Miyagi se equivocaba, para aprender es mejor no repetir siempre la misma rutina
Un grupo de científicos de la Universidad Johns Hopkins, dirigidos por el investigador Pablo Celnik, acaba de anunciar el descubrimiento de un método que ayuda aprender nuevas habilidades el doble de rápido. ¿El secreto? Obviamente la práctica, ¡pero ojo!, los buenos resultado no dependen tanto de la cantidad de horas que uno le dedique, sino de la forma en que uno se ejercita. Según los autores de este estudio, la clave para aprender una nueva actividad motora el doble de rápido, viene de realizar pequeñas variaciones en el entrenamiento que hagan que el cerebro se muestre más activo durante el proceso de aprendizaje.
[Relacionado: Fármaco para la epilepsia podría ayudarnos a aprender como cuando éramos niños]
Esto sin duda echa por tierra el método del señor Miyagi en Karate Kid, cuando con su famoso y repetitivo “dar cera, pulir cera” nos daba a entender que la simple repetición de una habilidad motora una y otra vez es la mejor manera de dominarla. En cambio, resulta que podría haber una manera más rápida (y más agradable) para subir de nivel.
En palabras del citado Pablo Celnik: “Lo que descubrimos es que si uno practica una versión ligeramente modificada de una tarea que quiere dominar, en realidad se aprende más y más rápido que si siempre se practica exactamente la misma cosa varias veces seguidas”.
Para este trabajo, los investigadores contaron con 86 voluntarios que mostraron interés por aprender a una nueva habilidad. En este caso se les pidió que se ejercitaran para aprender a mover un cursor en una pantalla de ordenador apretando un pequeño dispositivo, en lugar de utilizar un ratón. Se dividió a los voluntarios en tres grupos, que practicaron durante 45 minutos.
Seis horas después de que finalizara la práctica, se pidió a los integrantes de uno de los grupos que repitiran exactamente el mismo ejercicio una vez más, mientras que otro grupo realizó una versión ligeramente diferente que requería una fuerza de opresión diferente para mover el cursor. El tercer grupo únicamente completó la primera sesión de entrenamiento, de modo que se les emplearía como grupo de control.
[Podría interesarte: ¿Quieres esquivar a la demencia? Entonces piensa]
Al final del período de prácticas, todos los voluntarios pasaron un examen de evaluación sobre el grado de perfeccionamiento y velocidad alcanzado en la tarea. Como era de prever, el grupo de control obtuvo los peores resultados. Pero la sopresa vino al descubrir que el grupo que había practicado siempre de la misma forma, obtuvo peores resultados que los que habían mezclado cosas, entrenando nuevas áreas. De hecho este grupo lo hacía el doble de bien que los que siempre repitieron el mismo ejercicio.
¿Cómo es esto posible? Los investigadores creen que tien que ver con un proceso llamado reconsolidación, que hace que los recuerdos almacenados en el cerebro sean recuperados y modificados añadiendo un nuevo conocimiento. Hace tiempo que se suponía que la reconsolidación podría fortalecer las habilidades motoras, pero hasta este trabajo no había podido probarse la hipótesis.
Así que ya sabes, si quieres aprender a tocar el piano, o mejorar tu lanzamiento desde la línea de 3 en baloncesto, échale un poco de imaginación a tus entrenamiento y varía tus rutinas ligeramente a cada sesión. Ya nos contarás si de verdad aprendes a dominar estas artes el doble de rápido.
El trabajo se ha publicado en Current Biology.
[Relacionado: ¿Quieres oír colores o saborear sonidos? La sinestesia se puede aprender]
Me enteré leyendo Sciencealert.