Magistrado presidirá lectura de cargos a Trump, no la polémica jueza Aileen Cannon

Un juez magistrado presidirá la trascendental audiencia en el tribunal federal de Miami el martes por la tarde, cuando el ex presidente Donald Trump haga su primera comparecencia acusado de mantener documentos clasificados en su propiedad de Palm Beach y obstruir los esfuerzos del gobierno para reclamarlos.

El juez magistrado Jonathan Goodman —y no la jueza federal de distrito Aileen Cannon, a quien se asignó al azar el caso de Trump— se encargará de la comparecencia del ex presidente y de los asuntos relacionados con la fianza.

Cannon, de quien se había informado ampliamente que se encargaría de esas tareas, seguirá en el histórico caso como juez principal.

Goodman es un magistrado veterano muy bien considerado que trabajó como reportero de un periódico en el sur de la Florida y más tarde se graduó en Derecho y ejerció la litigación civil, incluso como socio del bufete Greenberg Traurig de Miami.

Goodman es conocido no solo por su sabiduría jurídica, sino también por su humor irónico en la sala del tribunal.

Cannon es la integrante más reciente de la judicatura federal en el sur de la Florida, uniéndose al sistema judicial como jueza apenas unos días después que Trump perdió las elecciones de noviembre de 2020. Cannon, que fue nominada por Trump y anteriormente trabajó en la Fiscalía Federal como fiscal, provocó críticas generalizadas por su manejo del caso civil del ex presidente que desafiaba la incautación por parte del FBI de documentos clasificados de su propiedad de Mar-a-Lago el verano pasado.

El abogado miamense Joseph DeMaria, que una vez laboró en el grupo de trabajo contra el crimen organizado del Departamento de Justicia en el sur de la Florida, dijo al Herald la semana pasada que quizá no hubiera ninguna razón legal para descalificar a Cannon para seguir en el caso de Trump. Pero dijo que el público estadounidense está tan dividido políticamente que si la jueza decidía seguir en el caso, muchas personas podrían no tener fe en el resultado.

“¿Debería recusarse?”, preguntó DeMaria, que es republicano. “Como ciudadano, creo que debería. Donald Trump tiene derecho a un juicio justo, pero la gente de este país también merece un juicio justo”.

Si Cannon se apartara por cualquier motivo, el caso de Trump sería asignado de nuevo al azar a uno de los otros tres jueces federales de la división de West Palm Beach: Robin Rosenberg, Donald Middlebrooks o Kenneth Marra.

El equipo legal de Trump ha estado entrevistando a abogados del sur de la Florida para que se unan al equipo, entre los que se destaca Ben Kuehne, demócrata y miembro destacado de la comunidad legal. Es ex presidente del Colegio de Abogados de Miami-Dade y recientemente representó al comisionado de Miami Joe Carollo en su caso civil federal en el que Carollo fue demandado por el empresario Bill Fuller.