Mauro Boselli, el ídolo que León despidió injustamente y ahora recibirá merecido homenaje

Mauro Boselli celebrando el título del Apertura 2013 con el León. (HECTOR GUERRERO/AFP via Getty Images)
Mauro Boselli celebrando el título del Apertura 2013 con el León. (HECTOR GUERRERO/AFP via Getty Images)

Mauro Boselli dejó en León una historia repleta de goles: 130 en todas las competiciones. Además, fue parte medular de aquel bicampeonato esmeralda en los torneos Apertura 2013 y Clausura 2014. El delantero argentino formado en Boca Juniors se ganó la etiqueta de ídolo. Su adiós, sin embargo, fue frustrante para todos. A finales de 2019, la directiva decidió poner fin a su relación con Boselli, que se quedó únicamente a seis goles de convertirse en el máximo anotador de la institución —récord ostentado por Adalberto Dumbo López, con 136 tantos—.

Retirado desde noviembre, Boselli tendrá un homenaje con el León, según anunció el propio club con un video en el que participaron las hijas del exjugador. En las últimas semanas, los aficionados leoneses se esperanzaron con un posible regreso de Boselli. No fue así, pero ahora tendrán la oportunidad de despedirlo a plenitud —le fecha se confirmará próximamente—. Y Andrés Guardado, leyenda del futbol mexicano que jugará en los Panzas Verdes, portará el número 17, de significado muy especial: “Sé lo que representa este número para ustedes, hay una leyenda del club que portó este número, espero que también se identifiquen conmigo con este número, como fue con él”, dijo Guardado en su presentación.

Boselli enfrentando a Lionel Messi en la Final del Mundial de Clubes 2009. Le anotó un gol al Barcelona. (Jasper Juinen - FIFA/FIFA via Getty Images)
Boselli enfrentando a Lionel Messi en la Final del Mundial de Clubes 2009. Le anotó un gol al Barcelona jugando para Estudiantes de la Plata. (Jasper Juinen - FIFA/FIFA via Getty Images)

La carrera de Boselli despuntó cuando dejó Boca Juniors para jugar en Estudiantes de la Plata en 2008. Había mostrado cualidades desde inferiores y por eso acudió al Mundial sub-20 de 2005 con Argentina, en el que fue campeón junto a jugadores como Lionel Messi y Sergio Agüero. En los Xeneizes el titular era Martín Palermo y no había cabida para él. Pero en La Plata encontró todo el futbol que había esperado durante años. A las órdenes de Alejandro Sabella, luego entrenador de Argentina en el Mundial Brasil 2014, Boselli levantó la Copa Libertadores en 2009. Su nivel llamó la atención en Europa. Sin embargo, su paso por Inglaterra con el Wigan, y en Italia con Genoa y Palermo, no cumplió con las expectativas.

Un destino diferente tocó a su puerta en el verano de 2013: Guanajuato, México. León tenia un año de haber ascendido a Primera División. Maravillaban a todos con un futbol eléctrico obra de jugadores como Carlos Gullit Peña, Luis Montes, Darío Burbano y Eisner Loboa. Pero faltaba un delantero letal en el área para aprovechar a cabalidad todas las ocasiones que el equipo de Gustavo Matosas generaba. Y Boselli fue el elegido.

Desde aquella primera campaña, su estampa de ídolo quedó sellada. León ganó el campeonato de Liga MX venciendo al América en la final. Su nuevo delantero anotó dos goles, uno en la Ida y otro en la Vuelta. En aquella primera campaña, Boselli firmó 16 anotaciones: 11 en el torneo regular (subcampeón de goleo, sólo superado por Pablo Velásquez, que hizo 12) y cinco en la Liguilla. León había encontrado así al goleador que soñaba y Boselli, el lugar ideal para proseguir su carrera.

Volvió a dar la vuelta olímpica al año siguiente en la final León vs. Pachuca. En la Vuelta, Boselli anotó el gol del empate global (3-3), que forzó los tiempos extras en el Estadio Hidalgo. Un tanto del capitán Ignacio González le dio el bicampeonato a León, segundo en la historia para un club mexicano en torneos cortos —sólo Pumas lo había tenido antes y únicamente Atlas lo consiguió después—. Boselli no volvió a ganar un título con León desde entonces, pero su rendimiento fue constante torneo a torneo, y el club peleaba recurrentemente los primeros lugares. Además, a nivel individual, fue campeón de goleo en tres ocasiones.

Su etapa en León se saldó con los 130 goles históricos. Aunque durante su mejor momento, en México, coincidió con André-Pierre Gignac, que solía llevarse todos los reflectores, su regularidad lo convirtió en uno de los delanteros más rentables de los últimos veinte años. Se fue a Brasil con Corinthians. Probó suerte en Cerro Porteño de Paraguay. Se retiró en su Estudiantes de la Plata. Todo con un factor común: nunca dejó de anotar. Ahora tendrá su merecido homenaje en la casa que lo consagró como ídolo.

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