Miami City Ballet se muestra en todo su esplendor como compañía de ballet contemporáneo

Miami City Ballet (MCB), bajo la dirección artística de Lourdes López, ofreció tres funciones de su programa “Spring Mix” en el Arsht Center de Miami el fin de semana del 8 al 10 de marzo.

Las presentaciones en Miami constituyeron un éxito de público enorme y la compañía ya está lista para conquistar igualmente a los espectadores de West Palm Beach que asistan el sábado 23 y el domingo 24 de marzo al Kravis Center para disfrutar del mismo programa en otras tres funciones.

Las obras que integran el programa son “Agon”, de George Balanchine, “Following the Subtle Current Upstream”, de Alonzo King y “Delight”, de Ricardo Amarante. Tres ejemplos de ballet contemporáneo. La primera fue estrenada originalmente en 1957, la segunda en el 2000 y la tercera, la noche que aquí reseñamos.

Stanislav Olshanskyi y Dawn Atkins in “Agon”, coreografía de George Balanchine.
Stanislav Olshanskyi y Dawn Atkins in “Agon”, coreografía de George Balanchine.

Muchos teóricos e historiadores todavía discuten la mejor definición de ballet contemporáneo. Algunos lo hacen estableciendo sus diferencias con el ballet clásico. Otros afirman que todo lo que se hace en un momento histórico es ballet contemporáneo.

La frescura de los jóvenes intérpretes de MCB resuelve el problema entregando una actuación donde el virtuosismo es segunda naturaleza, la interpretación no tiene los manierismos adquiridos por la experiencia y el compromiso al descubrimiento proyecta una lectura generacional compartida sobre el arte de la danza.

“Agon”, la obra de Balanchine que da inicio a la función, cuenta con música original del compositor ruso Igor Stavinsky (1992-1971), forma parte del repertorio de MCB desde 1995 y es descrita en las notas al programa como “un tour de force ambientado en una innovadora partitura de Stravinsky que presenta a doce bailarines que crean movimientos fascinantes mientras se reúnen en parejas, tríos y cuartetos”.

Rui Cruz en “Following the Subtle Current Upstream”, coreografía de Alonzo King.
Rui Cruz en “Following the Subtle Current Upstream”, coreografía de Alonzo King.

Después del intermedio, se presentó el estreno para la compañía de “Following the Subtle Current Upstream”, con coreografía de Alonzo King y música de Zakir Hussain, Miguel Frasconi y Miriam Makeba.

MCB incluye en las notas al programa, una caracterización de la obra según el propio coreógrafo (“una pieza sobre cómo volver a la alegría”) a la que añade que “refleja las bulliciosas olas de la vida y nos recuerda que todo en la naturaleza busca regresar a su origen”.

La función cerró -tras un segundo intermedio- con el estreno mundial de “Delight”, coreografía de Ricardo Amarante que utiliza el hermoso y archiconocido Concierto No.1 para piano en Re menor del compositor alemán Johann Sebastian Bach (1685-1750).

Las notas al programa no dicen mucho sobre la obra de Amarante y se concentran en presentar a su creador como alguien “conocido por crear obras apasionadas” reconocidas por el público y la crítica internacional.

Los bailarines de Miami City Ballet en “Delight”, con coreografía de Ricardo Amarante. De izquierda a derecha, Ariel Rose, Damián Zamorano, Cameron Catazzaro, Samantha Hope Galler, Francisco Schilereff y Harrison Monaco.
Los bailarines de Miami City Ballet en “Delight”, con coreografía de Ricardo Amarante. De izquierda a derecha, Ariel Rose, Damián Zamorano, Cameron Catazzaro, Samantha Hope Galler, Francisco Schilereff y Harrison Monaco.

En realidad, poco importan las susodichas notas -describir obras sin argumento es siempre una tarea ingrata- porque estamos ante un programa donde la realidad supera con creces la elegante presentación escrita y en cuanto se abre el telón usted reconoce la futilidad del esfuerzo.

