Miles de fans en los conciertos de Rammstein en Budapest a pesar del escándalo sexual del cantante

Dos horas y media de ritmos heavy en un gigantesco espectáculo de luz y mucho mucho fuego

Rammstein llenó otra vez el Puskas Arena de Budapest después de doce años, o más bien casi lo vuela, en dos noches consecutivas de concierto.

La culpa es de los medios

Miles de fans han acudido desde países vecinos para ver a la legendaria banda de metal alemana.

No los ha detenido el escándalo de acoso sexual en que está involucrado su cantante Till Lindemann.

"Todos los medios intentan estigmatizar a la banda", comenta una seguidora."Creo que no es justo. Muestran solo un lado de la historia y dramatizan demasiado. Mi opinión es, que quizás algo pasó, quizas no, pero yo como fan no estoy afectada por esto".

Abusar de jovencitas

Se acusa al artista de sesenta años de reclutar a jovencitas de la audiencia para su fiestas privadas, drogarlas y obligarlas a mantener relaciones sexuales. El caso está bajo investigación en Alemania.

Gina es una chica húngara que lo tiene claro.

"No digo que no me iría de fiesta a los camerinos. Pero si me tocara, le daría una patada en los huevos y me iría a beber una cerveza".

Este seguidor ucraniano se lo toma por el lado poético.

"Espero tener sexo con Lindemann en el escenario".

Cambios obligados en el programa

La situación ha obligado a modificar el programa. La canción Pussy y un gran cañón con forma de pene se han caído del cartel. También se han prohibido la fila cero y las fiestas VIP.

"Budapest lleva dos días en llamas por los conciertos de Rammstein. Pero con escándalo sexual o sin él, la mayoría de los fans creen que lo importante es la música", comenta el reportero de Euronews Budapest Zoltán Siposhegyi.