El marino que consiguió perpetrar el mayor robo pirata de la historia

En el último artículo de ‘Cuaderno de Historias’ expliqué cómo un simple y desconocido marinero, llamado Henry Every (aunque muy probablemente su nombre verdadero era Benjamin Bridgeman y el otro un simple apodo) en mayo de 1694 lideró un motín en el barco, fondeado frente a las costas de La Coruña, en el que había sido contratado por la compañía ‘Spanish Expedition Shipping’, convirtiéndose repentinamente en el capitán de un grupo de marinos reconvertidos en piratas.

Ilustración de 1837 representando a Henry Every recibiendo cofres de tesoro tras un abordaje (fuente de la imagen Wikimedia commons)
Ilustración de 1837 representando a Henry Every recibiendo cofres de tesoro tras un abordaje (fuente de la imagen Wikimedia commons)

En tan solo un año pasó de dirigir el barco ‘The Fancy’, (anteriormente llamado ‘Charles II’ y con un par de docenas de marineros a su mando) a comandar una flota de seis embarcaciones y tener bajo su mando a una de las mayores tripulaciones piratas de la época (con cerca de quinientos hombres).

De la noche a la mañana, Every se convirtió en un carismático capitán pirata y lideró el plan para conseguir hacerse con el mayor botín de la historia de la piratería.

Tras su llegada a las inmediaciones de la isla de Madagascar, tras haber liderado el mencionado motín, había estado asaltando diferentes embarcaciones mercantes que por allí transitaban y se le ocurrió la arriesgada empresa de robar los barcos que navegaban por el océano Índico rumbo a La Meca y que eran enviados por el Imperio Mogol de la India, los cuales iban cargados de oro y tesoros.

El emperador mogol, Muhi-ud-Din Muhammad (conocido popularmente como 'Aurangzeb'), era uno de los hombres más ricos y poderosos de la época (en 1695 llevaba reinando cuatro décadas) controlando un extenso territorio que abarcaba la India, Pakistán y Bangladés al completo y zonas de Afganistán, Nepal, Bután y este del Irán. Era de conocimiento popular la cantidad de embarcaciones que anualmente enviaba hacía La Meca cargadas de dinero, joyas y obras de gran valor, coincidiendo con las peregrinaciones musulmanas.

Aquellas flotas iban fuertemente protegidas por escuadras de barcos de guerra y habían sufrido el intento de robo por parte de los piratas en numerosas ocasiones, pero nunca se salieron con la suya los saqueadores marinos.

Los nuevos socios de Henry Every llevaban años intentándolo individualmente, sin haber conseguido buenos resultados hasta entonces y fue gracias a aquella unión que él lideraría lo que propició dar el golpe definitivo a los tesoros de la flota del emperador Aurangzeb.

Dos eran los enormes barcos del Imperio Mogol que navegaban cargados de tesoros (se calcula que eran los que mayor valor en oro, dinero, joyas y obras llevaban a bordo en todo el planeta) y eran llamados ‘Ganj-i-Sawai’ y ‘Fateh Muhammed’, el primero con de 1600 toneladas y el segundo de 600. Ambas embarcaciones poseían a bordo una suma superior a un centenar de cañones, aparte de toda la flota de barcos de guerra (alrededor de 25).

Anualmente siempre era la misma ruta marina la que seguía la flota Mogol hasta La Meca, dirigiéndose desde el sur por el océano Índico hasta mar Rojo a través del estrecho de Mandeb y fue precisamente en aquel mismo punto donde la escuadra de barcos piratas, comandados por Henry Every, esperó, en agosto de 1695, para hacer realizar el ataque y posterior abordaje, con intención de robar los tesoros del emperador Aurangzeb.

Varios de los barcos piratas que se habían unido a Every perecieron durante los ataques, pero The Fancy (que llevaba a bordo 46 cañones y una enorme tripulación) resistió y tras varias jornadas de persecución y asedio consiguió hacerse con las posesiones del barco Mogol ‘Fateh Muhammed’, quienes acabaron rindiéndose y entregando los tesoros que llevaban a bordo. Se calcula que el botín de aquel golpe superaría actualmente los cinco millones de euros.

Pero aquella cantidad les pareció insuficiente a Henry Every y sus socios, quienes querían mucho más y se propusieron conseguir todo lo que llevaba a bordo el otro gran barco Mogol (el ‘Ganj-i-Sawai’).

Tras largas persecuciones y cruentas batallas navales, en la que se produjeron numerosísimas bajas por ambas partes, finalmente los hombres de Every lograron abordar el ‘Ganj-i-Sawai’ y saquear todo lo que llevaba a bordo (se calcula que al cambio actual superaba de largo los 20 millones de euros).

No fue un saqueo sencillo, produciéndose sanguinarias y crueles torturas de los tripulantes del ‘Ganj-i-Sawai’ por parte de los piratas y, a lo largo de varios días, los atacantes violaron repetidamente a las mujeres que viajaban a bordo.

Ilustración del siglo XVIII representando a Henry Every, uno de los piratas más prolíficos de la historia (imagen vía Wikimedia commons)
Ilustración del siglo XVIII representando a Henry Every, uno de los piratas más prolíficos de la historia (imagen vía Wikimedia commons)

La gesta del mayor robo pirata de la historia, conseguida por Henry Every y sus hombres, quedó totalmente emborronada por aquellos deleznables actos de violación sexual que cometieron contra víctimas inocentes.

Nada más se supo sobre su posterior vida, desapareciendo por completo y existiendo numerosísimas hipótesis sobre cuál habría sido el paradero de Every y la mayoría de su tripulación, quienes desaparecieron tras repartirse el suculento botín y no volviendo a dar señales de vida en los siguientes años (al menos con sus verdaderas identidades).

Lo que sí se sabe es que el emperador Mogol, Muhi-ud-Din Muhammad 'Aurangzeb', puso precio a la cabeza de Henry Every, además de enviar una extensa flota de barcos que cerraron el paso a todas las embarcaciones mercantes y comerciales de Inglaterra hacia las Indias Orientales, provocando que el comercio inglés sufriera un varapalo económico sin precedentes. Aquel bloqueo se abrió después de muchos meses y tras ser recompensado el monarca Mogol con una cuantiosa cantidad económica por parte de los ingleses.

Fuente de la imagen: Wikimedia commons

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