Mar del Plata. Otra violenta pelea entre grupos de jóvenes en un bar de playa

La policía reforzó los controles en los balnearios de Mar del Plata
Fuente: Archivo - Crédito: Mauro V. Rizzi

MAR DEL PLATA.- Otro episodio de violencia juvenil en el contexto de locales nocturnos ocurrió en esta ciudad. Después del caso de Matías Montín, de 20 años, internado esta semana tras sufrir un ataque a golpes en la cabeza cuando estaba en una discoteca de Playa Grande, ahora se abrió una causa para investigar lesiones denunciadas por cuatro jóvenes que, además, señalaron que los agresores los persiguieron por la ruta 11 luego de haber coincidido en un bar de playa en la zona del barrio Alfar.

Ambas investigaciones recaen en la fiscal Andrea Gómez, que en las últimas horas sumó testimonios de las víctimas de esta última agresión, ocurrida en la noche del jueves pasado. Todos los denunciantes presentaban contusiones y uno de ellos pérdida de piezas dentarias, según detallaron fuentes judiciales.

Por la descripción que dieron las víctimas de uno de los atacantes y la patente del auto en el que este se movilizaba, los investigadores identificaron a uno de los agresores como Felipe Máscolo, que sería jugador de rugby en el plantel superior de Buenos Aires C&R. La acusación también alcanzaría a quienes lo acompañaban en esa gresca.

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El relato de las víctimas da cuenta de un cruce entre grupos, al igual que ocurrió con la golpiza que sufrió Montín el pasado martes en el boliche Ananá, caso por el que hay tres imputados, dos de los cuales fueron acusados de lesiones graves y lesiones leves en riña y enviados a la cárcel de Batán.

Este nuevo hecho que tomó trascendencia por el avance de la causa judicial se produjo durante la madrugada del jueves último en el bar que funciona en el parador La Caseta, sobre la ruta interbalnearia que vincula a esta ciudad con Miramar.

Insólita persecución

Los denunciantes coincidieron en detallar un enfrentamiento entre grupos que pudo haber terminado allí mismo. Sin embargo, hicieron referencia a una situación de ensañamiento de algunos de los miembros que los enfrentaban, por lo que decidieron salir del lugar.

En el camino a la ruta parte del grupo -que en total era de 12 amigos- pudo irse en algunos autos y otros lograron subirse al ómnibus de transporte público que recorre esa ruta, en este caso en sentido a Mar del Plata. Desde allí pudieron advertir que eran perseguidos por al menos dos personas que circulaban en un utilitario Renault Kangoo.

El vehículo se cruzó delante del colectivo para impedirle el paso y obligar a detenerse. Allí fue donde, según informan las fuentes judiciales a partir del testimonio de las víctimas y de algunos testigos, los agresores -uno de ellos sería Máscolo- se subieron a la unidad de transporte con la intención de agredir a los ahora denunciantes. La intervención del chofer evitó que la pelea continuara dentro de esa unidad.

La investigación judicial suma por estas horas distintos aportes de datos y evidencias. Se solicitaron también registros de cámaras de seguridad en el balneario y bar donde se originó todo y en el recorrido de ruta para avanzar en una reconstrucción más precisa de lo sucedido.

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La fiscal Gómez instruye este caso bajo las carátulas de lesiones leves y lesiones graves, estas últimas para el caso del joven que sufrió heridas importantes en la boca, con rotura y pérdida de algunos dientes debido a los golpes recibidos.

Los delitos son similares a los del caso Montín. Allí hay acusación por lesiones graves contra Gabriel Galvano, que fue quien lo golpeó con una botella en la cabeza.

En tanto afrontan un proceso penal por lesiones leves en riña los otros dos acusados en esta causa: Guillermo Bracamonte, hijo del jefe de la barrabrava de Rosario Central, y el futbolista de Arsenal Matías Belloso, el único de los tres que permanece en libertad.