Anuncios
Elecciones México 2024:

Cobertura Especial | LO ÚLTIMO

Manifestantes se enfrentan a la policía, queman efigies de Maduro en Venezuela

Por Andrew Cawthorne CARACAS (Reuters) - Jóvenes encapuchados se enfrentaron con la policía, manifestantes quemaron efigies del presidente Nicolás Maduro y los participantes de una marcha exigieron la "resurrección" de la democracia durante un agitado Domingo de Pascua en Venezuela. Aunque millones de venezolanos viajaron a las playas del Caribe y a reuniones familiares durante el período de Semana Santa, los estudiantes han buscando mantener vigente el impulso de una protesta de casi tres meses, esta vez con manifestaciones con contenido religioso. Después de realizar una caminata descalza y una marcha de "Vía Crucis" similar a la procesión de un torturado Jesús rumbo a la crucifixión previamente en la semana, cientos de manifestantes iniciaron el domingo una protesta denominada "Resurrección de la Democracia". "Nos mantendremos firmes en la calle hasta que recuperemos nuestro país, hasta que recuperemos nuestra democracia (...) Es el momento de seguir firme", dijo el líder estudiantil Djamil Jassir, de 22 años, a Reuters en una plaza donde los manifestantes exhibieron decenas de latas de gas y balas usadas como símbolos de la represión. Posteriormente, varios cientos de manifestantes encapuchados, muchos usando máscaras de Guy Fawkes, levantaron barricadas en el distrito de Chacao, al este de Caracas, que se ha convertido en escenario de enfrentamientos casi diarios durante las recientes protestas en Venezuela desde mediados de febrero. Gritando "¡Libertad!", los jóvenes lanzaron cócteles Mólotov, piedras con resorteras, rompieron carteles publicitarios y colocaron alambres a través de las calles bloqueadas con escombros. La policía respondió con gas lacrimógeno y cañones lanzagua, mientras los residentes golpeaban ollas y sartenes desde las ventanas como una forma de protesta. Algunos vecinos arrojaron botellas de agua y bolsas de hielo hacia los estudiantes desde los balcones. AUMENTAN LAS MUERTES Las protestas contra Maduro que comenzaron a inicios de febrero han llevado a hechos de violencia que han provocado la muerte de al menos 41 personas, según las cifras oficiales, con víctimas de ambos bandos políticos y de las fuerzas de seguridad del dividido país sudamericano. Activistas dijeron que un estudiante murió víctima de un disparo en la noche del jueves en la ciudad de Valencia mientras recolectaba dinero para la tradición de Semana Santa de la "quema de Judas", cuando los vecinos encienden efigies de figuras odiadas en recuerdo del discípulo que traicionó a Jesús. Gabriel Daza, de 21 años, construía un modelo de un agente de la Guardia Nacional militar, dijeron activistas a través de la red social Twitter y en medios locales. Si se confirma que su muerte está relacionada con las tensiones políticas, se convertiría en la víctima número 42 de la reciente inestabilidad. El domingo, en diferentes partes de Venezuela, partidarios de la oposición quemaron muñecos de Maduro, del segundo al mando del Gobierno Diosdado Cabello y de otros funcionarios de alto rango. Efigies de un Maduro vestido de rojo colgaban desde varios postes del alumbrado público en Caracas. "Nos están llevando a la perdición, nos están matando", dijo un estudiante, quien pidió no ser identificado, antes de lanzar kerosene sobre muñecos de Maduro y Cabello atados a unos fierros en Caracas. Quienes respaldan al Gobierno, en tanto, hicieron lo mismo con efigies de prominentes figuras de la oposición, entre los que el encarcelado líder de las protestas Leopoldo López fue una elección popular. "Los únicos Judas de Vzla son: Leopoldo López, María Corina Machado, Antonio Ledezma y todos uds necesitan agua bendita", dijo un partidario de Maduro en Twitter, refiriéndose a tres de los líderes opositores más radicales. En Petare, la mayor barriada de Caracas, residentes quemaron efigies del gobernador opositor Henrique Capriles y del alcalde Carlos Ocariz, acusándolos de no controlar a los partidarios de la oposición para evitar muertes y daños. SIN "PRIMAVERA VENEZOLANA" A pesar de la violencia y las protestas de las últimas semanas, la posición de Maduro no parece amenazada, ya que la cantidad de manifestantes ha disminuido y las Fuerzas Armadas siguen respaldándolo con firmeza. "A un año de Gobierno seguiré cumpliendo el juramento con nuestro Pueblo, nadie nos quitará el derecho a ser felices, libres e independientes", dijo Maduro, quien celebró esta semana el aniversario de su elección para reemplazar al fallecido líder socialista Hugo Chávez. Los problemas se han limitado a unas pocas zonas de las principales ciudades de Venezuela. La televisión estatal ha buscado mostrar una imagen de normalidad durante toda la Semana Santa, exhibiendo playas llenas, gente alegre y funcionarios elogiando a Maduro. El lado feo de Venezuela, sin embargo, quedó en evidencia en la noche del sábado en Caracas, cuando un conductor atropelló a una manifestante durante un bloqueo callejero. El trató de escapar, pero fue atrapado y sufrió una dura paliza por parte de los residentes, según vio un fotógrafo de Reuters. Frustrados por las sucesivas derrotas electorales, los manifestantes salieron a las calles en febrero para exigir soluciones a la creciente cantidad de crímenes violentos, el aumento de los precios y la escasez de productos básicos en Venezuela, desde la harina al papel higiénico. Los manifestantes más radicales esperaban una "Primavera venezolana" que llevara al derrocamiento de Maduro, pero no consiguieron atraer a millones de personas a las calles como lo habían deseado. Maduro dice que los manifestantes, alentados por el Gobierno de Estados Unidos y los medios internacionales, buscan derrocarlo como ocurrió con su predecesor, Hugo Chávez, durante un breve golpe de Estado en el 2002. El quiere conservar las populares políticas de bienestar vigentes en el estado miembro de la OPEP, mientras realiza algunas flexibilizaciones al modelo económico de su predecesor. Sus críticos dicen que 15 años de Gobierno autocrático han arruinado lo que debería ser una de las economías más prósperas de América Latina. (Reporte adicional de Christian Veron, editado en español por Ricardo Figueroa y Gabriela Donoso)