La vida truncada de la primera campeona mundial femenina de ajedrez por un misil nazi

Entre el 13 de junio y finales de septiembre de 1944, miembros de la Wehrmacht (Fuerzas Armadas del Tercer Reich) se dedicaron a lanzar (casi a diario) misiles guiados Vergeltungswaffe 1 (comúnmente conocidos como V-1), desde las plataformas ubicadas por los nazis en Pas-de-Calais (costa en el noroeste de Francia frente al Canal de la Mancha separada por poco más de 60 kilómetros de las costas de Inglaterra), siendo alrededor de diez mil los lanzados y alcanzando la ciudad de Londres un total de 2.419. Murieron 6.184 personas y otras 17.981 resultaron heridas.

Vera Menchik durante una partida simultánea de ajedrez en Londres, en 1926, un año antes de convertirse en la primera campeona mundial femenina de ajedrez (imagen vía Wikimedia commons)
Vera Menchik durante una partida simultánea de ajedrez en Londres, en 1926, un año antes de convertirse en la primera campeona mundial femenina de ajedrez (imagen vía Wikimedia commons)

Entre los fallecidos se encontraban tres miembros (una madre y sus dos hijas) de una familia de ascendencia checobritánica que llevaba residiendo en la capital inglesa desde hacía poco más de dos décadas.

La primogénita, Vera Francevna Menchikova, era en el momento de su fallecimiento la campeona mundial de ajedrez femenino, habiendo retenido dicho título desde que lo ganó por primera vez en 1927.

Hija de checo e inglesa, Vera había nacido en Moscú en 1906 y tras la separación de sus padres y coincidiendo con los primeros años del régimen soviético (tas el triunfo de la Revolución Rusa) se trasladó junto a su madre y hermana pequeña (ambas llamadas Olga) hasta Inglaterra (concretamente a la población de Hastings)

Desconocía el idioma inglés, por lo que practicar un deporte que no le obligaba a hablar era algo perfecto para ella. Llevaba jugando desde los 9 años y ya había destacado como buena ajedrecista en su Rusia natal.

En 1923, decidió unirse al Hastings Chess Club, una sociedad ajedrecista de gran relevancia y que, entre otros eventos, celebraba anualmente un importante congreso internacional que reunía a importantes figuras (entre los que se encontraban varios campeones mundiales). En aquellos momentos, Vera acababa de cumplir los 17 años de edad y le esperaban un par de décadas llenos de triunfos.

En su nuevo país de acogida, la joven también tomó la importante decisión de acortar su apellido y pasar a llamarse desde aquel momento Vera Menchik, un nombre que se convertiría en un referente en los circuitos ajedrecistas.

Y es que tan solo cuatro años después de haberse inscrito como socia en el Hastings Chess Club, Vera se proclamaba campeona del mundo de ajedrez en un torneo celebrado en Londres en 1927.

Se trataba de la primera competición netamente femenina y que en un principio se diseñó como una simple olimpiada ajedrecista donde las jugadoras participaban por exhibición, pero la relevancia y calidad de las participantes hizo que desde la FIDE (acrónimo en francés de la Federación Internacional de Ajedrez) se replantearan el formato y se decidiera que la ganadora del mismo fuese considerada como Campeona Mundial.

En los siguientes años Vera defendió dicho título hasta en seis ocasiones, ganándolas todas ellas (1930, 1931, 1933, 1935, 1937 y 1939). El circuito del Campeonato Mundial de ajedrez se interrumpió a partir de aquella última participación, debido al estallido de la Segunda Guerra Mundial y en el momento de su fallecimiento, a causa del misil alemán que impactó en su vivienda de Londres, el 26 de junio de 1944.

A pesar de ostentar el título de Campeona Mundial durante tanto tiempo, jamás se reconoció el de Gran Maestra, aunque jugó y ganó un buen número de partidas contra grandes campeones masculinos.

Tampoco pudo vivir económicamente de los premios, ya que las cuantías asignadas al circuito femenino eran ridículas. Por tal motivo, tuvo que compaginar su participación en torneos con la redacción de artículos sobre ajedrez en revistas especializadas, así como dar clases a alumnos o jugar en exhibiciones de partidas simultáneas, donde podía ganar algo de dinero gracias a la enorme atención que despertaba su participación entre los asistentes.

El hecho de que su fallecimiento se produjera en plena Segunda Guerra Mundial provocó que Vera Menchik no recibiera los merecidos reconocimientos. Curiosamente, el prestigioso periódico The New York Times publicó, con 78 años de retraso, el 2 de septiembre de 2022 (el 5 en su edición en papel) un obituario sobre esta ejemplar campeona de ajedrez en su sección ‘overlooked’, la cual está destinada a corregir el olvido que el rotativo ha tenido a los largo de su historia de una serie de relevantes personajes a los que, por diversos motivos, se les ignoró en el momento de su fallecimiento.

Fuente de la imagen: Wikimedia Commons

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