Marco Antonio Regil y el error de juventud que marcó su destino en la TV de México

Marco Antonio Regil en una conferencia como parte del Festival Bienestar en Los Candiles en la Ciudad de México. (Photo by Adrián Monroy/Medios y Media/Getty Images)
Marco Antonio Regil en una conferencia como parte del Festival Bienestar en Los Candiles en la Ciudad de México. (Photo by Adrián Monroy/Medios y Media/Getty Images)

Marco Antonio Regil fue en un tiempo el conductor y presentador titular de casi cualquier proyecto en el mundo del espectáculo. Por años nos invitó a formar parte de los donadores del Teletón, fue de los primeros que conoció el nombre de las reinas que representarían a México en los certámenes de belleza, y nos contagió la emoción cada vez que un extraño estuvo a punto de ganarse ¡un auto! en Atínale al precio.

Ahora, después de 26 años, acaba de anunciar su entrada a TV Azteca como conductor principal de la nueva temporada del programa de concurso 'Escape perfecto', con lo cual está muy emocionado.

Pero antes de convertirse en el rostro del optimismo en persona, Regil fue conocido como "el ya casi", porque a pesar de tener presencia en radio, televisión y en vivo en la década de los 1990, su juventud le hizo dudar a Emilio Azcárraga Milmo de su talento. Y fue Raúl Velasco quien le dio el voto de confianza para que todos voltearan a verlo.

MIAMI, FL - MAY 31: Marco Antonio Regil receives award at Premios Estrellas Digitales 2018 at James L. Knight Center on May 31, 2018 in Miami, Florida. (Photo by John Parra/Getty Images for Dalcroma)
Marco Antonio Regil con su galardón de los Premios Estrellas Digitales en 2018 (Foto: John Parra/Getty Images for Dalcroma).

Originario de Ciudad Obregón, Sonora (1969), desde muy joven Regil se sintió atraído por los medios de comunicación, así que comenzó su carrera como locutor en una emisora de radio local, y después viajó a Tijuana, Baja California donde se hizo DJ de radio cuando tenía 15 años de edad. Allí cobró relativa fama. Pero aún con el intercambio cultural con el que convivía en la ciudad fronteriza, decidió mudarse a Ciudad de México con el anhelo de llegar a una audiencia mayor.

Regil tuvo que empezar casi desde cero su carrera en la capital mexicana y como todo joven que busca sobrevivir, tomó cuánto trabajo le ofrecían, uno de ellos fue conducir un Intercolegial de baile, un concurso con los estudiantes de las escuelas más prestigiosas del país. Ahí tuvo su primer encuentro con Raúl Velasco.

"Si querías ser conductor, era con él (Velasco)", contó el extitular de 100 mexicanos dijeron a Fernando Lozano sobre cómo logró convertirse en uno de los favoritos de Televisa. "Era la única puerta y era dificilísimo avanzar", dijo.

COCONUT GROVE, FL - APRIL 19:  Raul Velasco poses at Mauricio Zeilic's birthday celebration at the Grand Bay hotel on April 19, 2006 in Coconut Grove, Florida.  (Photo by Alexander Tamargo/Getty Images)
Raúl Velasco condujo Siempre en domingo, por unos 30 años desde 1969 a 1998 (Foto: Alexander Tamargo/Getty Images).

Raúl Velasco fue catalogado por varios de sus excolaboradores y artistas ya consagrados como un hombre "déspota" y "poderoso" que marcaba quién sí y quién no entraba en los hogares mexicanos a través de la televisión. Regil lo sabía y por eso el día que condujo la final del concurso juvenil donde Karina Velasco, hija del titular de Siempre en domingo participaría, al enterarse de que el conductor estaría presente, quiso darle la importancia que creía merecía.

La final se realizó en el extinto salón Premier. El productor le pidió a Marco Antonio que lo presentara ante los asistentes, así que él procedió a hacerlo; sin embargo, nunca se imaginó la reacción del público. Velasco le hizo gestos con las manos para que no dijera su nombre, pero no entendió, al momento de nombrarlo, el público lo abucheó y él no supo qué hacer para borrar su error producto de la inexperiencia.

Tras bambalinas, preocupado porque creía que era el fin de su carrera (solo dependía de los 2,500 pesos que ganaba como locutor en radio), Velasco lo mandó a llamar. "Me va a regañar, qué hice, la carrera que no tengo me la va a quitar", recordó. Pero lo que siguió, lo hizo llorar y conocer el lado generoso que también tuvo el legendario conductor.

