Cómo migrantes ofrecen apoyo a la población que envejece en Arizona

Marlene Carrasca (der.) juega lotería con Carmen García, a quien cuida, en su apartamento de Phoenix, el 6 de septiembre de 2023.
Marlene Carrasca (der.) juega lotería con Carmen García, a quien cuida, en su apartamento de Phoenix, el 6 de septiembre de 2023.

PHOENIX, Ariz. — Marlene Carrasco cuida a adultos mayores en sus hogares, trabajo que ha realizado durante casi 30 años.

El trabajo desafiante y mal pagado a menudo recae en inmigrantes como Carrasco, quienes desempeñan un papel enorme en el cuidado de los arizonenses mayores, según muestra un análisis del periódico The Arizona Republic y el Migration Policy Institute.

Pero a diferencia de los trabajadores empleados en otras industrias con gran densidad de inmigrantes, como la construcción y la hotelería, los trabajadores inmigrantes que cuidan a los arizonenses mayores siguen siendo en gran medida invisibles.

Los trabajadores que cuidan a los adultos mayores ya son escasos. La necesidad de trabajadores como Carrasco se volverá más crítica a medida que la ya grande población de adultos mayores de Arizona aumente en los próximos años, encontró el análisis. Pero con la reducción de la población inmigrante de Arizona como proporción de la población total, es posible que no haya suficientes inmigrantes para ayudar a llenar el vacío sin la acción de los funcionarios locales, estatales y federales, dicen los expertos.

"La población estadounidense está envejeciendo. La gente vive más tiempo. Y la población que necesita estos servicios está creciendo". Por lo tanto, las proyecciones muestran que la fuerza laboral necesaria para atender a la población que envejece "crecerá mucho más rápido", afirmó Jeanne Batalova, un analista senior de políticas del Instituto de Políticas Migratorias que ayudó con los datos.

Esto es especialmente cierto en Arizona, donde la proporción de personas mayores de 65 años está creciendo más rápido que en el resto de los Estados Unidos, afirmó Batalova.

Sin suficientes inmigrantes para ayudar a cuidar a la creciente población que envejece, es posible que los miembros de la familia tengan que asumir una mayor responsabilidad.

Mientras tanto, las soluciones federales de inmigración que podrían ayudar a Arizona y Estados Unidos a satisfacer la creciente demanda de trabajadores para cuidar a la población que envejece ni siquiera están en el radar de los legisladores en medio del caos político en Washington.

"No está en nuestra conversación sobre política nacional porque la reforma migratoria simplemente no está sobre la mesa", señaló Julia Gelatt, directora asociada del Programa de Política de Inmigración de Estados Unidos en el Instituto de Política Migratoria.

La falta de interés de los legisladores en abordar soluciones de inmigración significa que muchos de los inmigrantes que cuidan a personas de mayor edad seguirán siendo indocumentados, lo que podría hacer que las personas mayores sean vulnerables a problemas de responsabilidad o abuso de ancianos, destacan los defensores de los cuidadores.

'Un gran alivio': ¿Qué ofrecen los cuidadores?

Un miércoles reciente, Carrasco, de 52 años de edad, pasó la tarde con una de sus clientas, Carmen García, una mujer de 85 años con cabello corto y canoso. García vive con su hijo Gabe Martínez, de 60 años, en un apartamento de dos habitaciones en el noreste de Phoenix, cerca del próspero suburbio de Paradise Valley.

Carrasco llegó puntualmente a la 1 p. m., llevando una bolsa negra llena de suministros. Se quedó hasta las 6 p.m., cuando Martínez regresó a casa para recoger a su madre y llevarla a su trabajo para que no la dejaran sola esa noche.

Martínez es el director de música litúrgica de la Iglesia Católica Romana Nuestra Señora de la Alegría en Carefree, Arizona. Los miércoles son sus días más ocupados planificando la misa dominical, reuniéndose con parejas que se casan y ensayando cuatro coros.

Esos días, Martínez le paga a Carrasco 20 dólares la hora para cuidar a su madre mientras él está en el trabajo. Luego corre a casa a la hora de cenar y lleva a su madre de regreso a la iglesia, donde ella se sienta durante los ensayos del coro. Sin la ayuda de Carrasco, su anciana madre estaría sola en casa todo el día.

"Es un gran alivio porque no tengo que preocuparme por mi mamá, por si ha comido algo" o si la están cuidando, explicó Martínez.

