Marcelo Figueroa: “La designación de Tucho Fernández en el Vaticano es un aire fresco para el mundo cristiano no católico”

El arzobispo Victor Manuel
El arzobispo Victor Manuel "Tucho" Fernández, la semana pasada, con el Papa

ROMA.- El teólogo y biblista protestante Marcelo Figueroa no tiene dudas. La inesperada designación del arzobispo Víctor Manuel “Tucho” Fernández al frente del Dicasterio para la Doctrina de la Fe –la ex Santa Inquisición, uno de los “ministerios” más importantes de la curia romana, que se conoció el sábado pasado y que causó mucho ruido en el Vaticano- significa “aire fresco para el mundo cristiano no católico”, así como “un antes y un después”.

“Para mí van a ser vientos de cambio importantes, que van a llevar tiempo. Pero me siento muy confiado, muy alegre y muy esperanzado. Como protestante, la designación de Fernández ha sido una noticia sumamente alentadora”, dijo a LA NACION Figueroa, presbítero de la Iglesia Presbiteriana en la Argentina, exdirector general de la Sociedad Bíblica Argentina y amigo personal de Jorge Bergoglio.

Figueroa, quien junto al rabino Abraham Skorka y el entonces cardenal Bergoglio, participó y produjo por casi tres años un programa televisivo interreligioso Biblia, diálogo vigente, que luego se transformó en un libro y ganó un Martín Fierro, habló así al margen de la presentación en el Vaticano de la versión en español de su último libro, La diversidad reconciliada. Un protestante en el periódico del Papa.

La obra, que testimonia cómo por primera vez en más de 160 años un protestante pudo convertirse en columnista de L’Osservatore Romano, el diario del Papa, algo sin precedente, fue presentada este martes en la nueva sede de la Pontificia Comisión para América Latina (PCAL). Junto al autor, participaron monseñor Lucio Ruiz, número dos del Dicasterio para la Comunicación; Emilce Cuda, secretaria de la PCAL y que firma también la introducción del libro; Gabriela Sacco, directora del Instituto para el Diálogo Global y la Cultura del Encuentro de Argentina; y Franco Bartolacci, rector de la Universidad Nacional de Rosario.

-Como biblista y teólogo, ¿qué lectura le da a la designación del arzobispo saliente de La Plata Víctor “Tucho” Fernández al frente del Dicasterio para la Doctrina de la Fe?

-Una nota personal: yo conozco a “Tucho” Fernández desde hace 25 años, como biblista y hemos viajado juntos dando conferencias sobre la Biblia. Es un teólogo y es un biblista exquisito. Él me enseñó muchísimo, lo leo permanentemente, nos hemos encontrado y desde el punto de vista bíblico, teológico, su conocimiento profundo de la fe católica, su sentido ecuménico, sus escritos, me han ayudado a comprender mejor al papa Francisco. Para mí ha sido una herramienta indispensable. Obviamente, su rol en la Conferencia de Aparecida (2007) ha sido fundamental, de manera que yo tomé la designación de Víctor Fernández como algo hasta natural, de tener un teólogo, un hombre de una formación tan profunda y conocedor tan profundamente de Francisco y de Bergoglio y su pensamiento como nadie. Me sorprendió gratamente. Creo que es un hombre de Dios con una capacidad, un compromiso, una comprensión del pensamiento de Francisco de toda la vida y un académico biblista de referencia indispensable, para mí, desde hace 25 años.

-En la carta que el Papa le escribió el día de su nombramiento le dijo que esperaba de él “algo muy diferente” de lo que en otras épocas fue el DDF, que llegó a utilizar métodos inmorales y que en lugar de promover el saber teológico perseguía errores doctrinales. ¿En este sentido histórico, usted, como protestante, qué piensa de la designación de un prelado abierto como Fernández?

-Claramente va a estar en un lugar donde, como dice claramente la carta de Francisco, el exSanto Oficio ha sido usado y conocido por el mundo por el control y la condena. No me veo autorizado para hablar en nombre de los protestantes, pero yo, como protestante, puedo decir que me da mucha esperanza y mucha alegría saber que ahora está Fernández en un lugar, la Doctrina de la Fe, donde realmente va a ser un antes y un después con lo que tiene que ver con la relación de las iglesias cristianas protestantes y ortodoxas. Es un aire fresco para el mundo cristiano no católico. Para mí van a ser vientos de cambio importantes, que van a llevar tiempo, pero me siento muy confiado, muy alegre y muy esperanzado en eso. Como protestante, ha sido una noticia sumamente alentadora.

El biblista y teólogo protestante Marcelo Figueroa
El biblista y teólogo protestante Marcelo Figueroa - Créditos: @Elisabetta Piqué

-Habrá visto que desde sus blogs, los sectores ultraconservadores reaccionaron mal...

-Verdaderamente, creo que los sectores ultraconservadores y fundamentalistas de todo tipo siempre van a ver mal estos gestos de Francisco. Creo que era esperable, no seamos ingenuos, pero la verdad es que Fernández siempre ha recibido este tipo de críticas por estar cerca de Francisco, por su forma de ejercer en el seminario, como arzobispo de La Plata, por su forma de defender claramente a Francisco en los momentos que en la Argentina se lo criticaba más duramente. Entonces, la pluma de Fernández fue inspiradora para muchos de nosotros que quizás no encontrábamos argumentos tan profundos, no para defenderlo porque no hay que defender a Francisco, sino para argumentar con seriedad algunas cosas falsas que se decían. Y el ataque que él recibió en lo personal fue por ese tipo de defensa. Él está acostumbrado.

-¿Piensa que en el Vaticano, antes más vaticanocéntrico y eurocéntrico, de alguna forma existe cierto sentido de superioridad de todo lo que es europeo en cuanto a teología, que, bien o mal, desprecia a lo que viene desde América del Sur?

-Lamentablemente, tengo la impresión que sí, que hay algo de eso. Me parece que en general la visión eurocéntrica sigue estando, pero confío en que realmente estos gestos grandes como el de la designación de Fernández, el primer argentino que Francisco nombra en diez años al frente de un puesto clave de la curia romana, el primer latinoamericano en el DDF y todo lo que ha sembrado, va a mejorar muchísimo la situación. Porque él trae consigo todo un bagaje de una lectura de la doctrina de la fe desde una visión periférica, de Latinoamérica, de la Argentina. O sea, va trayendo los aires de la periferia de Francisco hacia el Vaticano y esto es sumamente importante, y más teniendo en cuenta que es una persona con una formación excelente, exquisita. Pero los anteojos de él son de una mirada de Latinoameríca, fuertemente arraigada y creo que eso va a ayudar.

-¿Cómo lo vio al papa Francisco?

-Estuve con él, justamente entregándole el libro de manera oficial y, con toda franqueza, lo vi muy bien, incluso más delgado de la última vez que lo vi, en marzo. Lo vi de buen talante, tranquilo, de buen humor, saludable. Obviamente es una persona grande, que viene de haber tenido una operación importante y demás, pero lo vi muchísimo mejor de lo que mi poca fe me decía. Estoy muy feliz de cómo lo vi, lúcido como siempre.