"Yo vengo como papá a ver a mi hija, no vengo a que me presenten, esta es la gente más rica y prepotente que hay en México, este no es mi público, no es el público que nos ve en la tele, pero no vengo a regañarte, vengo a decirte lo que pasó, y quiero decirte que no pasa nada, ya pasó, y quiero decirte, además, que eres muy bueno, eres muy bueno. Te prometo, no solo no estoy enojado contigo, te prometo que cuando pueda, te voy a ayudar".

El abrazo que le brindó el hombre más poderoso de la televisión en ese momento lo sintió como el de un padre que arropa a su hijo, le dijo a Lozano.

En 1993, Marco Antonio Regil tuvo la oportunidad de compartir con otro puñado de locutores mexicanos y extranjeros la experiencia del Festival Acapulco, un proyecto musical lanzado en 1991 por Velasco, producido para Televisa y que se celebró anualmente en la semana entre los dos últimos domingos de mayo en Acapulco, aprovechando el auge del puerto como el destino turístico más visitado el país.

Regil seguía siendo un joven inexperto en el mundo del espectáculo, pero iba aprendiendo. Uno de sus mejores amigos y maestros fue Jesse Cervantes, quien lo llevó a trabajar en el festival, y Lisa Echeverría, quien le ayudó a conseguir entrevistas y así darse a conocer entre las estrellas invitadas. En uno de esos días volvió a encontrarse a Velasco.

"Un día llegó don Raúl a saludar, todos se juntaron, lo vi y dije 'me tiene que recordar, él me prometió algo'. Y me meto entre codazos, lo tenía que captar con una pregunta, voy a chulearlo, 'señor Velasco, estamos en vivo para 102, se está comparando el Festival Acapulco con Viña del mar, ¿usted qué opina?'. Volteó, me contestó, cortamos y ya. Me dijo '¿tú eres el del Premier, verdad?, cómo olvidarte'".

El reencuentro fue el ancla para forjar una colaboración muy estrecha: le otorgó un pase para tener acceso exclusivo a todos los artistas, conciertos y lo referente a la producción del festival y de Siempre en domingo, y de conocer también a su hijo Arturo Velasco, otro de los pilares del programa y quien poco después le comunicó una decisión de su padre.

El conductor contó que un día lo mandaron a llamar para hablar sobre otra de las titulares del festival, Rebecca de Alba, que comenzó a resentir la carga de trabajo. "Tenemos dos opciones: que mi papá salga a conducir en el escenario, o que mi papá te cumpla la promesa que te hizo, ¿qué crees?, te la cumple: hoy conduces en la noche". No solo era conducir en el escenario estelar, sino también tener espacio en la televisión con señal en México, Estados Unidos y Latinoamérica.

La noche fue perfecta para Regil porque estaba dedicada a las agrupaciones juveniles Timbiriche y Magneto. En la presentación de Velasco, este le dio su bendición. "Decidimos darla la oportunidad de que debutara un conductor de Tijuana, que trabaja en 102 Ciudad de México donde tocan esta música", recordó que dijo al que consideraba una especie de rey Midas. "Véanlo ustedes, chéquenlo, me gusta mucho cómo trabaja y yo les pronostico algo, se va a convertir en uno de los mejores conductores de México".

Y no se equivocó, pronto comenzó a ser llamado en más proyectos fuera de radio y más de televisión, hasta que en 1997 tuvo la gran oportunidad para ser titular en el programa de concursos La rueda de la fortuna, hasta que lo vio Emilio Azcárraga Milmo.

"Hice el casting en Los Ángeles, me quedé, tenía ropa comprada, todo, pero don Emilio Azcárrga dijo no, que estaba muy chavo". El rechazo lo destrozó y el programa fue para Laura Flores.

Pero poco después llegó a sus manos Atínale al precio, al que le siguieron 100 mexicanos dijeron, 100 latinos dijeron, Todo el mundo cree que sabe, Mi sueño es bailar, Teletón, Minuto para ganar VIP, e incluso una participación en la película Megamente como "Metro Man".

En el 2003 tuvo la oportunidad de reconocer públicamente y en un escenario la ayuda de Raúl Velasco cuando se estrenó Gran Musical, un proyecto que buscaba retomar el espacio dejado por Siempre en domingo cinco años atrás.

Aquella noche no se escucharon los abucheos como ocurrió la primera vez que se encontraron. Los aplausos, vítores y una semblanza sobre la carrera de Velasco quedaron como un homenaje que le debía. "Ojalá, querido Marco, que con el paso de los años, tú logres ver estos momentos de la televisión, disfrutando del cariño del público que ya has conquistado, con tu sonrisa, con tus buenos deseos de llevar un programa de familia".

Marco Antonio Regil lo ha logrado, además de convertirse en uno de los conductores consentidos de la televisión. En 2017 recibió el premio Marcas de Confianza de la Revista Selecciones México, además de ser un importante conferencista y activista por la defensa de los derechos de los animales.

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