Ex Marlin de la Florida dice que los republicanos deben aprender del béisbol o seguir ponchándose | Opinión

Como ex jugador de los Marlins de la Florida y tradicionalista del béisbol, me mostraba escéptico ante los cambios en las reglas de las Grandes Ligas ( MLB). Después de todo, el pasatiempo estadounidense se ganó ese nombre adhiriéndose a la tradición. Como el pay de manzana o los fuegos artificiales del 4 de Julio, hay cosas que deben dejarse como están, a pesar de los bajos índices de audiencia y el decreciente interés del público.

Pero después de ver los primeros entrenamientos de primavera de este año, me he llevado una grata sorpresa. Los partidos son más cortos y agradables. Es posible ver nueve entradas sin que el reloj marque la medianoche. El producto es más atractivo para el consumidor y para un público que va más allá de los incondicionales.

El béisbol tiene una letanía de lecciones de vida que se trasladan a la política. La voluntad de la MLB de modernizarse debería animar a otro grupo que intenta ampliar su atractivo: el Partido Republicano. He aquí tres paralelismos:

En primer lugar, para aumentar el ritmo del juego, los lanzadores y los bateadores tienen ahora un tiempo limitado para hacer un lanzamiento y llegar a la caja de bateo. Antes, la duración promedio de los partidos era cada vez mayor, de 2.5 horas a principios de la década de 2000 a tres horas y 11 minutos en 2021, según Baseball-Reference.

Si el Partido Republicano quiere volver a nuestras raíces como conservadores fiscales, tenemos que volver a equilibrar los presupuestos. Incluso con la deuda nacional creciendo en $3.7 billones bajo la presidencia de Biden, no basta con criticarle por gastar demasiado. Bajo el mandato de Donald Trump, el nivel de deuda nacional aumentó en $7.8 billones, aproximadamente el 25% de la deuda total actual de $31 billones.

Hace tiempo que es hora de entablar una conversación seria sobre la modernización de los principales programas de beneficios sociales, incluidos Medicare y la Seguridad Social, que representan casi la mitad de todo el gasto federal. No basta con aplazar estas discusiones, especialmente cuando ambos programas se encaminan hacia la insolvencia dentro de una década.

En segundo lugar, la MLB ha aumentado el tamaño de las bases en tres pulgadas para incrementar el número de bases robadas y reducir las lesiones. El Partido Republicano debería ampliar su tienda a los electores más allá de nuestra base y evitar las lesiones autoinfligidas. Los demócratas disfrutan de una ventaja en las ciudades, los republicanos dominan las zonas rurales, pero los suburbios siempre están en juego. En 2020, por primera vez desde la victoria de Barack Obama en 2008, los electores de los suburbios se decidieron por los demócratas. Un margen de 1.2 millones de votos a favor de Trump se convirtió en una ventaja de 600,000 para Biden. Antes de descartar el impacto de 2 millones de votos en unas elecciones con más de 159 millones de boletas emitidas, recuerde que Trump ganó la Casa Blanca en 2016 por una combinación de 80,000 votos en Pennsylvania, Michigan y Wisconsin.

Tercero, eliminar los cambios de posición. En los últimos años, los jardineros se movían de sus posiciones naturales a donde los algoritmos predecían que iría la pelota. El resultado ha sido más outs y menos carreras. El Partido Republicano se ha alejado de sus principios conservadores y ha abrazado el populismo. En lugar de defender nuestras ideas ante los electores, hemos adoptado la política del agravio y la ira. En lugar de dar forma a la opinión pública, nos hemos dejado llevar por ella.

Las posiciones de nuestro partido sobre el libre comercio, el papel de Estados Unidos en el mundo y la intervención del gobierno en el sector privado han cambiado en consecuencia. Cuando no está despotricando contra los “fanáticos del libre comercio” o las “guerras eternas”, el candidato presidencial republicano que lidera las encuestas —Trump— está atacando al gobernador de la Florida DeSantis, que ocupa el segundo lugar, usando tácticas de miedo sobre el recorte de programas gubernamentales. Estos son los mensajes más comúnmente asociados con los demócratas.

El cambio empieza por admitir un problema. El statu quo no es una opción.

La historia no es amable con las entidades que tardan demasiado en mover sus fichas. Fíjese en nombres tan conocidos como Kodak, BlackBerry y BlockBuster, que pasaron de ser líderes del mercado a la irrelevancia por no innovar.

El Partido Republicano ha perdido tres elecciones consecutivas. No basta con confiar en los bajos índices de aprobación de Biden para cambiar nuestra trayectoria. Debemos mirar hacia adentro y dar los pasos necesarios. Si las Grandes Ligas de Béisbol pueden hacerlo, nosotros también.

Geoff Duncan, colaborador de CNN, fue vicegobernador de Georgia entre 2019 y 2023. Es exjugador profesional de béisbol y fue reclutado por los Florida Marlins en 1996. Es autor de “GOP 2.0: How the 2020 Election Can Lead to a Better Way Forward for America’s Conservative Party”.

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