Marsella se revela contra el confinamiento impuesto por el Gobierno francés

Por Noemie Olive

MARSELLA, Francia, 25 sep (Reuters) - Cientos de personas protestaron el viernes en la ciudad francesa de Marsella contra las nuevas y duras medidas implementadas para frenar el nuevo aumento de casos de coronavirus.

La multitud se reunió frente a un tribunal mercantil de la ciudad para denunciar la orden del Gobierno francés de que los restaurantes y bares cierren durante dos semanas a partir del sábado, argumentando que la medida era desproporcionada y que devastaría la economía local.

Algunos propietarios aseguraron que no respetarían la orden, en medio de una creciente frustración en toda Francia por la reimposición de restricciones en la vida pública después de que las infecciones diarias de COVID-19 alcanzasen niveles récord.

"Debemos permanecer (con nuestros negocios) abiertos, no los podrán cerrar todos", dijo Jean-Pierre Cotens, propietario del bar '13 Coins', durante la protesta. "Y si hay una multa, bueno, la aceptaremos, pero será mejor trabajar que cerrar".

La orden de un nuevo confinamiento llegó esta semana después de que el Gobierno central pusiera a Marsella y sus alrededores en el nivel máximo de alerta por la propagación del virus.

Marsella, la segunda ciudad más grande de Francia, se ha convertido en el epicentro de la segunda ola que atraviesa el país. La pandemia ha acabado con la vida de más de 31.500 personas en Francia e infectado a casi medio millón, la segunda cifra más alta de Europa occidental después de España.

"NOS HUMILLAN"

Los políticos locales aseguran, por su parte, que las restricciones anteriores —incluyendo el cierre temprano de bares y la prohibición de fiestas estudiantiles— estaban funcionando y que la última ronda de restricciones era prematura.

"Estamos desesperados. Cuando nos cierran, nos humillan", dijo el hostelero Bernard Marty.

"Esto no sólo penaliza al restaurador detrás de la caja. Es todo un sector en crisis: proveedores, organizadores de eventos, discotecas. ¿Esperan que muramos en silencio?", agregó.

Renaud Muselier, presidente del Consejo Regional de Provenza-Alpes-Costa Azul, que incluye a Marsella, dijo que se presentaría una orden judicial de aplazamiento.

Mientras Francia y otros países europeos tratan de sofocar la segunda ola de infecciones, el primer ministro galo, Jean Caste, dijo el jueves que no se podían descartar los confinamientos selectivos.

París está un escalón por debajo de Marsella, en "alerta reforzada", y los bares y restaurantes tendrán que cerrar a las 10 p.m., mientras que pabellones deportivos y gimnasios quedarán cerrados al público.

(Información de Noemie Olive; escrito por Richard Lough; editado por Mike Collett-White; traducción de Jorge Martínez)