Marta Kostyuk brilla en el Australian Open, pero tiene la mente puesta en la guerra en su país

Marta Kostyuk se preparar para sacar; la jugadora ucraniana está muy involucrada en mantener vigentes las noticias sobre la invasión rusa a su país
Marta Kostyuk se preparar para sacar; la jugadora ucraniana está muy involucrada en mantener vigentes las noticias sobre la invasión rusa a su país - Créditos: @JAMES ROSS

En febrero de 2022, Rusia invadió a Ucrania. Un conflicto bélico que continúa, y que ha tenido sus ecos en el mundo del deporte. También en el tenis, cómo no y con más razón en un circuito femenino repleto de jugadoras de ambas nacionalidades. Y aquí ingresa un tercero como Bielorrusia, país aliado de Vladimir Putin, el presidente ruso. Es un litigio doloroso, que ha generado rispideces entre jugadoras que tenían una buena relación, pero la guerra lo ha cambiado todo.

A las tenistas rusas –muchas de ellas ya no viven en su país- les ha costado pronunciarse sobre un tema muy delicado. Cualquiera sea la posición elegida, podrían quedar expuestas en malos términos: “antipatriota”, si critican la invasión de su país; o impulsora de una agresión, en caso de estar de acuerdo con la decisión de su gobierno. Es un terreno escabroso. Del lado de Ucrania, hay quien tomó una actitud directa. La referencia es para Marta Kostyuk. De 21 años, nacida en Kiev, ubicada en el puesto 35º del ranking, ha decidido llevar lo más lejos posible su posición “antirrusa”. Y en el Australian Open ya está instalada en los cuartos de final, después de derrotar a dos rivales de ese país, Elina Avanesyan, y a la juvenil Maria Timofeeva, a la que doblegó con un rotundo 6-2 y 6-1 en su duelo de octavos.

Marta Kostyuk y un mordisco a su raqueta durante el Australian Open
Marta Kostyuk y un mordisco a su raqueta durante el Australian Open - Créditos: @Alessandra Tarantino

A dos años de la invasión, la trascendencia del conflicto ha empezado a ceder terreno en la agenda de noticias mundiales, y esa situación preocupa a las jugadoras ucranianas. Kostyuk puntualizó que la prensa tiene que mantener la noticia viva: “Desafortunadamente la gente se ha olvidado del tema. El problema es que la gente se acostumbra, pero la realidad es que nada ha cambiado. Entiendo que cada uno tiene sus propios problemas, y que debe centrarse en lo suyo, pero yo estoy aquí para recordarles lo que está sucediendo en mi país. Mi familia está ahora mismo en Kiev. Mi madre me envía videos de misiles volando sobre su casa. Y yo siento como si todo el mundo mirara hacia otro lado”.

“(Los periodistas) Quieren el drama, quieren la noticia, quieren esta tensión entre jugadoras. La guerra sigue, la gente muere todos los días, hay gente muriendo todos los días. Todavía no entiendo qué estamos haciendo aquí (en Melbourne)”, insistió.

La rusa Maria Timofeeva deja la cancha luego de su derrota frente a Marta Kostyuk, ocupada en acomodar sus elementos
La rusa Maria Timofeeva deja la cancha luego de su derrota frente a Marta Kostyuk, ocupada en acomodar sus elementos - Créditos: @LILLIAN SUWANRUMPHA

Lo de Kostyuk es un ataque directo. En una mirada al cuadro, en los octavos de final había ocho tenistas –la mitad- de Rusia y Bielorrusia: Aryna Sabalenka, Mirra Andreeva, Anastasia Zakharova, Maria Timofeeva, Elina Avanesyan, Anna Kalinskaya, Anna Blinkova y Victoria Azarenka, dos veces campeona en Melbourne. Del lado ucraniano, además de Kostyuk también seguía Dayana Yastremska, ingresada desde la clasificación y que en la madrugada del lunes eliminó en sets corridos a Azarenka, mientras que Elina Svitolina debió retirarse por lesión cuando perdía 3-0 en el primer set frente a la checa Linda Noskova. Once jugadoras sobre 16 relacionadas con dos países en guerra.

