Miami-Dade se apresura a sustituir fosas sépticas contaminantes. ¿Podrá seguir el ritmo del ascenso del mar?

Debajo de muchas casas y negocios de Miami-Dade hay una caja de concreto. En ella entran los desechos humanos y sale agua de algún modo filtrada.

Son fosas sépticas, la versión anticuada de la gestión de residuos que ha sido sustituida en todo el país por líneas de alcantarillado y plantas de tratamiento de aguas residuales. Pero a medida que el cambio climático eleva el nivel del agua —tanto en el mar como bajo nuestros pies—, esas fosas ya no funcionan como antes, y sus apestosos y tóxicos subproductos fluyen hacia el acuífero de Miami-Dade y la Bahía de Biscayne y, en algunos casos, convierten los jardines de las casas en fétidos pantanos.

En el sur de la Florida se sabía que eran un problema desde la década de 1950, pero la labor de reconversión de las 120,000 (o probablemente más) que quedan en el condado más poblado del estado ha sido insoportablemente lenta. Hasta ahora.

Desde 2020, Miami-Dade ha hecho muchos esfuerzos por recibir fondos federales y estatales para retirar los tanques y conectar las viviendas con el alcantarillado. El condado ha obtenido casi $488 millones en subvenciones y está buscando otros $56 millones, dijo Roy Coley, jefe del Departamento de Agua y Alcantarillado de Miami-Dade.

“Estamos haciendo grandes avances para poner estas cosas en marcha”, dijo. “En todo el condado, en alguna forma de planificación o diseño o instalación, tenemos alrededor de 11,000 conexiones de alcantarillado en proceso”.

Se trata de un salto enorme con respecto a la década anterior, cuando el condado solo convirtió 436 depósitos.

Roy Coley, jefe del Departamento de Agua y Alcantarillado de Miami-Dade, izquierda; el comisionado de Miami-Dade Keon Hardemon; la alcaldesa Daniella Levine Cava, y el alcalde Omarr C. Nickerson, extrema derecha, ponen la primera piedra del proyecto Connect 2. El jueves 27 de enero de 2022, la alcaldesa del Condado Miami-Dade, Daniella Levine Cava, puso en marcha Connect 2 Protect, un programa plurianual de todo el condado que proporciona servicio de alcantarillado sanitario a los habitantes con sistemas de fosas sépticas al noreste del barrio de Shore Crest.

La semana pasada, se cortó la cinta en el proyecto más reciente —60 casas más— en el barrio de Ives Estate en el noreste de Miami-Dade. Esas casas ya están lo suficientemente cerca de las líneas de alcantarillado del condado existentes para conectarse, por lo que el proyecto es relativamente barato en alrededor de $2 millones. La mitad de esa cantidad procede del condado, y la otra mitad, que normalmente tendrían que pagar los propietarios, procede del fondo del distrito del comisionado condal Oliver Gilbert.

“La forma de salvar nuestro medio ambiente, de preservar nuestra bahía, de ayudar a nuestros habitantes y de aumentar las oportunidades económicas es eliminar todas las fosas sépticas, y no solo en este distrito, sino en todo el condado”, declaró Gilbert en la conferencia de prensa en la que se anunció el proyecto. “Cuando decimos salvar el medio ambiente y salvar la bahía, suena como algo que es realmente grande, en realidad no lo es. Hay que hacerlo poco a poco”.

Para poner en marcha el programa de sustitución se necesitó algo más que dinero. Supuso eliminar un montón de políticas obsoletas y crear otras nuevas para animar a los habitantes a cambiar.

“Creo que hemos eliminado muchos de los obstáculos”, dijo la comisionada del condado Raquel Regalado, que ha encabezado muchas de las nuevas políticas sobre fosas sépticas, la mayoría de las cuales fueron aprobadas por unanimidad.

Sin embargo, como las tuberías y bombas de alcantarillado aún no llegan a todos los rincones del condado, Miami-Dade sigue aprobando nuevas fosas sépticas.

El condado también enfrenta una escasez de tiempo para deshacerse de las antiguas. El mismo estudio que encontró 120,000 depósitos encontró que alrededor de 800 ya están fallando en días soleados. Durante una de las lluvias torrenciales características del sur de la Florida, unas 58,000 fosas sépticas pudieran verse comprometidas. Para 2030, esa cifra pudiera aumentar a 67,000.

“Si lo hacemos bien y conseguimos que nos apoyen y concedemos nuestras subvenciones a tiempo, creo que este trabajo se puede hacer en una década”, dijo Regalado. “Creo que es ambicioso, teniendo en cuenta lo que hemos tardado en llegar hasta aquí, pero me comprometo a llevarlo a cabo”.

$500 millones para un problema de $4,000 millones

Coley dijo que está orgulloso de los casi $500 millones que su departamento ha aportado para ayudar a convertir algunos de los lugares de mayor riesgo del condado alejándolos de las fosas sépticas contaminantes de la Bahía.

“Estamos pidiendo dinero en todas partes donde se puede pedir y hemos recibido tantas notificaciones de adjudicación que sentimos que estamos haciendo exactamente lo que debemos”, dijo. “Solo tenemos que conseguir que las adjudicaciones se conviertan en fondos y ponernos a trabajar”.

Gráfico que explica la relación entre el nivel de las aguas subterráneas y la eficacia de una fosa séptica. Un nuevo reporte encargado por el Condado Miami-Dade muestra que la mitad de las fosas sépticas del condado se estropean cada año, un problema que agravará el ascenso del nivel del mar.
Gráfico que explica la relación entre el nivel de las aguas subterráneas y la eficacia de una fosa séptica. Un nuevo reporte encargado por el Condado Miami-Dade muestra que la mitad de las fosas sépticas del condado se estropean cada año, un problema que agravará el ascenso del nivel del mar.

