Marcha por la democracia busca defender derechos, no candidaturas, aseguran organizadores
Los organizadores de la “marcha por la democracia” de este domingo se esforzaron en remarcar que la movilización con la que congregaron a miles de personas no buscaba incidir a favor o en contra de algún aspirante en los próximos comicios, pero el tema central de la jornada fueron las elecciones del próximo 2 de junio.
Durante la jornada hubo carteles y leyendas en contra de la virtual candidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum, y el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Tal como ocurrió en la concentración previa de febrero de 2022, los asistentes corearon “Fuera López” y cuando una de las promotoras de la manifestación, Ana Lucía Medina, leyó sobre el templete el quinto punto del decálogo de la manifestación que exige blindar la elección de financiamiento del narco, en la plancha del Zócalo capitalino estalló el coro #Narcopresidente.
La etiqueta que obedece, de acuerdo con el dirigente morenista Mario Delgado a una campaña sucia orquesta con bots en las redes sociales, se materializó en gritos durante la llamada marcha por la democracia.
Marcha por la democracia en el Zócalo: llaman a votar libremente el 2 de junio
En entrevista, Ana Lucía Medina aseguró que la concentración va a impactar en la jornada electoral; sin embargo, defendió que no buscaron apoyar a Xóchitl Gálvez.
“Claro que va a impactar en el 2 de junio porque nosotros vinimos a pedirle a los ciudadanos que participen en la promoción del voto libre e informado y creo que es un compromiso de todos los que estamos aquí que nos llevamos y vamos a replicar (…) Nuestra convocatoria, nuestros mensajes, estaban destinados a la defensa de la democracia y del voto libre, de las instituciones, de los derechos, de las libertades. No tenían la finalidad de promover ninguna candidatura ni ningún partido político, no fue un acto proselitista, fue un acto de promoción de la participación ciudadana”.
El concepto más repetido antes y durante la movilización fue “democracia”.
Organizadores descartan actor proselitista en marcha de la “marea rosa”
El empresario Claudio X. González, presidente de Unid@s, la asociación que organizó la movilización y al mismo tiempo apoya la candidatura de Xóchitl Gálvez, también rechazó que busquen canalizar las concentraciones en contra de las políticas del gobierno federal hacia las elecciones.
“No, los ciudadanos estamos en la defensa de lo nuestro. Éste, como ustedes pudieron, ver fue un evento sin consignas partidistas, sin favoritismo partidista, es en defensa de la democracia y libertad”, aseguró.
Desde el templete, Fernando Belaunzarán enfatizó que no se trató de un acto proselitista ni en contra o a favor de algún militante. Lo mismo enfatizó el exconsejero electoral Lorenzo Córdova, quien se sumó como orador de la manifestación tras una invitación del Instituto de Estudios para la Transición de la Democracia, entre cuyos integrantes están José Woldenberg, Ricardo Becerra, Marta Lamas, Raúl Trejo Delarbre, Ricardo Raphael de la Madrid y Pedro Salazar.
Acuden a marcha en el Zócalo políticos de la oposición
Pese a que Xóchitl Gálvez anunció que no acudiría a la protesta para “no desviar” el objetivo y evitar una denuncia por actos anticipados de campaña, los protagonistas de la coalición opositora en el proceso electoral estuvieron presentes.
Acudieron los presidentes de dos de los tres partidos que arropan la candidatura de la panista, Marko Cortés del PAN y Jesús Zambrano del PRD.
“Yo tengo mucha confianza en que la gente al decidir libremente con su voto el futuro inmediato de México invierta la continuidad de esta ruta autoritaria. Tengo la confianza de que los vamos a derrotar a las urnas”, dijo Zambrano.
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Del equipo de la aspirante asistió Fernando Rodríguez Doval, encargado del Comité de Contenido en la candidatura presidencial, así como el priista Enrique de la Madrid, coordinador del programa de gobierno del Frente Amplio.
