Muchos mexicanos me dicen que le gané al Canelo, que me robaron ciento por ciento, pero solo miro adelante

Erislandy Lara quiere pelear más y mejor. Después de subir al ring una vez en el 2020 y otra en el 2021, regresa este sábado para poner fin a un período de inactividad y defender su cinturón de peso mediano “regular” de la AMB contra Gary “Spike” O’Sullivan, en el combate coestelar de la velada Gervonta Davis-Rolando Romero (Showtime PPV y PPV.com, 9 p. m. ET) en el Barclays Center de Brooklyn, Nueva York.

Durante varios años, Lara fue uno de los mejores pesos junior medianos junior del mundo antes de subir a las 160 libras, cuando derrotó por nocaut en el primer asalto a Thomas LaManna para reclamar el cinturón secundario vacante que ahora defenderá por primera vez.

El irlandés O’Sullivan (31-4, 21 KO), de 37 años, ha perdido cada vez que se ha enfrentado a un gran oponente, incluidos Jaime Mungía, David Lemieux, Chris Eubank Jr.y Billy Joe Saunders. La apuesta entonces, no puede ser más segura para Lara. Lo interesantes no es esto, sino lo que pueda venir después.

Cuando supiste que era Sullivan el rival, ¿qué pensaste?

“Nada. Vamos a pelear. Me dijeron Sullivan. Yo no sé quién es, pero vamos a entrenar y prepararme contra él. Voy bien preparado. Eso sí. Subo al ring con mi técnica y con mi experiencia. Yo destinó uno o dos rounds para estudiar al boxeador y ya sé lo que tengo que hacer’’.

No ves nada.

“Eso muy pocos lo hacen. De hecho, te puedo decir que soy el único boxeador cubano que no ve sparrings, ni ninguna pelea de ninguno de los rivales que va a enfrentar. Después de dos rounds, ya yo se lo que viene, cómo viene y qué es lo que me va a tirar. Solo debo ir bien preparado. Lo demás sale solo’’.

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¿Buscas algo en específico para esta pelea?

“No, solo hacer mi trabajo. Claro que voy a subir a ganar, salir victorioso y ya lo demás vendrá solo. Después de esta pelea queremos otra más antes de que se acabe el año. Con el permiso de Dios, ganamos esta pelea y vamos por una muy importante en el siguiente compromiso’’.

Tras el triunfo de Bivol, mucha gente ha vuelto a ver tu pelea con Canelo.

“Es bueno y es malo. Es bueno, porque me tienen presente, porque saben el tipo de pelea que yo hice en su momento contra Canelo y el tipo de boxeador que soy. Bivol es muy inteligente, con pedigrí amateur. Bivol frustró al Canelo y ganó fácilmente la pelea’’.

Muchos ven la pelea a una luz diferente.

“Sabes que aquí en Las Vegas hay muchos mexicanos. Muchos me conocen y me dicen que yo le gané al Canelo, que me robaron ciento por ciento. Pero hay que seguir adelante. De eso ya han pasado siete años. Vamos a ver si vienen cosas buenas’’.

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Este Lara de ahora tiene 39 años...

“Yo no pienso ni en eso. Para mí es un número. Se que el tiempo no pasa por gusto, pero yo me siento bien. Sigo siendo puntal como siempre en el gimnasio, doy lo mejor de mí en los entrenamientos. Me veo con mucho ánimo, con más hambre y deseos de seguir peleando’’.

¿Cuál es tu motivación para seguir?

“Mis hijos, mi familia. Peleo por mis hijos, por mi mujer que está aquí conmigo, acompañándome en el campamento. Por mi mamá. Por las amistades mías de Miami, de Las Vegas. Quiero dar un buen show para que se sientan bien. Todo eso conforma mi motivación. El hambre sigue intacta. Cuando se pierde, se perdió todo’’.

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¿Cuánto ha cambiado aquel Lara del Canelo a este de ahora?

“Mucho. Estoy más maduro, concentrado. Sé lo que quiero. Cuando lo del Canelo, esa fue mi primera gran pelea. He pasado por muchas cosas. Tengo un equipo de trabajo maravilloso con Luis de Cubas Jr. y Al Haymon. He tenido solo dos entrenadores en mi carrera. Empecé con Ismael Salas, luego fue con Ronnie Shields y luego regresé con Ismael. Un solo preparador físico. No he cambiado’’.

Siempre has sido muy reservado, a solas contigo.

“Eso ha sido parte del éxito. Luisito me ha apoyado mucho, mi mujer, la familia. He estado siempre alejado...no quiero estar involucrado en ningún tipo de problema. Tengo mi círculo social bien chiquito y no me salgo de ahí. Siempre estoy tranquilo, que es lo más importante’’.

Siempre que terminas una pelea, te vas de viaje a un lugar lejano.

“Automáticamente, es mi manera de disfrutar de los logros que he tenido. Viajando me desconecto de todo, sobre todo de la vida deportiva. Me relajo con mi mujer. Cuando regreso, entonces la vida continúa’’.