Aún quedan obstáculos para completar el trabajo, empezando por los asombrosos costos de las conversiones. El mismo cálculo según el cual Miami-Dade tiene 120,000 fosas sépticas residenciales por convertir, también fijó el costo de deshacerse de todas en casi $4,000 millones. Y eso sin contar el costo para el propietario, que asciende a unos $15,000 por vivienda.

Aunque algunas zonas más ricas siguen dependiendo en gran medida de las fosas sépticas, como Coral Gables y Pinecrest, muchas comunidades de bajos ingresos también lo hacen. Y ese elevado precio puede poner la conversión fuera del alcance de muchos.

“Nos gustaría acelerar el proceso, pero el mayor obstáculo que vemos es el costo para el propietario privado”, dijo Coley. “El proceso para el propietario privado es un poco oneroso y el costo es, por supuesto, oneroso”.

El condado ha intentado limitar el impacto sobre los habitantes apoyándose en subvenciones y préstamos del gobierno para extender las tuberías de alcantarillado y las estaciones de bombeo del condado a las comunidades que no disponen de ellas.

Este mes el condado está trabajando en un plan para crear un préstamo de bajo o cero interés o programa de subvenciones para ayudar a los propietarios de bajos ingresos a pagar su parte de la factura. El Fondo Fiduciario de Fosas Sépticas a Alcantarillado ya cuenta con $5 millones.

Jeremy Langford, empleado de AA ARON Super Rooter, en el centro, limpia una fosa séptica en una casa de Miami, Florida, el miércoles 30 de septiembre de 2020.
Jeremy Langford, empleado de AA ARON Super Rooter, en el centro, limpia una fosa séptica en una casa de Miami, Florida, el miércoles 30 de septiembre de 2020.

Darry Swartz, un empresario jubilado de 76 años, dijo que no pagó nada por la conversión de la fosa séptica en su casa de Edgewater a las tuberías de conexión con el sistema de alcantarillado municipal, gracias a dólares de subvención del condado.

Dijo que una cuadrilla llegó a su casa en abril, abrió el tanque y lo llenó de arena. Esto puso fin a su ritual mensual de verter el tratamiento séptico Rid-X por el inodoro para mantener limpio el sistema.

Mientras esperan a que llegue más dinero, Coley dice que su equipo tiene mucho trabajo en lugares como Ojus, Coral Terrace y Little River.

“Tenemos un montón de pequeños proyectos en marcha, tenemos que seguir trabajando donde tenemos recursos”, dijo.

Hay nuevas fosas

Mientras que los tanques viejos son el objetivo de la eliminación, el condado sigue aprobando nuevos, sobre todo en las zonas donde no hay tuberías del condado y estaciones de bombeo a las cuales conectarse, como en el sur de Dade. Para ellos, el condado también ha aumentado sus normas sobre los tipos de fosas sépticas que se permiten. Ahora se prefieren las fosas de mejor rendimiento (y más caras), fabricadas con materiales más resistentes o situadas a mayor altura en los montículos de tierra de la propiedad.

Además, ahora todas las fosas sépticas nuevas que se aprueban deben contar con el visto bueno de un ingeniero profesional y los propietarios deben monitorear la fosa durante dos años. Si empieza a tener fugas, los habitantes tienen que pagar para arreglarla de inmediato.

“Hubo un momento en que era más barato poner una fosa séptica de concreto que conectarse”, dijo Regalado. “Ahora es más caro instalar una fosa séptica de fibra de vidrio”.

Más de la mitad de las 105,000 fosas sépticas residenciales del Condado Miami-Dade tienen problemas anuales. Un nuevo informe encargado por el condado muestra que la mitad de las fosas sépticas del condado se averían anualmente, un problema que empeorará el ascenso del nivel del mar.
Más de la mitad de las 105,000 fosas sépticas residenciales del Condado Miami-Dade tienen problemas anuales. Un nuevo informe encargado por el condado muestra que la mitad de las fosas sépticas del condado se averían anualmente, un problema que empeorará el ascenso del nivel del mar.

Aunque Miami-Dade cuenta con una política de los años 70 que pudiera permitirle obligar a los propietarios a conectarse al alcantarillado si están lo suficientemente cerca, nunca la ha usado.

Pero en los últimos años, las normas han cambiado para que sea más difícil no conectarse. Por un lado, Miami-Dade redujo la distancia a la que está obligado a conectarse a “menos de una milla”, dijo Regalado.

“Antes, lo que la gente hacía era, digamos que usted está construyendo una urbanización, se inicia en el lote más atrás para evitar la distancia factible y se trabaja hacia arriba. Eso ya no se puede hacer”, dijo.

El trabajo no está ni mucho menos terminado. El proceso de obtención de permisos de eliminación es arduo, y siguen faltando inspecciones y controles de los depósitos con fugas o rotos. Además, el condado sigue dependiendo en gran medida de que las nuevas urbanizaciones sufraguen los costos de ampliación de las líneas de alcantarillado en nuevas zonas.

Y aún quedan al menos 110,000 depósitos por eliminar, con un tiempo limitado para hacerlo.

Pero Regalado dijo que el progreso solo en los últimos tres años, después de casi medio siglo de estancamiento, es una prueba de que el condado está tomando esto en serio.

“Es algo difícil que tenemos que hacer todos juntos”, dijo. “La gente está empezando a ver que pudiéramos hacerlo, y pudiéramos hacerlo en los próximos años y eso supondría una transformación para nuestra comunidad”.

Douglas Hanks, redactor del Miami Herald, contribuyó a este artículo.