También el panista Gustavo Madero, que sostenía con otras personas una manta del Frente Cívico Nacional y coreaba “Vamos de frente, sin narcopresidente”.
En el mismo grupo estaba el senador Emilio Álvarez Icaza, quien acompañó a Gálvez y a Santiago Taboada, candidato de la coalición PAN, PRI y PRD a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, a Washington, donde acusaron presunta persecución política tras la investigación de la red de corrupción inmobiliaria en la alcaldía Benito Juárez, donde ha gobernado el grupo político del aspirante panista.
Senador exmorenista participa en la marcha por la democracia
Otro que llegó con un suéter rosa fue el senador Alejandro Rojas Díaz Durán, que dijo en entrevista que se trata de “una nueva insurrección política” y “cívica” ante una elección de Estado.
Hasta hace unos meses el senador apoyaba a Ricardo Monreal en el proceso para definir la candidatura presidencial de Morena. Hoy se sumó al proyecto de Xóchitl Gálvez tras renunciar a ese partido.
“Me siento tranquilo conmigo mismo, con mi conciencia, yo sigo con mis mismo principios, porque los que traicionaron los principios fueron ellos, los que traicionaron el proyecto de nación fue el presidente López Obrador, Morena y la doctora Claudia Sheinbaum (…) Este es el inicio de este proceso de insurrección cívica que va a construir un tsunami popular, que va a aplastar las pretensiones autoritarias del presidente López Obrador”.
“Aquí está la conciencia que va a eclosionar el día 2 de junio y vamos a ganar”, afirmó.
Alejandro Moreno, el presidente del PRI, no acudió al Zócalo debido a que se encuentra como observador electoral en República Dominicana. Pero lanzó un mensaje en sus redes celebrando la manifestación.
La diputada panista Margarita Zavala llegó con su hijo Luis Felipe Calderón, quien más tarde publicó una fotografía con su madre y su hermano Fernando en el primer cuadro de la ciudad, con el mensaje de que “en familia” defenderán “la democracia a muerte”.
Krauze y Cossío, entre los asistentes
Lorenzo Córdova fue acompañado en el templete por los dos oradores de las manifestaciones previas, el exconsejero del ya extinto Instituto Federal Electoral, José Woldenberg, y el exministro de la Suprema Corte, Ramón Cossío Villegas.
El historiador Enrique Krauze dimensionó el evento como una movilización similar a la de 1968, que terminó con el asesinato de estudiantes que se manifestaban en Tlatelolco a manos del Ejército.
Otros fueron más cautos en sus comparaciones, como el exministro Cossío Villegas, que dijo que si no son las mismas condiciones sí se busca conservar lo ganado por la lucha estudiantil.
“Afortunadamente no (es similar), pero en el México del 68 se estaba tratando de destruir una condición democrática y por el lado de los estudiantes de ampliarlas. Aquí me parece que lo que se está tratando de hacer es mantener las condiciones democráticas como se dijo en las intervenciones para que todos quepamos en un México plural y un México democrático”, declaró ante medios de comunicación al retirarse de la plaza.
Arman muro antiAMLO en vallas que resguardaban Palacio Nacional
Sobre el muro metálico que cubrió Palacio Nacional, los manifestantes pegaron algunos mensajes: “No al Estado narco militar”; “Fuera el intervencionismo federal”; “No a las prácticas antidemocráticas”; “En favor de la democracia, no a la dictadura. No al autoritarismo” y “No soy bot, lo hago gratis”.
Guadalupe Martínez, ama de casa, posaba en el muro con todos los mensajes y pidió a su esposo que la retratara junto a una pancarta que decía “#ClaudiaNarcocandidata”. La mujer de 36 años de edad aseguró que no milita en ningún partido y que llegó a la movilización porque no está de acuerdo con “las leyes que promulgó López Obrador”.
“Nunca se hace responsable de lo que dice, siempre le echa la culpa al otro gobierno, siempre busca excusas, de todas sus actuaciones hace culpables a los demás”, dijo sobre la personalidad de López Obrador.
