El mercado laboral de Argentina no mejora, con trabajo precario en ascenso
Buenos Aires, 19 sep (EFE).- La tasa de desempleo en Argentina se mantuvo prácticamente estable en el segundo trimestre del año, en niveles que no se registraban desde 2021, con un mercado de trabajo en deterioro, con menos puestos formales y más empleo precario, en un contexto de contracción económica.
Según informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el desempleo bajó en el segundo trimestre al 7,6 %, apenas 0,1 puntos porcentuales respecto al trimestre anterior de 2023 y con un salto de 1,4 puntos en términos interanuales.
El índice de desempleo del segundo trimestre se mantuvo así prácticamente sin cambios respecto a la tasa del 7,7 % del primer trimestre, niveles que no se registraban desde el tercer trimestre de 2021 y que confirma un cambio de ciclo tras haber tocado en el tercer y cuarto trimestre del 2023 el 5,7 %, la menor tasa desde 2016.
El dato no sorprende pues el segundo trimestre se saldó con una caída interanual en el producto interno bruto (PIB) del 1,7 %, contracción que fue severa en sectores con fuerte peso en el mercado laboral, como la construcción, la industria y el comercio.
De acuerdo a los datos del Indec, la cifra de desocupados en los 31 mayores conglomerados urbanos de Argentina considerados en la medición oficial se mantuvo en el segundo trimestre en 1.088.000 personas.
Pero entre abril y junio los puestos de trabajo asalariado formal (trabajadores en relación de dependencia registrados) en las principales ciudades del país cayeron en 100.000, a 6,2 millones, mientras que los empleos asalariados pero informales (no registrados) crecieron en 100.000, a 3,6 millones, los que, además, en forma preocupante, ya representan el 36,4 % de los asalariados en Argentina.
En tanto, los trabajadores por cuenta propia treparon de 3,3 millones en el primer trimestre a 3,5 millones en el segundo.
Estos datos evidencian que, mientras mermó la masa de trabajadores contratados formalmente, aumentó -y con creces- el trabajo precario entre puestos informales y, sobre todo, por cuenta propia.
Esto explica por qué, mientras la tasa de desempleo se mantuvo casi sin cambios, la tasa de empleo creció (44,8 %), a pesar de la merma en las contrataciones formales.
El informe oficial también revela que se mantiene elevada (16 %) la tasa de ocupados que buscan otro empleo, un dato que esconde inconformismo con los ingresos recibidos o la necesidad de sumar un segundo empleo, un fenómeno creciente en un contexto de fuerte pérdida del poder de compra en los hogares ante la elevada inflación en Argentina, que se ubicó entre el 289,4 % y 271,5 % interanual en el segundo trimestre del año.
Otros informes ratifican el deterioro del mercado de trabajo argentino en la primera mitad del año.
Los registros oficiales de la Secretaría de Trabajo dan cuenta de que a finales de junio pasado había 10,109 millones de puestos de empleo registrados (público y privado) en todo el país, lo que implicó una pérdida de 256.000 empleos en el primer semestre.
Como contracara de esa destrucción de empleos formales, el número de personas con un trabajo independiente registrado creció en 203.000 en la primera mitad del año, a un total de 3,195 millones, también según datos oficiales.
Otro dato que evidencia la pérdida de puestos formales de trabajo es que 246.682 cuentas bancarias dejaron de acreditar el pago de remuneraciones durante el primer semestre en Argentina, donde es obligatorio que el empleador deposite el salario que paga en la cuenta bancaria del trabajador.
Los economistas privados que mes a mes consulta el Banco Central para su informe de expectativas proyectan que la tasa de desempleo cerrará 2024 con un índice del 8,1 %, mientras que el PIB se contraería un 3,8 %.
Natalia Kidd
(c) Agencia EFE