El mapa del dengue: afirman que la epidemia es “más de seis veces mayor” que el año pasado y continúan las muertes
Una nueva actualización de las cifras oficiales de la epidemia de dengue refiere que la magnitud en todo el territorio es “algo más de seis veces mayor” que la del año pasado a esta altura de la temporada de esta enfermedad transmitida por mosquitos.
Esos registros, que son una muestra de lo que sucede en barrios y hospitales de los distritos más afectados, dan cuenta de que hay 163.419 casos diagnosticados solo en lo que va del año –el crecimiento de la curva epidémica se ubica a mediados de noviembre de 2023– entre los más de 260.000 casos probables que notificaron las jurisdicciones hasta el 23 de este mes, fecha a la que el Ministerio de Salud de la Nación actualizó esta mañana los datos del Boletín Epidemiológico Nacional.
En lo que va del año, se están informando 119 casos fatales entre los 129 decesos asociados con la enfermedad desde agosto pasado, mes en que las autoridades sanitarias consideran el inicio del “año” epidemiológico para dengue (las notificaciones desde entonces ascienden a 295.031 y las confirmaciones, a 180.529). Quince provincias informaron fallecimientos: tenían entre 1 y 91 años.
Se mantiene en 19 la cantidad de provincias en las que está circulando el virus del dengue, incluida La Pampa en la región sur, de acuerdo con el informe oficial.
“Con la información disponible hasta el momento, durante las semanas [del 8 al 16 de este mes] se ha superado el número de casos respecto al máximo previo (que se había registrado en la semana entre el 26 de marzo y el 1 de abril] de 2023, cuando se habían contabilizado 18.211 casos”, destaca el equipo de Epidemiología de la cartera sanitaria nacional entre las características que van definiendo la epidemia de este año con respecto de las anteriores.
Además de mencionar que las infecciones que están contabilizando hasta la semana del 17 al 23 de este mes son “algo más de seis veces que lo registrado en el mismo período” de las temporadas 2022-2023 y 2015-2016, las estiman en “10 veces lo registrado en el mismo período de 2019-2020″, que se llegó a superponer con el comienzo de la pandemia de Covid-19.
La epidemia sigue creciendo, como en las últimas semanas, en el centro del país y, con menos velocidad que desde noviembre pasado, en las provincias del noreste, aunque en todas se siguen reportando más infecciones semana a semana, incluida la zona de Cuyo, donde el impacto esta temporada muestra ser menor en los registros oficiales a partir del que LA NACION elabora el mapa de la epidemia a modo de referencia.
Como publicó este medio tras una recorrida en los barrios de distritos del conurbano bonaerense, padres, profesionales y docentes refieren contagios entre los chicos y los adolescentes tras el inicio de las clases. Oficialmente, los casos confirmados incluyen 26.908 menores de 15 (entre los que 51 se diagnosticaron como casos graves); hubo 11 fallecimientos en esas edades. Se contabilizaron también 669 casos de dengue en embarazadas; siete con una forma grave de la enfermedad y un deceso atribuido a la infección.
Recomendación
En el laboratorio nacional de referencia para el diagnóstico de dengue y otras arbovirosis afirman que, en el contexto epidémico actual, todo caso considerado dengue por diagnóstico clínico (síntomas) y nexo epidemiológico (en área en brote) en una consulta debe ser tratado como tal.
Esto es porque, si no lo son, el tratamiento –que es de sostén (reposo, hidratación, antitérmico según la indicación y seguimiento)– no le hará daño. Pero, si lo son y no lo reciben, puede ser grave, según amplió Cintia Fabbri, a cargo de la División de Biotecnología y Bioinformática del Instituto Nacional de Enfermedades Virales y Humanas “Dr. Julio Maiztegui” (Inevh).
Desde Pergamino, provincia de Buenos Aires, el Inevh coordina la red de laboratorios provinciales en 21 jurisdicciones que aporta información para la vigilancia epidemiológica y genómica del dengue y la fiebre chikungunya, entre otras enfermedades de transmisión vectorial. Es centro colaborador de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) para fiebres hemorrágicas virales y arbovirosis. Integra la Red de Laboratorios de Diagnóstico de Arbovirus (Relda) de la OPS.
Por el momento, como lo señaló esta semana el director de la OPS en conferencia de prensa, no observan en los aislamientos virales que están analizando cambios en el comportamiento de los serotipos que están circulando: DEN2, seguido de DEN1 y, en menor proporción, DEN3. “No estamos viendo a nivel genómico un cambio capaz de volver al virus más virulento. De todos modos, esos son estudios que llevan más tiempo, no solo para establecer la secuencia genómica de un virus sino también qué implicancia tiene para el curso de la enfermedad”, dijo Fabbri.
Más allá de eso, dado el impacto que muestra esta epidemia, la investigadora consideró que habrá que aprender desde salud pública qué hacer en adelante.
“El dengue no es una enfermedad para minimizar –sostuvo Fabbri en diálogo con LA NACIÓN–. En epidemias anteriores ocurría que se daba la circulación de un solo serotipo y, si aparecía otro, tenía una presencia mínima. Pero ya desde el año pasado el DEN2 (genotipo cosmopolita) comenzó a ser mayoritario sobre el DEN1, el cual fue el serotipo predominante en los últimos 10 años. Ambos serotipos son los que más están circulando mayoritariamente en América del Sur y esa cocirculación está modificando la situación epidemiológica.”
Desde la región sanitaria bonaerense que abarca desde San Andrés de Giles y Carmen de Areco hacia el norte hasta San Nicolás y, también, a través de la red de laboratorios que coordina, el Inevh recibe un porcentaje de muestras de suero de pacientes ambulatorios e internados para monitorear qué serotipos circulan (así como también de los casos fatales), hacer el diagnóstico referencial para corroborar los diagnósticos en los primeros casos (confirmación virológica, molecular e inmunológica) y realizar la vigilancia genómica de las cepas circulantes. Además, producen reactivos que distribuyen a los laboratorios de referencia provinciales.
“Realizar el diagnóstico laboratorial a una proporción de la población que consulta es lo ideal para la vigilancia epidemiológica, así como también el estudio de todos los casos graves y fatales o con presentación atípica de la enfermedad, ya que en el transcurso de una epidemia el sistema de salud se satura y no es posible realizar estudios de laboratorio a todos los casos, por lo cual cada laboratorio considera un porcentaje según su capacidad y los lineamientos y recomendaciones que se emiten”, explicó Fabbri.
–¿Es suficiente para monitorear adecuadamente la epidemia?
–Es suficiente si se consideran los recursos y capacidades disponibles actualmente en la red nacional. Hay muchos trabajos de investigación que se harán más adelante, ya que no es posible hacerlos en tiempo real. En este momento, la capacidad del laboratorio está más enfocada al diagnóstico referencial y, en particular, la región sanitaria IV de la provincia Buenos Aires, que está con una alta cantidad de casos ahora.
–¿Hay algo más que las condiciones socioambientales y climáticas que pueda estar impulsando ese aumento explosivo de casos?
–Hay muchos factores que puedan estar teniendo impacto en el número de casos y la expansión territorial del mosquito Aedes aegypti. Eso se está viendo en la Argentina en zonas en las que nunca hubo dengue. En Pergamino, por ejemplo, en 2023 tuvimos un brote grande de fiebre chikungunya [que transmite el mismo vector] y, este año, es el primero con dengue tan extendido en la población. O como vemos en más localidades de la provincia de Buenos Aires y hasta La Pampa o San Juan. Hay una gran expansión territorial de la circulación viral y más casos.