Cuidar a los adultos mayores no es fácil. El trabajo puede ser exigente física y mentalmente, como lo demostró la tarde que Carrasco pasó con García.

"Se necesita mucha paciencia y mucha empatía", detalló Carrasco.

Quienes cuidan a adultos mayores suelen trabajar en sus hogares sin supervisión durante largos períodos. "También se necesita mucha confianza", dijo Carrasco.

Carrasco fue recibida en el apartamento de García por dos perritos que ladraban: Karina, una chihuahua blanca y negra, y Chanco, un caniche francés blanco.

Tras acomodarse, Carrasco ayudó a García a bañarse. Luego Carrasco limpió su baño. También ayudó a García a vestirse.

Una vez que García estuvo bañada y vestida, Carrasco preparó y sirvió su almuerzo; ese día, una tostada con atún y un plato de salsa roja a un lado. Posteriormente, Carrasco preparó café, que sirvió con un panecillo dulce en un plato.

"¿Puedo poner un poco de azúcar en mi café?" Preguntó García después de tomar un sorbo.

"Tu panecillo dulce tiene bastante azúcar", le dijo Carrasco, consciente de la dieta de García.

Después de eso, Carrasco se sentó a la mesa de la cocina con García y sacó varios juegos para ejercitar la mente de García. Jugaban al dominó, a la lotería y a contar dinero. Luego, Carrasco guió a García a través de una serie de ejercicios ligeros, comenzando con levantamientos de piernas mientras se apoyaba en el mostrador de la cocina para apoyarse y terminando con caminatas de un lado a otro por el pasillo.

Entretanto, Carrasco lavó varias cargas de ropa.

Marlene Carrasco registró notas en una carpeta para realizar un seguimiento de la comida que comió García y las actividades que realizó. La cuidadora también envió mensajes de texto con actualizaciones al hijo de García durante toda la tarde.

"El objetivo es que mantengan la mayor independencia posible" para que los clientes puedan seguir viviendo en casa, aseguró Carrasco.

¿Cuántos cuidadores necesitará Arizona?

Ya hay escasez de trabajadores como Carrasco que cuidan a adultos mayores en los Estados Unidos. Se espera que la escasez empeore en los próximos años, especialmente en Arizona, donde la población está creciendo rápidamente y la población de adultos mayores está creciendo aún más rápido.

La población de personas mayores de 65 años en Arizona se disparó un 56 por ciento entre el 2010 y el 2022, mucho más rápido que la población general, que creció un 15 por ciento, según la tabulación de datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos del 2022 del Instituto de Política Migratoria.

Las personas mayores de 65 años constituían el 19 por ciento de la población de Arizona en el 2022, frente al 14 por ciento en el 2010, según muestran los datos. En Estados Unidos, la población de personas mayores de 65 años representa el 17 por ciento de la población, frente al 13 por ciento.

Con casi 1.4 millones de personas mayores de 65 años, Arizona tiene la duodécima población más grande de personas mayores, según un informe del Centro de Salud Rural de la Universidad de Arizona.

Según el Instituto de Atención Médica Paraprofesional (PHI por sus siglas en inglés), una organización nacional de investigación y soluciones para la fuerza laboral, se necesitarán más de 51 mil nuevos trabajadores de atención directa en Arizona para el 2030 para cuidar a las personas mayores. En el 2021, había poco menos de 85 mil trabajadores de atención directa en Arizona, según el grupo.

Los trabajadores de atención directa incluyen asistentes de atención médica domiciliaria, asistentes de cuidado personal y asistentes de enfermería. Son los trabajadores que cuidan a los adultos mayores y a las personas con discapacidades en sus hogares u otros entornos residenciales, como centros de vida asistida.

Se prevé que la necesidad de trabajadores de cuidados directos crecerá del 2021 al 2031 a un ritmo que es más del doble del crecimiento total del empleo, 40 por ciento frente a 17.2por ciento, según estimaciones de Batalova del Instituto de Política Migratoria.

La industria de los trabajadores de cuidados directos depende en gran medida de inmigrantes como Marlene Carrasco. Los inmigrantes representan aproximadamente uno de cada cuatro trabajadores de cuidados directos en Arizona, según estimaciones de Batalova basadas en datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos y la Autoridad de Comercio de Arizona. En comparación, los inmigrantes representan alrededor del 16 por ciento de la fuerza laboral total: Aproximadamente uno de cada seis trabajadores, destacó Batalova.

