El Manos de Piedra brasileño le quiebra el sable al samurái checo para culminar una noche histórica en la UFC 295

Cuando se haga la historia de los mejores no solo en las artes marciales mixtas, sino en todos los deportes de combate, habrá que mencionar a Alex Pereira. El brasileño se elevó como pocos el viernes en la noche al convertirse en uno de los pocos que ha conquistado fajas en dos divisiones de la UFC.

A sus dos cinturones en GLORY Kickboxing, Pereira sumó la corona de la división ligero pesada al vencer por nocaut en el segundo asalto al también tremendo peleador Jiri Prochazka, en el evento principal de la UFC 295 que tuvo como sede el Madison Square Garden de Nueva York.

Anteriormente, Pereira había capturado un título en el peso mediano contra Israel Adesanya, pero luego el nigeriano afincado en Nueva Zelanda logró la revancha, propulsando la subida de categoría del hombre que todos conocen como “Poatan’’, que significa Manos de Piedra en lengua indígena.

El sudamericano castigó a Prochazka con patadas a la pierna izquierda en los primeros minutos y después derribó al excampeón con un gancho, pero el checo logró un derribo y el control del octágono para sobrevivir y llevarse ese primer asalto.

Pereira reaccionó con un aluvión de puñetazos y codazos a la cabeza de Prochazka, que cayó a la lona sin fuerzas, ante lo cual el reconocido árbitro Marc Goddard se vio obligado a detener la contienda, que terminó a los 4:08 del segundo asalto, provocando de paso una fuerte controversia.

“No me sorprende’’ declaró Pereira, cuando le preguntaron si la parada del choque había sido prematura. “Tras el primer gancho de izquierda y otro más, cayó sobre mis piernas. No creo que haya sido una mala decisión. Es un gran honor para mí’’.

Al final, Pereira hacía un llamamiento a su rival Adesanya al que derrotó dos veces en kickboxing y una en la UFC, pero no cabe duda de que su próximo combate será una defensa contra Jamahal Hill, que se vio obligado a dejar vacante el título tras sufrir una lesión de rodilla.

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En cuanto a Prochazka, el golpe es doblemente duro porque él también había dejado vacante el cinturón de las 205 libras a causa de una fuerte lesión en el hombro, que le mantuvo fuera por más de 12 meses y se le veía como el favorito para ganar este choque.

A pesar de la posible controversia que continuaba con fuerza en redes sociales, Prochazka no discutió la decisión y, con esa caballerosidad que siempre le caracteriza, no le restó una gota de mérito al triunfo de Pereira.

“Al final, creo que fue lo correcto’’, declaró Prochazka tras la pelea.

“Estaba fuera. Gracias Alex por darme esta oportunidad. Seguiré trabajando duro, corregiré los errores y volveré más fuerte que nunca. Voy a aprender de esta experiencia y creceré’’.