Marta Kostyuk parece ensayar un reclamo; la jugadora ucraniana dejó clara su postura totalmente en contra de los rusos
Marta Kostyuk parece ensayar un reclamo; la jugadora ucraniana dejó clara su postura totalmente en contra de los rusos - Créditos: @LILLIAN SUWANRUMPHA

Cuando Rusia invadió Ucrania en febrero del 2022, hubo un sentimiento generalizado de apoyo hacia Kiev. Wimbledon, incluso, vetó la participación de jugadores rusos y bielorrusos ese año. Pero la ATP y WTA no avalaron esa prohibición, permitieron que los tenistas de ambos países jueguen bajo una bandera “neutral”, en blanco, y además sancionaron al Grand Slam británico por esa decisión unilateral.

Paralelamente, desde el comienzo de la invasión, las jugadoras ucranianas decidieron no saludar a rivales de países vinculados a la invasión. Una situación que generó algunas confusiones; en Roland Garros, en mayo pasado, Kostyuk perdió con Sabalenka. La bielorrusa quedó con su mano extendida al final del duelo, sin respuesta del otro lado de la red. Los espectadores que estaban en el estadio Philippe Chatrier abuchearon a la jugadora ucraniana. “No me lo esperaba. Honestamente, la gente debería estar avergonzada”, respondió Kostyuk ante la reacción del público francés. Sabalenka, actual número 2 del mundo y líder del circuito en algunas semanas el año pasado, fue clara aquella vez en París: “Nadie en este mundo, deportistas rusos o bielorrusos, apoya la guerra. Nadie. ¿Cómo vamos a apoyarla? ¿Por qué tenemos que estar diciendo estas cosas? Desde luego que estamos en contra de la guerra. Si pudiéramos detener la guerra, lo haríamos. Pero, desafortunadamente, no es algo que está bajo nuestro control”, dijo la bielorrusa.

Una postal recordada: Aryna Sabalenka espera con la mano dispuesta y Marta Kostyuk sigue de largo, tras el partido entre ambas en Roland Garros en mayo del año pasado
Una postal recordada: Aryna Sabalenka espera con la mano dispuesta y Marta Kostyuk sigue de largo, tras el partido entre ambas en Roland Garros en mayo del año pasado

Kostyuk no ha desaprovechado ninguna situación que le permita seguir la campaña contra Rusia. En diciembre pasado, recibió una invitación para disputar una exhibición en Bourg-de-Péage. Debía disputar la final de ese certamen frente a Mirra Andreeva, de 16 años. Pero se negó a enfrentar a la juvenil rusa y los organizadores de la prueba debieron conformar un partido “mixto” entre Andreeva y el tenista francés Yanis Ghazouani Durand. Más: el año pasado ganó su único título WTA en Austin. En la final superó a Varvara Gracheva, tenista francesa... nacida en Rusia. Kostyuk se negó a saludarla tras la final y también a posar junto a ella en la entrega de trofeos. Dos años antes se habían enfrentado en el abierto francés, y allí no sólo se habían saludado, sino que todo había terminado con un abrazo entre ambas. Luego, todo cambió.

En las últimas horas, la ucraniana respondió a un posteo de la red oficial del US Open en el que se ve su imagen y el resultado del partido ante Timofeeva, con la bandera rusa al lado del apellido de la perdedora. Kostyuk no pasó por alto el detalle ni mucho menos, y respondió: “Como todos saben, desde el comienzo de la invasión a gran escala, luchamos por la suspensión de los atletas de Rusia y Bielorrusia. Ahora ellos juegan con estatus neutral, SIN banderas. Hemos dicho repetidas veces que el estatus neutral no existe. Y hoy, después de mi victoria sobre una jugadora del país agresor (sic), la bandera rusa fue publicada en el sitio oficial de uno de los más grandes torneos del mundo. Hoy es el 697º día de la guerra, y el mundo del deporte continúa promoviendo a un país asesino y a un país que usa a sus atletas como parte de su propaganda”. Contundente.

En cuartos de final jugará contra la estadounidense Coco Gauff, 4ª del ranking. Pero Kostyuk piensa más allá de los courts, en lo que sucede su país: “Cada día miro a mi alrededor y siento que esto no me importa tanto, es solo un partido de tenis, un torneo de tenis. La vida real es la que está ahí fuera”.