Sin embargo, lo más probable es que la proporción de trabajadores de cuidados directos que son inmigrantes esté subestimada, afirmó Batolova. Un número significativo de inmigrantes que cuidan a los ancianos son indocumentados o reciben pagos en efectivo y, por lo tanto, es posible que no hayan sido contabilizados en los datos oficiales, explicóBatalova. Otros son refugiados y solicitantes de asilo recién llegados con permisos que les permiten trabajar legalmente de forma temporal.

Sin embargo, la población inmigrante de Arizona se está reduciendo como proporción de la población general.

Los inmigrantes constituían el 13.1 por ciento de la población total en el 2022, una caída desde el 13.4 por ciento en el 2010, según datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos. Constituían el 17 por ciento de la población en edad de trabajar, frente al 17.7 por ciento en el 2010, según muestran los datos.

La disminución en la proporción de inmigrantes de la población general plantea dudas sobre si habrá suficientes trabajadores remunerados para atender a la creciente población que envejece en Arizona, dijo.

Hay varias razones por las que los inmigrantes están sobrerrepresentados en la fuerza laboral que cuida a los adultos mayores, explicó Batalova. De manera similar a cuidar niños, cuidar a adultos mayores brinda a los inmigrantes una oportunidad de ingresar a la fuerza laboral porque el trabajo no requiere un título universitario, habilidades altamente especializadas o incluso la capacidad de hablar bien el idioma inglés, dijo. Las malas condiciones laborales, la falta de seguro médico, los bajos salarios y otros factores a menudo asociados con la industria de cuidadores son a menudo un factor disuasorio para los estadounidenses con mejores opciones laborales, creando oportunidades para los inmigrantes, apuntó.

El trabajo también es atractivo para inmigrantes indocumentados que tal vez no puedan conseguir empleos en la economía formal donde se verifican los documentos, detalló.

Se necesitarán inmigrantes para hacer frente al inminente desafío de los cuidadores

Reclutar y retener suficientes trabajadores para atender a la creciente población que envejece en Arizona será un desafío sin la ayuda de los inmigrantes para ayudar a cerrar la brecha, aseguran los expertos.

"La realidad es que mucha gente está envejeciendo; mucha gente necesita apoyo de atención a largo plazo. La gente a menudo apoya no sólo a sus padres ancianos, sino también a sus propios hijos", expuso Robert Espinoza, vicepresidente ejecutivo de políticas de PHI, que describe la generación sándwich de personas de mediana edad que tienen que cuidar de miembros de la familia tanto jóvenes como mayores.

Entre el 2021 y el 2031, será necesario cubrir casi 9.3 millones de puestos vacantes en atención directa en todo el país, incluidos nuevos empleos y vacantes creadas cuando los trabajadores abandonan el campo o la fuerza laboral, expuso Espinosa. Al mismo tiempo que crece la necesidad de más trabajadores de cuidados directos, la industria está perdiendo trabajadores debido a las malas condiciones laborales, la falta de avance y los bajos salarios, señaló Espinoza.

¿Cómo cubrirán Arizona y la nación la necesidad de más trabajadores de cuidados directos "a menos que transformemos completamente la calidad de estos empleos y pensemos en nuevas fuentes de trabajo como los inmigrantes?", destacó Espinoza.

Su organización ha propuesto varias soluciones de inmigración para ayudar a satisfacer la demanda de trabajadores de atención directa. Entre ellos:

  • Ampliar las visas de cuidadores para permitir que trabajadores temporales de otros países vengan a Estados Unidos y cuiden a estadounidenses mayores.

  • Promulgar la Ley de ciudadanía para trabajadores esenciales. La legislación propuesta proporcionaría un camino hacia la ciudadanía para los inmigrantes indocumentados que trabajaron durante la pandemia como trabajadores esenciales, incluidos los trabajadores de cuidados directos.

  • Mejorar las condiciones laborales brindando servicios legales a los inmigrantes que trabajan en sectores con escasez crónica de trabajadores, incluida la fuerza laboral de cuidados directos. "¿Cómo creamos mejores lugares de trabajo y ayudamos a las personas a comprender sus derechos laborales?", señaló Espinoza.

  • Asociarse con agencias de reasentamiento para reclutar refugiados y solicitantes de asilo para que se conviertan en cuidadores.

