El misterio detrás de la selfie que el mafioso más buscado de Italia se sacó con un joven cirujano y que se hizo viral

Messina Denaro
Messina Denaro

ROMA.- A cuatro día del arresto de Matteo Messina Denaro, el hombre más buscado de Italia y considerado el último padrino de la Cosa Nostra violenta, siguen siendo muchas las preguntas sin respuesta.

¿Cuánta gente forma parte de esa “burguesía mafiosa” que lo ayudó a vivir en la clandestinidad durante 30 años?

Quienes lo atraparon, un pool de magistrados y carabineros de un comando especial antimafia, intentan desenmascarar ahora a esa red de cómplices que lo protegió, que incluye al desconocido Andrea Bonafede, el hombre que le prestó la identidad y que compró con su dinero el departamento que fue su último escondite, en el pueblo de Campobello di Mazara, así como masones y médicos que estaban ayudándolo en su lucha contra un cáncer de colon.

Aunque uno de los grandes misterios es por qué Messina Denaro, que fue capturado el lunes al ingresar en una clínica privada de Palermo donde estaba sometiéndose a tratamientos, pese a ser el hombre más buscado de Italia, había bajado la guardia.

No se entiende por qué, si no, el capo de todos los capos, de 60 años e invisible hasta ahora durante tres décadas, se sacó una selfie con un joven cirujano de la clínica de Palermo que terminó siendo su trampa, sonriente, como si nada pasara. ¿Fue un error o una sensación de impunidad después de haberle escapado a la justicia durante tantos años? ¿Cómo pudo el más sanguinario de los llamados “corleoneses” dar semejante paso en falso?

La selfie de Messina Denaro, que se hizo viral, se remonta a un año atrás. Pero comenzó a circular en las redes sociales el lunes pasado, cuando, en lo que fue considerado un hito en la lucha contra la criminalidad organizada siciliana, un operativo del comando especial antimafia de los carabineros logró dar con el criminal más buscado desde 1993. En la imagen, el padrino aparece con camisa, anteojos de sol y relajado.

Detención de Matteo Messina Denaro
Detención de Matteo Messina Denaro - Créditos: @-

El médico de la foto –cuyo rostro sale pixelado y es un joven cirujano–, no quiso hacer declaraciones y, al parecer, entró en una espiral de terror, por su vida y por su futuro profesional, ya que podría ser sancionado con medidas disciplinarias por la clínica.

Pero, más allá de que podría no haber nada de malo en el hecho de que un cirujano se saque una selfie con uno de sus pacientes –en la clínica nadie teóricamente sabía que ese tal Andrea Bonafede era Messina Denaro–, lo más impactante es que el fugitivo se haya prestado a la foto.

“¿Por qué un peligroso prófugo buscado desde hace 30 años en Italia y en el exterior aparece tan desenvuelto y se deja fotografiar junto a un persona que puede usar esa imagen de cualquier manera, mostrándosela a su familia, a sus amigos y compartiéndola en las redes sociales? ¿Por qué Messina Denaro no estaba preocupado por ese teléfono descompuesto que a menudo se vuelven las redes sociales, donde alguien podría haber notado el extraordinario parecido con los identikits del capomafia? ¿Por qué no temía que la selfie hasta pudiera terminar en manos de un carabinero, un policía o un magistrado?”, se preguntó Alfio Sciacca en el Corriere della Sera.

Por lo que pudo reconstruirse en los últimos días, bajo su falsa identidad de Andrea Bonafede, Messina Denaro llevaba en los últimos meses una vida bastante normal. Al margen de ser muy gentil con los demás pacientes de la clínica oncológica de Palermo donde se trataba, a quienes les ofrecía café, como contaron, en el pueblo de Campobello di Mazara, donde tenía su escondite, salía a dar vueltas, yendo al bar y al supermercado. Un comportamiento muy extraño, sobre todo en el marco de un modus operandi mafioso por el cual los capos viven obsesionados, en subterráneos, evitan utilizar teléfonos celulares –Messina Denaro tenía dos– y se comunican solamente a través de los famosos pizzini, mensajes escritos a mano en pequeños pedazos de papel.

Sciacca no descartó que esta actitud relajada, este moverse sin tomar precauciones, haya tenido que ver, quizás, con su enfermedad. “Sin quitarle méritos al trabajo de la magistratura y de las fuerzas del orden, nadie puede prohibir la hipótesis de que quizás, en un determinado momento, el mismo jefe, enfermo y necesitado de tratamientos, haya bajado la guardia, haciéndose más facilmente ‘arrestable’, algo que sólo sabremos más adelante”, apuntó.

Coincidió Michele Santoro, reconocido periodista televisivo, entrevistado por el sitio Open. “No me convence un Matteo Messina Denaro que se hace selfies. O que llega a la clínica con aceite y vino de Castelvetrano para repartir entre médico y enfermeros”, comentó. “Prefiero pensar que lo traicionó su deseo de ser sepultado entre sus olivos”, agregó al subrayar que si el padrino perdió su espíritu de vigilancia obsesivo y bajó la guardia fue porque ya no aguantaba la clandestinidad. Pensaba en su muerte, quería estar cerca de sus afectos y le convenía ser arrestado, indicó Santoro, que destacó que tampoco cree que su detención, considerada “el arresto del siglo”, haya sido una farsa.

Una pantalla en un tribunal especial en Caltanissetta, Sicilia, el 19 de enero de 2023, muestra una silla vacía donde se esperaba que el jefe de la mafia Matteo Messina Denaro compareciera por videoconferencia desde prisión.
Una pantalla en un tribunal especial en Caltanissetta, Sicilia, el 19 de enero de 2023, muestra una silla vacía donde se esperaba que el jefe de la mafia Matteo Messina Denaro compareciera por videoconferencia desde prisión. - Créditos: @MIGUEL MEDINA

Messina Denaro, en tanto, comenzó a recibir hoy el tratamiento para curar su enfermedad en la cárcel de máxima seguridad de la ciudad de L’Aquila, en el centro de Italia. Iba a tener una sesión de quimioterapia allí mismo, trascendió. “Nos hizo muchas preguntas, típicas de quien quiere saber la verdad. Sabe bien qué tipo de enfermedad padece y los riesgos”, contó a la prensa Luciano Mutti, el oncólogo que lo visitó ayer en la cárcel, que por supuesto no pudo dar detalles sobre sus condiciones de salud.

Con un historial repleto de sangre y considerado el autor de los magnicidios de los famosos jueces antimafia Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, entre otros homicidios, el capo de todos los capos agradeció la atención médica y se mostró muy gentil. Aunque tiene un televisor en su celda de 11,7 metros cuadrados, no lo prendió, sino que pidió papel y birome para escribir.

Está siendo controlado por una cámara 24 horas y aunque pudo presentarse hoy, en forma remota, en un juicio en curso en Caltanisseta, Sicilia, por los asesinatos de Falcone y Borsellino, dejó la silla vacía. El último “rey” de esa Cosa Nostra violenta, hizo saber que no piensa colaborar con la justicia. Algo lógico: en su larga carrera criminal, mandó a matar a arrepentidos y hasta a un niño de 12 años, hijo de un “pentito”, a quien hizo secuestrar, estrangular y disolver en el ácido.