Mauro Icardi y Wanda Nara, la morbosa fascinación por la vida marital de una pareja del futbol

• Es la historia de una chica común de barrio, que se hizo famosa, se casó con un futbolista y se fue a vivir a Europa

• Pone en jaque ciertos ideales como la familia perfecta y el amor incondicional

• Estas historias suelen ser al revés, algunos pueden sentirlo como la revancha de las mujeres

• La gente se siente habilitada a opinar y lo hace siguiendo sus intuiciones morales

“Otra familia más que te cargaste por zorra”. Con esta contundente historia de Instagram Wanda Nara dio a conocer hace ya casi más de un mes el secreto que había descubierto en el celular de su marido: Mauro Icardi había estado mandándose mensajes de alto contenido erótico con Eugenia “La China” Suárez, una reconocida actriz argentina.

Desde entonces, la polémica entre el futbolista y la empresaria se ha convertido en un tema de interés nacional. Charla central en grupos de Whatsapp y reuniones de amigos o de trabajo, encabezando lo más alto de las tendencias en redes sociales y portales.

¿Por qué genera tanta atracción el escándalo entre Mauro Icardi y Wanda Nara? 

“La historia tiene todos los ingredientes necesarios para provocar la fascinación en los espectadores. Por un lado, pone en jaque ciertos ideales como la familia perfecta y el amor incondicional”, explica a Yahoo en Español la psicoanalista Florencia Groisman. “Por otro, en un mundo en el que el voyeurismo y el exhibicionismo están a la orden del día, el caso no solo permite sumergirse y espiar la intimidad de una pareja rica y famosa, sino que además tiene el condimento especial del tercero en discordia. Esto le brinda al espectador el escenario perfecto en donde depositar sus propias fantasías”, agrega.

Por su parte, la psicóloga Mónica Oberlander describe que si bien el amor, el deseo y la pasión desde siempre han sido temáticas de interés en el Ser Humano, el hecho de que este caso impactará tanto se debe al alto nivel de fama e influencia que tienen sus protagonistas y la exposición que ellos mismos le dieron al caso.

“Estamos en la era de los reality shows y se confunde lo que es la ficción con la vida real. Uno es espectador de la vida de los famosos a través de las redes sociales y en este caso, ella hizo partícipe a la gente cuando se enteró de la infidelidad. No le mandó un mensaje a una amiga. Entonces es una forma de invitar al resto a participar y hacerlos testigos. Uno en cualquier momento podía sumarse al culebrón en vivo”, explica Oberlander.

En este sentido, el sexólogo especialista en vínculos, Mauricio Strugo, en declaraciones dadas a Cadena 3, menciona que a la gente le atrae proyectarse en esos personajes porque a pesar de ser millonarios, tienen los mismos problemas que el resto. “Son personas reales que también se separan, que sacan los trapitos al sol en las redes sociales y a la gente le atrae todo esto. Es como una novela que no queremos perdernos ningún capítulo", describe Strugo.

Por otro lado, muchos especialistas coinciden en que la temática opera como un punto de fuga de la realidad. Las muertes por Covid, el cansancio de la pandemia y las restricciones, la angustia por la inflación y el desempleo, hacen que el chimento (chisme) sea un descanso mental. “La gente habitualmente busca distraerse porque vivimos en una realidad que nos deprime un montón”, opina Strugo.

No eches más morbo al fuego

Estefanía Fryd, periodista, politóloga y productora de LAM, el magazine de espectáculos que tuvo la primicia, le atribuye el gran interés por el caso a la personalidad de Wanda. No por nada las redes lo apodaron “Wandagate”.

“Hay que pensar en cómo la conocimos. Desde que apareció en los medios, causa simpatía en la gente”, explica Fryd en entrevista con Yahoo en Español.

La empresaria tenía 19 años cuando saltó a la fama en 2006. Imágenes de ella que parecían robadas por un paparazzi la presentaban en sociedad, luciendo unos calzoncitos supuestamente de Maradona e insinuando que habrían pasado la noche juntos.

