La primera ministra italiana Giorgia Meloni demanda al cantante de Placebo Brian Molko por llamarla "fascista y racista"

La primera ministra italiana Giorgia Meloni demanda al cantante de Placebo Brian Molko por llamarla "fascista y racista"

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha demandado al cantante del grupo de rock Placebo por haberla llamado "fascista y racista" en un concierto el mes pasado.

En el escenario del festival Sonic Park de Turín, Brian Molko llamó "pedazo de mierda" a la Primera Ministra y la calificó de "fascista y racista".

La fiscalía de Turín ha abierto oficialmente una investigación contra Molko por "desacato a las instituciones" a raíz de sus comentarios.

En caso de condena, podría ser multado con hasta 5 000 euros.

Los abogados de Meloni han emprendido acciones legales y han presentado una demanda por difamación.

No es la primera vez que Meloni, que lidera el partido de extrema derecha Hermanos de Italia, presenta una demanda por difamación. El año pasado inició acciones legales por difamación criminal agravada contra los editores del periódico Domani.

Domani alegó que Meloni había intentado ayudar a un diputado de su propio partido a conseguir un contrato gubernamental para adquirir mascarillas durante la pandemia de Covid-19. Meloni rechazó la acusación y reclamó al periódico una indemnización de 25 000 euros. Está previsto que el juicio comience en julio de 2024.

Roberto Saviano, autor de "Gomorra", también se enfrenta a un juicio por los comentarios que hizo sobre Meloni a propósito de su postura sobre la inmigración. Ella le demandó por difamación y un juez de Roma dictaminó que el escritor debía ser juzgado. De ser declarado culpable, Saviano se enfrenta a una pena de hasta tres años de cárcel.

Italia tiene uno de los índices más altos de Europa de demandas por difamación contra los medios de comunicación, según las asociaciones de periodistas.

Según el código penal italiano, quien "difame públicamente a la República", que incluye al Gobierno, el Parlamento, los tribunales y el Ejército, se enfrenta a una pena de multa de entre 1 000 y 5 000 euros.

El Instituto Internacional de Prensa se ha unido a sus socios de Media Freedom Rapid Response para pedir al Parlamento italiano que lleve a cabo una revisión exhaustiva de la legislación italiana sobre difamación que la ajuste a las normas internacionales sobre libertad de expresión.