A Meade todos lo perdonaron en el debate, por atacar a AMLO

Fotos: AP
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El primer debate presidencial se llevó a cabo en el Palacio de Minería. Fue para que los candidatos expusieran sus puntos de vista sobre tres temas: Seguridad Pública y Violencia; Combate a la Corrupción e Impunidad; y Democracia, Pluralismo y Grupos en Situación de Vulnerabilidad. Moderaron Azucena Uresti, Denise Maerker y Sergio Sarmiento.

Por meses las encuestas mantienen el mismo orden de preferencia electoral ubicando en el primer lugar a Andrés Manuel López Obrador, le sigue Ricardo Anaya y en tercer sitio esta José Antonio Meade de quien se dijo en algunos medios que, de no crecer y avanzar en las preferencias electorales, después del debate, podría ser removido de la candidatura y se podría recurrir a una alianza con Ricardo Anaya, con tal de impedir el triunfo de López Obrador.

Con este panorama fue evidente que José Antonio Meade era el más presionado por vencer en el debate para asegurar su presencia en la disputa por la presidencia. Su actuación fue frecuente en el debate mostrado en sus intervenciones conocimiento y dominio de los temas. Cuestionó en todas sus
oportunidades a López Obrador y con menor frecuencia a Ricardo Anaya. En esta dinámica de intercambio destacó que los otros candidatos lo atacaron cuestionaron en pocas ocasiones, lo que podría interpretarse como una especia de convenio de no agresión con sus adversarios.

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En el primer tema, Seguridad Pública y Violencia, José Antonio Meade propuso la aplicación de la ley, la persecución sin límites a los delincuentes, la profesionalización de la policía, el empleo del ejército y la marina, uso de la tecnología y la investigación e inteligencia. Se opuso de manera determinante a la propuesta de amnistía, de López Obrador.

El segundo tema fue Combate a la Corrupción e Impunidad, en este punto Mead destacó que se debe nombrar en breve a un fiscal anticorrupción, cuestionó la opacidad patrimonial de López Obrador y Ricardo Anaya y expresó que es un avance que los diputados aprobaran terminar con el fuero constitucional que protege al presidente de la república, secretarios, gobernadores, legisladores,
magistrados y demás.

El último el tema fue Democracia, Pluralismo y Grupos en Situación de Vulnerabilidad. José Antonio Mead señaló que la Reforma Política es un proceso permanente que debe mejorar a las instituciones que administran la disputa por el poder, para incrementar la credibilidad de sus determinaciones, aunque no sean del agrado de los contendientes. Estuvo de acuerdo en que se legisle sobre la revocación de mandato en caso de no cumplir sus compromisos de campaña.

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Señaló que es necesario destinar más recursos para atender a los grupos en situación de marginación y pobreza.

De los cinco candidatos en debate el menos cuestionado fue José Antonio Meade, sus intervenciones fueron frecuentes y documentadas, es posible que este evento le ayude para salir del estancamiento en el que se encuentra y se empiece a mover hacia el segundo lugar en las encuestas para tener opción de disputar el primer lugar a López Obrador que en el debate, fue el más cuestionado, lo que ya había previsto cuando dijo que asistiría sabiendo que le echarían “montón”.

Quienes saben del tema de los debates aseguran que a esta altura de las campañas la mayoría de los electores ya decidió su voto. Pero pueden servir para que los indecisos sean persuadidos. Los debates son útiles para refrendar un vínculo entre candidatos y ciudadanos. El efecto depende de la percepción del público y por ello en el post debate los comentaristas salen a destacar el papel de
su candidato, como una forma de reforzar a los simpatizantes que comulgan con él.