De manera brillante, los bailarines de MCB abordan el estilo Balanchine sin menoscabar la hermosa pátina del tiempo que lo envuelve y nos recuerdan cuán indemne ha sobrevivido “Agon” el paso de los años.

A continuación, ellos asumen la manera de hacer de King como una divertida afirmación de versatilidad, y en la obra de Amarante, parecen insinuar que la música de Bach ha sido utiizada aquí para expresar la vida siempre en tiempo presente, dándole a lo barroco y lo académico una nueva connotación cultural.

Definitivamente, nada prepara al espectador para el esplendor que derrocha el apogeo de Miami City Ballet. Una agrupación en el punto culminante de su proceso de consolidación como una compañía de ballet contemporáneo, que transmite con serenidad inefable la certeza de sus logros, que parecen acumularse a velocidad vertiginosa.

En este sentido, hay que reconocer el esfuerzo de Lourdes López en la dirección artística por alcanzar esos logros y de Juan José Escalante, en la dirección general, por facilitarlo.

Los resultados altamente alentadores también se evidencian en la manera en que sus bailarines transforman en plural expresivo la ilustración de las ideas que habitan en el lenguaje coreográfico de los creadores más diversos.

Intérpretes exquisitos como Dawn Atkins y Stanislav Olshanskyi, siempre dispuestos a ofrecer lo que es perfectamente adecuado, despiertan profunda admiración en “Agon” por el sofisticado magnetismo del autocontrol emocional que ambos proyectan.

Dawn Atkins y Stanislav Olshanskyi en “Following the Subtle Current Upstream”, coreografía de Alonzo King.
Dawn Atkins y Stanislav Olshanskyi en “Following the Subtle Current Upstream”, coreografía de Alonzo King.

En “Following the Subtle Current Upstream”, las líneas que parecen extenderse más allá de los límites físicos en King, alcanzan en las extremidades de Francisco Schilereff la categoría de descubrimiento expresivo inédito.

El desempeño de Rui Cruz engrandece la propuesta coreográfica por la autenticidad de sus motivaciones, y como solistas, se destacan -nuevamente- Dawn Atkins y Stanislav Olshanskyi, destinados a establecerse como la pareja más atractiva de MCB.

Por su parte, “Delight” es la oportunidad para regocijarse con el atrevido slang coreográfico de Amarante donde adagio significa “keep it cool”. Concebida con una franqueza estilística que se agradece, utilizando los movimientos de enlace con maestría deslumbrante y dividida en tres secciones, “Delight” funciona a la perfección como oferta de entretenimiento y resulta excelente como cierre de función.

Es difícil destacar en “Delight” los desempeños individuales sin sentir que no se le ha hecho justicia al resto de los participantes, pero merece la pena reseñar que la relación entre Ashley Knox y Renan Cerdeiro, y la exuberancia complaciente de Taylor Naturkas, parecen ser las captaciones más elocuentes de las intenciones del coreógrafo.

Ashley Knox y Renan Cerdeiro en “Delight”, coreografía de Ricardo Amarante.
Ashley Knox y Renan Cerdeiro en “Delight”, coreografía de Ricardo Amarante.

Por segunda ocasión -la primera fue para ovacionar la obra de King- el público presente en el Arsht Center se levantó de sus asientos al terminar ‘Delight” y premió a todo el elenco -el magnífico pianista Ciro Foderéincluido- con un aplauso que parecía destinado a no perder el aliento.

Como un auténtico hacedor de milagros, MCB consiguió homologar gustos y méritos en este Spring Mix inolvidable, donde cada intermedio adquirió el carácter de festejo comunitario para compartir comentarios sobre la obra antes vista.

Y la expresión de satisfacción presente en los rostros de los espectadores a la salida del teatro queda en la memoria como afirmación última de la eficacia comunicativa del programa y su trascendencia como logro artístico.

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