Primer ministro británico anuncia varias medidas económicas tras las primeras críticas a su gobierno

En la conferencia anual del Partido Laborista en Liverpool, el primer ministro de Reino Unido Keir Starmer, anunció ajustes en el tema de la migración, así como en el tema de los impuestos para cubrir la deuda fiscal de la que acusa a los Tories.

Keir Starmer ha reiterado que deben cubrir el agujero negro financiero dejado por los conservadores y ha pedido un esfuerzo a los ciudadanos para aceptar una responsabilidad compartida, pavimentando el terreno a una más que probable subida de impuestos en el presupuesto del mes que viene.

Sobre el recorte de las ayudas a pensionistas, ha afirmado que necesitan ser vistos globalmente como un país que puede financiar sus propias políticas.

Habrá que tomar decisiones dolorosas pero necesarias, ha dicho, y se ha querido distanciar de los conservadores y sus políticas de austeridad y ha prometido que habrá una recompensa a largo plazo para los ciudadanos porque el suyo es un proyecto que a la larga traerá estabilidad y crecimiento económico.

El otro gran tema era la inmigración ilegal y sobre esto ha dicho que su objetivo es recuperar el control de las fronteras con una política más realista que la de sus predecesores. Y ha prometido una frontera dura y más flexibilidad para las empresas para poder contratar talento.

En cuanto a nuevas políticas, solo un par o tres. Una ley que obliga a los representantes gubernamentales a no mentir ante escándalos públicos, acceso a vivienda pública para los veteranos de guerra, menores tutelados y víctimas de violencia doméstica, y un programa para preparar a los más jóvenes para el mundo laboral.

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