Carlos invita al protagonista a merendar sándwiches en su casa. Carlos, acostumbrado a la comida tradicional mexicana, queda fascinado con el sabor y la forma peculiar que tienen.

En la adaptación cinematográfica de la novela titulada "Mariana, Mariana" de 1986, se le da un espacio a esa parte del libro mostrando la novedad de dicho platillo en aquella época.

El descenso de la fiebre OVNI

La carrera espacial llegó a su punto máximo en 1969 con el arribo del hombre a la Luna y el tema de los extraterrestres quedó como una vertiente más relacionada a notas sensacionalistas y teorías de conspiración más propias de revistas que de periódicos.

Aunque los reportes continuaban en las planas, los avistamientos fueron tratados con un punto de vista científico y dando menos cobertura a los testimonios de quienes aseguraban ver OVNIS en el cielo.

No obstante, a pesar del aparente descenso de la oleada de reportes OVNI durante la década de 1970 en el país, el nacimiento de un mito en Tampico, Tamaulipas, llamó la atención de los medios de comunicación.

Desde 1966, esta ciudad costera no ha sido golpeada por huracanes, aún cuando el Golfo de México es una zona propicia donde este fenómeno natural transita y desemboca en varias ciudades de la zona.

Una teoría que explica estos hechos es que, en las costas de Tampico se encuentra una base alienígena; esta teoría fue aumentando en popularidad después de varios reportes de avistamientos OVNI emergiendo "desde el fondo del mar" hasta el cielo.

Así, varias teorías y fenómenos OVNI se fueron situando en noticias locales, recopilándose en revistas de temas insólitos y quedando más dentro del tema de entretenimiento.

Aun cuando el tema de estos objetos voladores se mantiene en constante debate sobre su veracidad, es un fenómeno que desde los avistamientos de Roswell llegó para quedarse en el colectivo popular en busca de teorías y explicaciones científicas.

Fuentes

• Hemeroteca EL UNIVERSAL.

• Ovnis: historia y pasiones de los avistamientos en México, Laura Castellanos. Para consultar el libro seleccione el siguiente enlace.

• El día que la Ciudad de México se paralizó para ver un "desfile" de OVNIs, Edgar Olivares. Código espagueti

• EU investiga desde 1947 ovnis en México, Paul Lara. Un mundo raro, Excélsior.

• Exposición en la UNAM muestra las noticias más curiosas sobre OVNIS en México. UNAM Global TV.