Manuel Neuer y ter Stegen, la eterna rivalidad por la portería alemana que tiene un claro ganador

Manuel Neuer y ter Stegen se saludan tras un partido entre Bayern Múnich y Barcelona en mayo de 2015 por Semifinales de la Champions League. (Peter Kneffel/picture alliance via Getty Images)
Manuel Neuer y ter Stegen se saludan tras un partido entre Bayern Múnich y Barcelona en mayo de 2015 por Semifinales de la Champions League. (Peter Kneffel/picture alliance via Getty Images)

Sólo hay un portero. Es la maldición de toda la vida para los guardianes del arco. Alemania tiene dos de nivel excepcional: Manuel Neuer y Marc-André ter Stegen. Cuando los teutones ganaron su última Copa del Mundo, en Brasil 2014 tras derrotar a la Argentina de Messi, Neuer tenía 28 años. Estaba en la flor de su carrera y pocos dudaban de que se tratara del portero más decisivo y completo del mundo, con una capacidad demencial para atajar, pero también para fungir como líbero y tocar el balón de manera que envidiarían miles de jugadores de campo.

Pero en el futbol casi todo pasa muy rápido y más en un país como Alemania, habituado a renovar su baraja de talentos de manera muy recurrente. No importa cuán histórico seas: tu momento de decir adiós siempre llega, en favor de la sangre nueva. No ha sido el caso para Neuer, quien es titular de la selección desde el 2010 y no ha soltado el puesto nunca, y menos en los grandes torneos. Aquella consagración en Brasil fue su punto más alto, pues después vinieron los fracasos de Rusia y Qatar. Su nivel, sin embargo, ha sido tan constante que todos los entrenadores que han pasado lo ponderan como el titular inamovible.

Y no hay peor maldición posible para ter Stegen. Curiosamente, en aquel verano en el que Alemania festejó por su Mundial, un joven Marc-André de 22 años firmó con el Barcelona. Ter Stegen tenía que relevar generacionalmente a Neuer. Era el portero del futuro. Un futuro que todavía no le ha llegado. Él, desde hace tiempo, perdió la paciencia y ha usado su voz para expresar que viene siendo superior a su colega. Así lo dijo, por ejemplo, en septiembre pasado a los medios.

“Sí, soy el número uno en este momento. He esperado mucho tiempo hasta que llegara y creo que puedo aprovecharlo. Haré todo lo posible por mantener este estatus. La situación ha cambiado definitivamente. Entonces Manu era el claro número uno", expresó. Ni siquiera en 2018, cuando Neuer se perdió toda la campaña por una fractura del quinto metatarsiano de su pie izquierdo, ter Stegen gozó de confianza, pues el entrenador Low decidió esperar a Neuer y cederle la titularidad en el Mundial. Hoy el contexto los tiene enfrentados una vez más.

Neuer, un viejo lobo, ha pedido una tregua al propio ter Stegen, y más después de ser cuestionado por su yerro ante Grecia en un amistoso previo al debut alemán. La localía pesa y sobre Neuer hay una lupa especial:

"No leí nada (relativo a las críticas). Siempre he hecho el análisis con los responsables. Discutimos todo, miramos las imágenes y evaluamos todo tal como son las imágenes. Por eso no pensé mucho en el debate. Lo importante es la relación de confianza entre los entrenadores, los jugadores y yo. Y hay mucha confianza entre todos. Es importante que nos mantengamos unidos. Esta es una posición independiente. Tenemos una plantilla amplia con grandes jugadores en todas partes. Pero iniciar debates en todas partes, no nos ayuda. También hay que trabajar juntos en la posición de portero", sopesó.

Neuer tiene ya 38 años. Es un veterano incluso para una posición como la portería. Marc-André tiene 32 años. Ya dejó de ser un jovencito hace mucho tiempo y la suplencia simplemente parece eterna para él, porque Neuer no da viso alguno de hacerle un espacio. Todas las selecciones del mundo quisieran un problema así: elegir entre dos arqueros de virtudes titánicas. Para Alemania ha sido, más bien, una piedra en el zapato. Para su suerte, la tensión todavía no he devenido en conflicto, aunque tampoco les ha dado nuevos éxitos desde 2014, más allá de una Confederaciones empolvada que ganaron, irónicamente, con un plantel B, en el que ter Stegen sí fue titular.