Con la mano abajo, pero con la frente en alto. La Bala cubana no puede con el ladrón de almas en Australia

Brian Marino Mendoza sabía que iba a Australia con todo en contra y que regresar con la victoria sería muy difícil. El guerrero cubanoamericano batalló con todo, pero no pudo convertirse en campeón regular de la Organización Mundial del Boxeo.

Aunque el chico nacido en Nuevo México tuvo una buena primera mitad de combate, Tim Tszyu levantó con todas sus fuerzas en la segunda en la madrugada del domingo para imponerse por decisión unánime de los jueces y retener el título superwelter de la OMB en velada que tuvo lugar en Goald Coast, Australia.

Tszyu, quien fue elevado a la posición más alta del organismo, luego de que Jermell Charlo fuera despojado de su cinturón cuando puso un pie en el cuadrilátero para enfrentar a Saúl “Canelo’’ Álvarez, recibió puntuaciones de 116-111, 116-112, 117-111 ante el pupilo del profesor Ismael Salas.

“Charlo, ¿dónde estás? ¿dónde estás muchacho?’’, bromeó Tszyu en medio de la adoración del público, que no contaba con una estrella australiana de esta magnitud y que se hace llamar “El Ladrón de Almas’’.

“Charlo vive en un mundo alucinante y piensa que puede ganarme. Que venga ahora a quitarme el cinturón’’.

Pero algunos pensaron que Tszyu iba a pasar por encima de Mendoza y no fue así, al menos por un buen tramo del combate, porque el residente en Las Vegas vendió cara su derrota y por unos buenos cuatro o cinco asaltos mantuvo pensativo al local con un jab que se desdoblaba arriba y abajo, y con movimientos y fintas muy bien elaboradas.

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“Es un boxeador muy inteligente, escurridizo, tiene poder’’, describió Tszyu sobre Mendoza.

“No por gusto es un peleador de nivel mundial, pero está por debajo de mí. Salí a divertirme y a divertir a la gente aquí. Espero que mi próxima pelea sea en Las Vegas’’.

Con ese jab y una ocasional derecha, Mendoza lució muy bien en la primera mitad, pero a partir del quinto asalto y sobre todo en el séptimo, Tszyu comenzó a cortar mejor el ring y a encontrar a su oponente con golpes muy fuertes que lo fueron disminuyendo a medida que avanzaban los asaltos.

Del séptimo al 11 round casi todo fue Tszyu que lograba conectar verdadero bombazos que hacían preguntarse a todos cómo Mendoza podía resistir impactos tan potentes y seguidos, aunque el cubanoamericano establecía contraataques ocasionales.

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Cuando llego el 12do asalto, Mendoza experimentó un revivir con su jab, mientras que Tszyu bajaba en intensidad, pero ya los estragos estaban hechos y al visitante no le quedaba otro remedio que ver la mano levantada de su rival, aunque con la frente en alto.

Tszyu, por su parte, redoblaba sus retos a Charlo.

“Él viene de pelear contra Canelo y es el mejor de la división, pero que lo pruebe ahora conmigo’’, agregó Tszyu.