El misterio sobre el origen del gigantesco agujero en Chile crece y provoca una disputa política

SANTIAGO.- El misterioso socavón que se produjo a principios de este mes cerca de una mina de cobre de la cooperación minera canadiense Lundin en Chile pudo haber sido provocado por múltiples factores que deben ser analizados antes de responsabilizar a la compañía por el fenómeno, consideró hoy el presidente de la minera.

“No compartimos esa premura considerando la complejidad técnica que tiene un fenómeno de esta naturaleza. Este fenómeno claramente obedece a múltiples factores a nuestro juicio y para poder dilucidar el origen es necesario analizar todos esos factores”, afirmo el ejecutivo Luis Sánchez.

Sus declaraciones llegan luego de que la ministra de Minería Marcela Hernando Pérez dijera días atrás que varias entidades gubernamentales tomarán acciones contra la minera Ojos del Salado, indicando que existe “sobreexplotación” por parte de la minera que explicaría el origen del fenómeno.

Para Sánchez, las autoridades han basado sus comentarios solo en la presencia de la actividad minera, la que por sí sola no explicaría la formación del agujero de 36,5 metros de diámetro que se produjo en Alcaparrosa, cerca de una de las dos minas subterráneas que forman Ojos del Salado.

“La autoridad ha mencionado que el organismo técnico ya tiene las conclusiones. Nosotros no compartimos aquello en el sentido de que los estudios que deben ser realizados para analizar todos los factores requieren tiempo”, agregó el ejecutivo.

Sánchez precisó que durante los más de 20 días desde que se generó el fenómeno la empresa ha recopilado más de 60.000 datos a través de estudios geofísicos, topográficos, hidrográficos, monitoreos por radar, medición de grietas y monitoreo de forma del socavón. La información recolectada ha señalado que diversos elementos que podrían haber intervenido en que se produzca el agujero.

“Si bien es cierto, todavía no podemos dar a ciencia cierta cuál es la causa, sí podemos indicar a través de esos estudios que hay factores relevantes como es la composición del suelo, episodios climáticos como los del 2017 (aluvión) y las lluvias de julio y por supuesto la actividad minera que se encuentra debajo de ese socavón”, apuntó.

Además recordó que en la zona se registró un aluvión en 2017 y que dos semanas antes de que se generara el socavón se registraron inusuales lluvias por tres días, que representaron más cantidad de agua caída que ese año, el más lluvioso de la última década.

La empresa todavía no ha recibido ninguna notificación oficial de que el gobierno ya haya tomado acciones en su contra.

A mediados de mes, la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) ordenó medidas “urgentes y transitorias” en medio de la investigación de las causas que generaron el enorme agujero en la comuna de Tierra Amarilla, a unos 665 kilómetros al norte de la capital chilena. Pidió también que se comprobaran si los volúmenes de agua extraída históricamente por Mina Ojos del Salado han generado o no un detrimento de acuíferos en el área.

Sin embargo, Sánchez subrayó que el aumento de presencia de agua en la mina ocurrió con posterioridad al socavón.

La mina Alcaparrosa, en cuyos terrenos se produjo el hundimiento, forma parte del distrito Candelaria. Sánchez dijo que el yacimiento solamente representa en 1 y 2% del total de reservas del distrito, por lo que el impacto de la detención de la producción es marginal.

Lundin posee un 80% de la propiedad, mientras que el 20% restante está en manos de las japonesas Sumitomo Metal Mining y Sumitomo Corporation.

Agencia Reuters