¿Quién es Mikheil Kavelashvili, el nuevo presidente de Georgia?
Mikheil Kavelashvili ha sido elegido presidente de Georgia este sábado por un colegio electoral de 300 escaños, que sustituyó a las elecciones presidenciales directas en 2017 y que actualmente está dominado por su partido, Sueño Georgiano.
Fue una victoria sin complicaciones para Kavelashvili, de 53 años, que era el único candidato en la papeleta. Aunque los cambios constitucionales en Georgia han hecho que el trabajo del presidente sea en gran medida ceremonial, significa un endurecimiento del control de Sueño Georgiano en lo que la oposición ha calificado de golpe a las aspiraciones del país a la UE y una victoria para Rusia.
El camino a la presidencia de Kavelashvili ha sido insólito, ya que en 1989 salió de las categorías inferiores del Dinamo Tblisi como joven promesa del fútbol. Se labró una exitosa carrera como delantero, convirtiéndose en un habitual de su equipo local antes de fichar por el Spartak Vladikavkaz ruso en 1995.
Posteriormente fichó por el Manchester City inglés durante dos temporadas, antes de jugar en varios equipos de la Superliga suiza y retirarse en 2006. Durante su carrera como futbolista, disputó 46 partidos con la selección nacional de Georgia y marcó nueve goles.
Apenas 10 años después de su retirada del mundo del fútbol, fue elegido diputado al Parlamento de Georgia en 2016 por el partido Sueño Georgiano. En 2022 cofundó el movimiento político Poder Popular, aliado de Sueño Georgiano y conocido por su fuerte retórica antioccidental.
La oposición georgiana se ha burlado a menudo de Kavelashvili por carecer de estudios superiores. El día de su elección como presidente, los manifestantes que protestaban ante el Parlamento llevaban sus propios diplomas universitarios, mientras otros daban patadas a balones de fútbol.
Kavelashvili fue uno de los autores de una controvertida ley que obliga a las organizaciones que reciben más del 20% de su financiación del extranjero a registrarse como "que persiguen los intereses de una potencia extranjera", similar a una ley rusa utilizada para desacreditar a las organizaciones críticas con el Gobierno.
En su intervención en el Parlamento tras su nombramiento en noviembre, Kavelashvili declaró: "Nuestra sociedad está dividida", y afirmó que la "radicalización y polarización" del país se alimenta desde el extranjero.
Acusó a la prooccidental presidenta saliente Zourabichvili, que ha dicho que se negará a dejar su cargo hasta que se celebren nuevas elecciones, de violar la Constitución y declaró que él "devolvería la presidencia a su marco constitucional".