Alejandra Molinar, quien acaba de abrir un negocio de venta de chocolates, reconoció que para ella la protesta sí tiene fines electorales, aunque rechazó que fuera convocada por los partidos opositores. Sobre sus motivos para participar comentó que muchas de las iniciativas propuestas por el presidente “van en contra de la democracia” y aseguró que ella busca ser parte de un país más justo.
“Al final del día no se busca una agenda más que un voto libre”, opinó.
Cómo llegaron los asistentes a la marcha por la democracia
Desde las nueve de la mañana, decenas de autobuses fueron estacionados en torno a la Alameda Central. Junto con cientos de personas uniformadas con gorras verdes se encontraba la alcaldesa panista Lía Limón, quien reconoció que los asistentes eran vecinos de su alcaldía a quien invitó abiertamente, pero negó darles transporte u otros apoyos. A unos metros, un hombre con una lista en la mano que se negó a hablar y huyó minutos antes para evitar preguntas.
Otras personas asistieron solas o en pequeños grupos para manifestar su desacuerdo con los planteamientos presidenciales.
Cuatro amigas, Virginia Godínez, Magdalena Vázquez, Carolina Martell y Esperanza Santana, provenientes de Satélite en Naucalpan, Estado de México llegaron por la misma razón: defensa de la democracia y defensa del voto. Una de sus preocupaciones es que los ministros de la Corte sean elegidos por voto directo.
“López Obrador no ha aceptado derrotas. Esta no tiene por qué ser la excepción. Están trabajando para definir esta elección a su favor y eso no lo vamos a permitir los mexicanos”, advierte Virginia Godínez.
Las mujeres aseguran que las encuestas que colocan a Claudia Sheinbaum como la puntera en las encuestas presidenciales no son reales.
“Son manejadas por el gobierno. Están pagadas con nuestro dinero. Manipuladas totalmente”, acusó una de ellas.
¿Qué es la llamada marea rosa en México?
El antecedente es la marcha en “defensa del INE”, tras la propuesta de reforma electoral del presidente López Obrador y que entre otros puntos incluía desaparecer a los institutos electorales locales y concentrar los comicios de todo el país en el nuevo Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC).
Los organizadores de la manifestación recordaron desde el templete que todo inició el 13 de noviembre de 2022, cuando según sus propios cálculos un millón de personas se manifestaron en 60 ciudades de México.
A partir de ahí, nació lo que llamaron la “Marea Rosa”; aquella primera concentración fue en la Plaza de la República, frente al Monumento de la Revolución.
Después de tres meses, el 26 de febrero de 2023, 1.5 millones de personas, de acuerdo con las estimaciones de las organizaciones, se reunieron en un centenar de ciudades de México y el extranjero. Llenaron por primera vez el Zócalo capitalino.
La diferencia entre las cifras de asistentes fue amplia. Mientras los organizadores refirieron que alcanzaron hasta 200 mil personas, el entonces secretario de Gobierno Martí Batres dijo que acaso habrían alcanzado las 12 mil asistentes. Fue la primera manifestación anti-López Obrador con una consistencia real, que provocó que el presidente respondiera con una multitudinaria manifestación que encabezó desde el Ángel de la Independencia al Zócalo capitalino.
Cuando AMLO anunció a principios de enero pasado que presentaría un nuevo paquete de reformas constitucionales, las organizaciones anunciaron que realizarían la manifestación en la capital mexicana y decenas de ciudades más en México y el extranjero.
En esta ocasión también fue abismal la diferencia en las cifras de los asistentes a la movilización: mientras los organizadores aseguran que llegaron 700 mil personas, la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México dio una cifra oficial seis veces menor: 90 mil asistentes.
Para este 18 de febrero hubo protestas en ciudades de Estados Unidos, España, Inglaterra, Canadá y Francia, con la suma de 250 organizaciones.
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