  • Dedicar recursos para aprender más sobre la fuerza laboral de atención directa. "Para mucha gente es un tema invisible. Cuanto más lo estudiamos y más lo llamamos la atención del público, más gente entiende qué gran parte del sector son los inmigrantes", afirmó Espinoza.

Las reformas federales de inmigración beneficiarían a los inmigrantes y a los estadounidenses de edad avanzada que dependen de ellos para recibir atención, dijeron Zach Shaw, secretario, y Seth Layman, presidente de la Arizona In-Home Care Association. La organización sin fines de lucro trabaja para mejorar los estándares de la industria de atención domiciliaria privada. También dirigen una agencia que brinda atención domiciliaria a los adultos mayores, Affordable Home Care.

"Los inmigrantes son vitales" para la industria de los cuidadores, afirmó Shaw.

Sin embargo, los inmigrantes indocumentados dispuestos a trabajar por salarios más bajos hacen que los salarios bajen, lo que contribuye a la escasez de cuidadores, afirman. Los inmigrantes indocumentados que trabajan como cuidadores a menudo carecen de seguro de compensación laboral y de responsabilidad profesional, lo que pone a las personas que reciben atención en riesgo de ser consideradas responsables en caso de una lesión, destacaron.

Marlene Carrasca (izq.) ayuda a Carmen García a hacer ejercicio en su apartamento de Phoenix, el 6 de septiembre de 2023.
Marlene Carrasca (izq.) ayuda a Carmen García a hacer ejercicio en su apartamento de Phoenix, el 6 de septiembre de 2023.

"Entonces, si brindan atención personalizada a alguien que no tiene ninguno de estos seguros y se lastima en el hogar de esa persona mayor, ¿quién cree que será responsable de sus facturas médicas?", destacó Layman.

Shaw y Layman señalaron que los cuidadores que reciben pagos a través de Medicaid deben tener una licencia estatal.

Pero la industria privada de atención domiciliaria en Arizona no está regulada. La falta de supervisión hace que las personas mayores que necesitan atención sean vulnerables a cuidadores sin escrúpulos, dijeron.

Cuidadores y clientes: 'Nos volvemos muy apegados'

Marlene Carrasco es originaria de Monterrey, la capital del estado de Nuevo León en el noreste de México. Ella y su esposo, Raúl Carrasco, de 55 años, llegaron a Arizona en 1994 como visitantes para asistir a una boda y luego se quedaron como inmigrantes indocumentados. Ahora son residentes permanentes legales autorizados a trabajar legalmente en los Estados Unidos.

Durante una entrevista en su casa de Phoenix, Carrasco dijo que ella y su esposo comenzaron a cuidar a adultos mayores poco a poco, casi por accidente.

Después de llegar por primera vez a Phoenix, limpiaron casas para ganarse la vida y alquilaron una casita a una pareja de ancianos que vivía en la casa más grande de enfrente. Después de que el esposo fue hospitalizado, Carrasco y su esposo se ofrecieron a hacerles los recados y ayudarlos en la casa. Con el tiempo, se convirtieron en los cuidadores de tiempo completo de la pareja.

Después de que la pareja falleció, Carrasco y su esposo comenzaron a cuidar a otros adultos mayores. Encontraron a sus clientes principalmente a través de referencias de boca en boca, expuso Carrasco.

"Hemos cuidado a cuatro mejores amigos y a sus esposas", detalló Carrasco como ejemplo de cómo se corre la voz.

Registraron su negocio, Caring Companion Assistance, ante la Comisión de Corporaciones de Arizona en el 2016 y tienen seguro de compensación laboral y de responsabilidad profesional, explicó Carrasco.

Los servicios que brinda el negocio incluyen limpieza ligera, transporte a citas médicas, lavandería, diligencias, cuidado personal y recordatorios de medicamentos. Carrasco y su esposo han recibido capacitación en RCP, primeros auxilios y seguridad en el hogar, afirmó.

Carrasco colocó un álbum de recortes en la mesa del comedor lleno de fotografías de algunos de los aproximadamente 50 clientes que han atendido a lo largo de los años. Aunque Carrasco y Raúl son inmigrantes, la mayoría de sus clientes no son inmigrantes, detalló Carrasco.

Marlene Carrasco, una inmigrante de México, ha estado cuidando a personas mayores en Arizona durante casi 30 años.
Marlene Carrasco, una inmigrante de México, ha estado cuidando a personas mayores en Arizona durante casi 30 años.

