Masacre en Haití: corridas y desesperación por un ataque de pandillas que dejó 70 muertos

Un grupo de personas huye de los gases lacrimógenos disparados por la policía para dispersar a los manifestantes que exigían a la policía y al primer ministro medidas inmediatas contra las pandillas en Puerto Príncipe, Haití, el lunes 19 de agosto de 2024. (Foto AP/Odelyn Joseph)
Un grupo de personas huye de los gases lacrimógenos disparados por la policía para dispersar a los manifestantes que exigían a la policía y al primer ministro medidas inmediatas contra las pandillas en Puerto Príncipe, Haití, el lunes 19 de agosto de 2024. (Foto AP/Odelyn Joseph) - Créditos: @Odelyn Joseph

GINEBRA.- Al menos 70 personas -entre ellas diez mujeres y tres bebés- murieron el jueves en un ataque de pandillas en el centro de Haití que hizo correr a cientos de personas para salvar sus vidas, según la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

El atentado tuvo lugar hacia las 3 de la madrugada (hora local) en Pont-Sondé, a unos 100 kilómetros al norte de Puerto Príncipe, la capital. La ciudad se encuentra en el departamento de Artibonite, una región agrícola clave que ha experimentado un aumento de la violencia de las bandas, según el Ministerio de Sanidad.

El ataque se atribuyó a la banda Gran Grif, cuyos miembros utilizaron rifles automáticos para disparar contra la población, según la declaración de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU. En él se indica que al menos 16 personas resultaron gravemente heridas, entre ellas dos miembros de la banda que resultaron heridos durante un tiroteo con la policía haitiana.

“Miembros de la pandilla Gran Grif armados con fusiles automáticos abrieron fuego contra la población y mataron a al menos 70 personas, incluyendo diez mujeres y tres bebés”, indicó en un comunicado la oficina de la ONU para los Derechos Humanos.

Haití, uno de los países más pobres del mundo, está sumido en la anarquía, con la presencia creciente de bandas en la capital Puerto Príncipe y los sistemas de seguridad y salud colapsados.

“Estamos horrorizados por los ataques en Pont Sonde, en el departamento haitiano de Artibonite”, dijo en comunicado el portavoz de la oficina de derechos humanos de la ONU, Thameen Al-Kheetan.

Los miembros de la pandilla “habrían incendiado al menos 45 casas y 34 vehículos”, forzando a los habitantes a huir.

El ataque, parte de la violencia que se extiende por las zonas rurales del país, plantea nuevos retos a la fuerza de seguridad internacional desplegada en Haití desde junio y cuya principal misión es sofocar la violencia alimentada por las bandas.

“Este ataque se produce en medio de un recrudecimiento de la violencia en la región, lo que agrava una situación de seguridad ya de por sí extremadamente precaria”, declaró el Ministerio de Salud en un comunicado. “Esta violencia perturba la vida cotidiana de los residentes, limitando su acceso a los servicios básicos, en particular a la atención sanitaria. La inseguridad persistente también impide las intervenciones humanitarias en determinadas localidades, lo que hace que la situación sea cada vez más crítica”.

Aunque el ministerio estaba tratando de utilizar los recursos de las Naciones Unidas para responder por aire, “las capacidades de intervención directa son muy limitadas, debido al acceso casi imposible a la zona afectada”, dijo el ministerio.

Refuerzos internacionales

Por su parte, el Alto Comisionado llamó “al aumento de la ayuda financiera y logística internacional para la Misión Multinational de Apoyo a la Seguridad (MMAS) en Haití”.

La MMAS está compuesta principalmente por policías keniatas y acaba de comenzar hace poco su misión de apoyo a las fuerzas del orden haitianas.

Estas tienen grandes dificultades para oponerse a las bandas, fuertemente armadas, que se imponen a sangre y fuego en la capital haitiana y sus alrededores desde hace muchos meses.

Haití ha estado inmerso en violencia extrema desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse. Los secuestros y asesinatos aumentaron este año cuando grupos armados rivales se unieron para atacar comisarías, prisiones y hospitales, lo que forzó la renuncia del primer ministro tras el cierre del aeropuerto durante dos meses.

Imagen de archivo de desplazados en un campamento en Haití.
Imagen de archivo de desplazados en un campamento en Haití. - Créditos: @LAURA RAMÍREZ/EUROPA PRESS

Aunque algunas zonas de Puerto Príncipe han vuelto a la normalidad, más de 700.000 personas siguen sin poder regresar a sus hogares y más de 100.000 viven en campamentos. En Artibonite, la banda Gran Grif, cuyo líder Luckson Elan fue sancionado por EE.UU., domina la región.

A fines de septiembre, Estados Unidos anunció sanciones contra el jefe de la pandilla Gran Grif, Luckson Elan, por su involucramiento en graves violaciones de derechos humanos, así como contra un ex miembro del parlamento, Prophane Victor, por su papel en la formación, apoyo y entrega de armamento a las bandas.

Al menos 3661 personas murieron desde enero en el país por la violencia, había indicado el Alto Comisionado de la semana pasada.

Agencia AFP y diario The New York Times

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