Como con el Wandagate, en aquel momento nadie podía dejar de hablar de ella y al poco tiempo la rubia volvió a protagonizar otra portada. Esta vez semidesnuda y asegurando que era virgen. Con los años se supo que todo había sido una estrategia de Wanda para cumplir con su único objetivo: ser famosa.

En 2008, luego de protagonizar varios escándalos, Wanda formalizó su relación con el jugador Maxi López. Al poco tiempo, la pareja se mudó a Europa, se casó y tuvo tres hijos.

“Es la historia de una chica común de barrio, que se hizo famosa, se casó con un futbolista y se fue a vivir a Europa. No es lo que todas las mujeres quieren, pero lo que muchas sí, y además genera mucha admiración”, sugiere Fryd. “La gente quiere ver sus lujos, ella es aspiracional, una piba cualquiera de un barrio cualquiera, que ahora muy muy rica, tiene mansiones, un vestidor y acceso a las marcas premium”, agrega.

Desde entonces Wanda comenzó a compartir su buena vida en las redes. Se la veía manejar autos de alta gama, lucir costosas carteras y hasta compartir momentos con Mauro Icardi, un joven jugador y amigo íntimo de López.

Luego de ocho años de relación, en los que los rumores de infidelidad de parte de López eran habituales, Wanda decidió ponerle terminar su matrimonio también en las redes.

El amor en tiempos de Twitter

Los tuits de Wanda generaron desconcierto. Se desconocían los motivos de la sorpresiva separación y no habían indicios de los que vendría.

En Italia, Wanda e Icardi se habían convertido en muy buenos amigos, siendo él su sostén cada vez que ella intuía las traiciones de su ex. Al poco tiempo de la separación con López, Icardi le declaró su amor a Wanda en las redes. Primero con una canción y luego...

Wanda y Mauro consolidaron su pareja enfrentando críticas y un gran escándalo mediático, y sentando el precedente del término “Icardear”, que significa algo así como “robarle la novia a un amigo”.

Sobre todo en el ambiente del fútbol, este vínculo se consideró una traición. Desde que se ventiló el romance, en cada partido en el que se enfrentaron Icardi y López, como ocurrió en abril de 2016 durante un encuentro entre Inter y Torino, los jugadores se negaban el saludo.

Además, por este motivo Diego Maradona no convocó a Mauro para que jugara a la Selección Nacional.

“Al público le atrae el morbo de la mujer engañando a su marido futbolista con un amigo futbolista más lindo, más rico y con más proyección. Estas historias suelen ser al revés, algunos pueden sentirlo como la revancha de las mujeres”, opina Fryd.

Pero Wanda es mucho más que la novia de un futbolista. Se transformó en la representante de Icardi y tiene su propio contrato millonario con el PSG. “Casi ningún manager tiene este tipo de acuerdos”, destaca Fryd.

Team Wanda - Team China

A pensar por qué genera tanta fascinación el caso, no es un dato menor que quien apareció en el Wandagate como tercera en discordia sea Eugenia “La China” Suárez una actriz super famosa en Argentina que anteriormente estuvo involucrada en casos similares, y que le valieron el título de “la roba maridos”.

“¿Por qué este tema y no otro? Porque la gente se siente habilitada a opinar, y lo hace siguiendo sus intuiciones morales. Acá no está claro el bien y el mal, entonces hay más lugar para la opinión y se dan bandos: el “Team Wanda” y el “Team China””, explica a Yahoo en Español el filósofo Valentín Muro.

Tanto desde lo social como desde el espectáculo, el Wandagate tiene condimentos que lo vuelven cautivante: entrecruza personajes muy famosos y magnéticos que ponen en juego valores de la sociedad patriarcal como la fidelidad e infidelidad, y la lealtad en los vínculos de amistad. Además, la ostentación del lujo y la exposición de la privacidad, le aportan su sazón a este escándalo recargado por donde se lo mire.

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