En Miami, cruzar la calle no debe ser un acto que desafíe a la muerte | Editorial

No es su imaginación. Realmente arriesga su vida cuando cruza la calle por aquí. en Miami.

Según un reporte elaborado por Smart Growth America y la National Complete Streets Coalition, la zona de Miami-Fort Lauderdale-Pompano Beach se encuentra entre las 20 áreas metropolitanas más peligrosas para los peatones del país, ocupando el puesto No. 14. (El área de Daytona Beach es la No. 1, aunque eso no es mucho consuelo).

Y el estado de la Florida, en general, se considera el segundo estado más peligroso para los peatones del país, después de Nuevo México.

No es difícil creer que este estudio sea válido. Cualquiera que haya intentado cruzar recientemente el Biscayne Boulevard o cualquier otra vía principal del área metropolitana de Miami puede hablar de los conductores que se pasan los semáforos en rojo y de la mentalidad de que los autos son los reyes.

¿Pero qué hacemos al respecto? Como informó el Miami Herald, los autores de Dangerous By Design 2022 tienen algunas ideas, centradas en el diseño de las calles. El reporte afirma que gran parte de la culpa de nuestra peligrosa situación es que muchas de las calles del país se construyeron “principalmente para que los autos circularan rápidamente a expensas de mantener la seguridad de todos”.

Más aceras, carriles protegidos para ciclistas, pasos para peatones claramente señalizados y un sistema de transporte que permita a quienes no son conductores desplazarse fácilmente de un lugar a otro serían de gran ayuda. También lo sería bajar la velocidad del tráfico.

Necesitamos que se pueda caminar

Esto puede considerarse una herejía en esta zona con tanto tráfico. ¿Es eso posible?, pero no estamos hablando de cambiar el límite de velocidad de la Interestatal 95.

Sin embargo, un centro sustentable debe ser transitable. Además, el caminar tiene que ser agradable; no creemos que sea mucho pedir. Nos alegramos de que en el Condado Miami-Dade se estén adoptando medidas para resolver algunos de estos problemas.

En lo que respecta al diseño de las calles que dan prioridad al automóvil, el hecho de ser un estado del Cinturón del Sol no ha ayudado. Lugares como la Florida crecieron después de la Segunda Guerra Mundial, en la era del automóvil. Muchas ciudades no contaban con centros establecidos y transitables, por lo que las autopistas tuvieron prioridad. Y nunca más volvimos a reconsiderar este tema.

La pandemia también influye. Examinando cinco años de datos, el informe descubrió que en el primer año de la pandemia del COVID-19 hubo más atropellamientos y muertes que en los años anteriores. A pesar de haber menos tráfico en las calles, la gente conducía más rápido.

Como cualquiera que haya conducido por el Palmetto durante ese primer año de la pandemia puede atestiguar, cuando los miamenses ven una avenida abierta, lo ven como un permiso para hacer realidad sus sueños de la película “Fast & Furious”.

Sin embargo, este es el punto principal. Estas son, en su mayor parte, muertes evitables. Las naciones europeas, con una riqueza comparable a la de este país, han reducido las tasas de mortalidad de peatones y ciclistas en los últimos 10 años, mientras que las tasas de Estados Unidos han aumentado, señala el artículo del Herald.

Acción rápida

Kurt Kaminer, portavoz de los programas UHealth WalkSafe y BikeSafe de la Universidad de Miami, dijo al Herald que el enfoque de “Mad Max: Fury Road” del sur de la Florida puede estar empezando a disminuir.

Dijo que después de que dos ciclistas fueran atropellados y murieran en el carril de descenso del Rickenbacker Causeway el 15 de mayo, “el condado, la alcaldesa [Daniella] Levine Cava y el director de transporte y obras públicas [Eulois] Cleckley solucionaron el problema del carril de descenso en un solo día, y soy optimista sobre el hecho de que están comprometidos con la transformación que se necesita”.

Levine Cava, cuyo esposo resultó herido en un accidente de bicicleta en el viaducto en 2018, ha presionado durante mucho tiempo para lograr vías más seguras, desde que era comisionada. El plan Vision Zero del condado sigue abordando el tema, identificando las intersecciones peligrosas y mejorándolas con señales, barreras y ajustando el horario de los semáforos, por ejemplo.

Motivo de optimismo

El condado también está desarrollando un plan maestro de transporte que incluirá a los peatones, las bicicletas y otros medios de transporte. Y está construyendo “redes de micromovilidad”, la primera de las cuales se encuentra en el centro de la ciudad, añadiendo básicamente carriles protegidos para ciclistas a fin de facilitar los desplazamientos cortos, pero con la ventaja añadida de estrechar y bajar un poco la velocidad de las calles, para que los peatones estén más seguros.

Kaminer se mostró optimista. La gente ve ahora “la necesidad y el atractivo de unas calles seguras, de unas opciones de movilidad seguras, de unos desplazamientos seguros y de un tiempo de recreo seguro, y pide un cambio”, dijo. “Quieren que se dé prioridad a los peatones, a los ciclistas y a los usuarios del transporte público: priorizar a los seres humanos sobre los autos”.

Dar prioridad a las personas sobre los autos; o al menos ponerlos en igualdad de condiciones. Ya es hora.