¿Por qué Milán está a punto de prohibir los helados y la pizza después de medianoche?
La ciudad italiana de Milán propone una nueva ley para prohibir los helados después de medianoche, en un esfuerzo por proteger "la paz y la salud" de los residentes.
El Gobierno local ha presentado un proyecto de ley. Si se aprueba, la nueva ley podría entrar en vigor el mes que viene y durar hasta noviembre, algo que no hará mucha gracia a los comerciantes locales, acostumbrados a vender helados a altas horas de la noche como parte de la cultura italiana.
La propuesta prohibiría toda la comida para llevar, incluidas pizzas y bebidas, después de las 12:30 de la mañana los días laborables y de la 1:30 los fines de semana y festivos. Todo ello en un esfuerzo por reprimir a los grupos ruidosos que se agolpan en las calles y desvelan a los residentes locales.
La prohibición entrará en vigor en 12 distritos de Milán, incluidos los barrios centrales de Brera y Ticinese, así como Darsena, Lazzaretto, Corso Como y las populares zonas de ocio nocturno de Arco della Pace y Navigli.
En busca del equilibro entre ocio, comercio y salud
El mes pasado, el alcalde Giuseppe Sala declaró que "un segmento considerable de la población se queja del exceso de ruido".
"En mi función tengo que escuchar a todos los ciudadanos, incluidos los que tienen que trabajar y los que quieren hacer sus negocios", añadió Sala.
"Buscamos un equilibrio entre la sociabilidad y el ocio, la tranquilidad y la salud de los vecinos y la libre actividad económica de comerciantes y empresarios", escribió en Facebook Marco Granelli, teniente de alcalde responsable de seguridad.
No es la primera vez que la ciudad italiana intenta que se prohíba el helado nocturno. En 2013, el ayuntamiento, dirigido por el entonces alcalde Guiliano Pisapia, fracasó en su intento de retirar de las calles a los heladeros nocturnos.
Las medidas propuestas suscitaron reacciones en contra, lo que los medios de comunicación italianos bautizaron como "la batalla de los cucuruchos". Entre ellas, una sentada del movimiento 'Occupy Gelato', una versión más sabrosa del movimiento social que se opone a la desigualdad social y económica.
Los ciudadanos tienen hasta principios de mayo para apelar y sugerir cambios a la nueva ley propuesta. Lino Stoppani, presidente de Fipe, la federación italiana de operadores públicos y turísticos, declaró al diario italiano 'Il Messaggero': "El problema de la vida nocturna existe, pero esta norma solo creará perjuicios a las empresas".
Como réplica, Lorenza Bonaccorsi, presidenta del Ayuntamiento de Roma, declaró al periódico: "Si de mí dependiera, prohibiría la venta de alcohol para llevar en todo el centro".