"La gran mayoría han sido estadounidenses, angloamericanos", afirmó Carrasco en español.

Carrasco dijo que ella y su esposo a menudo forman vínculos fuertes con sus clientes. Un abogado enfermo de cáncer al que Raúl Carrasco había atendido durante cinco o seis meses falleció en mayo, poco antes de cumplir 70 años. También habían atendido a sus padres durante cuatro años.

"Es un trabajo muy hermoso", aseguró Carrasco. "Al mismo tiempo, es triste" porque cuando los clientes fallecen, "Duele. Duele porque nos apegamos mucho".

Agencias de cuidadores compiten con otros empleadores

La escasez de cuidadores en Arizona, incluidos trabajadores que cuidan a adultos mayores, ya ha llegado a una crisis.

"Al contar los nuevos empleos y las vacantes creadas a medida que los trabajadores abandonan el campo, los empleadores en el estado necesitarán cubrir casi 130 mil puestos vacantes de cuidadores remunerados entre el 2016 y el 2026", encontró un informe de PHI del 2021.

Debido a la creciente población de adultos mayores del estado, los servicios de cuidado remunerados tienen una demanda extremadamente alta, según el informe.

"Sin intervención, la crisis de los cuidadores remunerados empeorará en Arizona", asegura el informe.

Aunque existe una demanda creciente de cuidadores, históricamente se les ha pagado mal. El salario medio por hora de los cuidadores remunerados fue de solo 12 dólares en el 2019, una disminución de casi 13 dólares en el 2009 después de ajustar por inflación, según el informe.

Casi el 50 por ciento de la fuerza laboral vive en la pobreza o cerca de ella, y más de la mitad depende de algún tipo de asistencia pública para llegar a final del mes, según el informe.

El aumento del salario mínimo en Arizona también ha dificultado que las agencias de cuidadores compitan con otras industrias por trabajadores, como la comida rápida y el comercio minorista, según el informe.

"Estos desafíos agravados conducen a una alta rotación y amplias vacantes en el campo", explica el informe.

Negocio de cuidadores se recupera tras declive por COVID-19

Hay más de cien agencias de atención médica domiciliaria en Arizona autorizadas para aceptar clientes de Medicaid, según el sitio de Internet del Sistema de Contención de Costos de Atención Médica de Arizona.

Pero los adultos que no califican para Medicaid, que se basa en los ingresos, deben recurrir a cuidadores privados como Marlene Carrasco.

Carrasco dijo que eventualmente planean obtener una licencia para aceptar clientes de Medicaid. Mientras tanto, sólo aceptan clientes que puedan pagar en efectivo o con cheque.

Con el dinero que ganaron cuidando a adultos mayores, han criado a tres hijos, ahora estudiantes universitarios de unos 20 años. Su hija, Nathalie, de 26 años, estudia diseño de ropa. A veces cose botones y remenda ropa para algunos de los clientes de sus padres.

La familia también posee una gata de 13 años, Rosie. La heredaron después de la muerte de uno de sus clientes.

Carrasco afirmó que su negocio perdió clientes durante la pandemia, cuando los clientes y sus familias comenzaron a preocuparse de que personas externas trajeran el virus del COVID-19 a sus hogares. Pero ahora se está recuperando.

Asegurarse de que las personas tengan lo que necesitan

De regreso al apartamento, Carrasco se preparó para terminar la tarde. Mientras García miraba un programa de cocina en la televisión, Carrasco sacaba la ropa de la secadora.

Luego dobló la ropa, colgó cuidadosamente la ropa en el armario y la clasificó dentro de cajones de la cómoda etiquetados en español con letras grandes: Blusas, pantalones, calcetines.

Antes de irse, Carrasco le sirvió a García una última taza de café descafeinado y un panecillo dulce. Luego, Carrasco recogió sus pertenencias, se despidió de los perros y sacó su bolsa negra por la puerta.

"Nos vemos", le dijo Marlene Carrasco a Carmen García mientras se marchaba.

"Gracias", respondió García.

Comuníquese con el reportero Daniel Gonzalez por correo electrónico daniel.gonzalez@arizonarepublic.com.

Traducción Alfredo García

This article originally appeared on Arizona Republic: Migrantes son fundamental en el cuidado de ancianos en Arizona