Mercado de granos: logística compleja para el trigo

Es clave manejar los tiempos de la comercialización del cereal

Los problemas logísticos que están generando las trabas a la libre circulación de camiones que se dedican al transporte de trigo, harina y alimentos en general pueden agravar aún más el abastecimiento de trigo a los molinos y de harina al sector panadero y a las industrias panificables.

Ocurre que el avance de la cosecha de maíz y de soja han volcado el foco de los productores a esos dos cultivos, para cumplir con los contratos previamente pactados en volumen, precio y mes de entrega, relegando al trigo para su venta en los meses futuros, cuando la coyuntura lo permita.

De acuerdo con la empresa Agroentregas SA, desde el viernes 20 del mes pasado, día en que comenzó a regir el aislamiento obligatorio decretado por el Gobierno para combatir la pandemia mundial de coronavirus, el ingreso de camiones a los puertos agroexportadores del Gran Rosario se redujo un 43%. Según datos de la empresa publicados a través de sus redes sociales, en 11 días entraron a las plantas ubicadas en los puertos del río Paraná un total de 29.862 camiones, casi 23.000 camiones menos que los 52.658 de igual lapso del año pasado.

En adición a toda la problemática ocasionada por la crisis del coronavirus, comenzaron las restricciones en el transporte por parte de numerosos municipios, que prohíben el paso de camiones por las rutas que atraviesan sus ejidos. Ello complica el traslado de mercadería agropecuaria, incluyendo harinas de trigo, subproductos y alimentos en general. Se recuerda que la producción y distribución de granos y de alimentos esta exceptuada de la cuarentena.

Para clarificar la actual situación comercial del trigo y de la harina, en estos momentos los exportadores no tienen trigo disponible y los molinos sí disponen del trigo para la elaboración de harinas. La cadena comercial esta honrando los contratos realizados meses atrás -tanto molinos como exportadores- para poder cumplir con los embarques comprometidos y recibir la materia prima para producir harina y abastecer a las panaderías en el caso de los molinos.

Al cumplir los contratos de venta y de embarque los exportadores garantizan el flujo de divisas, que son muy necesarias en momentos como los actuales.

Partimos de una producción récord de trigo, de 19,5 millones de toneladas. Considerando las ventas declaradas de los exportadores (información del Ministerio de Agricultura) por un total de 12 millones de toneladas y la molienda de trigo, estimada en 4,8 millones de toneladas, el balance neto arroja un saldo de existencias finales de 2,7 millones de toneladas. Este saldo sin vender está en poder de los productores principalmente y en poder de los exportadores que en su momento podrán venderlo a los molinos y así abastecer la demanda interna.

Hoy la sensación es que falta trigo, pues el productor esta vendiendo lo mínimo posible. Conforme pase el tiempo y la situación se normalice, habrá mayor oferta de grano disponible, estimando la misma a partir del segundo semestre. Una situación que ya hemos visto en el pasado.

El autor es fundador de GuruMarket