Maduro usa a un capo de la droga para atacar a la disidencia chavista
El régimen chavista utiliza a un peligroso capo de la droga para atacar a su disidencia interna. Desde los calabozos del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) en Caracas, el narcotraficante Walid Makled dispara a través de su cuenta en Instagram todo tipo de acusaciones contra ex altos funcionarios que rompieron con la revolución bolivariana y que hoy en el exilio intentan desalojar al presidente Nicolás Maduro del poder.
Convertido en el último defensor del mandatario venezolano, Makled le ha declarado la guerra a los adversarios de Maduro. “Soy Walid Makled, ratifico todas las denuncias que he hecho por mi Instagram sobre estos criminales”, manifiesta en un breve video difundido a través de su cuenta en la red social, tras señalar por narcotráfico y legitimación de capitales al antiguo jefe de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Rafael Ramírez, la fiscal general destituida, Luisa Ortega Díaz, y el mayor general retirado del Ejército, Clíver Alcalá Cordones, viejos colaboradores del difunto comandante Hugo Chávez que en la actualidad el oficialismo persigue por corrupción y desestabilización.
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El capo de 48 años debutó en Instagram el 21 de mayo de 2017 y hasta este domingo 21 de abril había realizado 299 publicaciones y acumulaba más de 154 mil seguidores. Durante nueve meses, “El turco” se limitó a reproducir imágenes de vehículos lujosos en su galería; sin embargo, a partir de febrero dio un vuelco en su perfil para dedicarse única y exclusivamente a mancillar la reputación de los jerarcas del chavismo caídos en desgracia.
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El cambio de la cuenta del afamado delincuente coincide con el aumento de las críticas de parte de estos ex altos funcionarios contra Maduro y el inicio de la campaña para las elecciones presidenciales del 20 de mayo, rechazadas tanto por la oposición como por los principales actores de la comunidad internacional con Estados Unidos a la cabeza, que advierten sobre la ausencia de condiciones que garanticen la transparencia del proceso.
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Makled afirma y dice tener pruebas que involucran a Ramírez, quien durante una década llevó las riendas de Pdvsa por órdenes de Chávez, en “varios envíos de droga hacia Estados Unidos”, usando para tal fin instalaciones y buques de la estatal petrolera. Igualmente, sostiene que el también exministro de Petróleo logró amasar “una fortuna de aproximadamente 20 mil millones de dólares” producto de la corrupción.
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“Ahora resulta que mis perseguidores, desprovistos de argumentos en mi contra, recurren a acusaciones absurdas para enlodar mi nombre, dejando en evidencia sus nexos y vinculaciones con mafias en el país”, contestó Ramírez, quien fue vicepresidente del área económica, canciller de la República y embajador en Naciones Unidas designado por Maduro antes de transformarse a principios de 2018 en su férreo enemigo.
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Bajos fondos
Makled siempre ha pretendido hacer de su lengua una especie de arma de destrucción masiva. Hace ocho años, esa bomba atómica estuvo en manos de los adversarios de la revolución chavista. Luego de ser detenido por la policía colombiana el 20 de agosto de 2010 en Cúcuta, capital del departamento Norte de Santander fronterizo con Venezuela, el capo concedió entrevistas a distintos medios en las que relacionó a líderes civiles y militares del gobierno venezolano con el tráfico de drogas.
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“En mis nóminas tenía a ministros, hermanos de ministros, generales, almirantes, contraalmirantes, coroneles y cinco diputados de la Asamblea Nacional, a quienes les regalé un carro último modelo a cada uno”, aseveró al diario El Nacional de Caracas el 10 de octubre de 2010. Makled llegó a poseer nueve almacenadoras en el puerto más importante del país, una línea aérea, tres centros comerciales, una compañía de transporte, fincas, una empresa de fabricación y distribución de electrodomésticos, un periódico y una caballeriza, entre otras propiedades.
La delación salpicó directamente a Tareck El Aissami y al mayor general Néstor Reverol Torres, quienes en este momento ocupan los cargos de vicepresidente de la República y ministro de Interior, respectivamente. Makled reveló que entregó 100 mil dólares a un hermano de El Aissami para nombrar a un comisario policial en el estado Aragua, región centro-norte de Venezuela.
El gobierno de Estados Unidos incluyó en febrero pasado en su “lista negra” de narcotraficantes a El Aissami, argumentando que “recibía el pago para la facilitación de los envíos de drogas pertenecientes al narcotraficante venezolano Walid Makled. El Aissami también está vinculado a la coordinación de los envíos de droga de Los Zetas, un violento cartel mexicano de la droga, así como brindar protección al capo colombiano Daniel Barrera y al narcotraficante venezolano Hermágoras González Polanco”.
Reverol, hombre de confianza de El Aissami y exdirector de la Oficina Nacional Antidrogas (ONA), enfrenta un juicio promovido por la Fiscalía Federal del Distrito Este de Nueva York por su presunta relación con actividades del narcotráfico, según reseñó en mayo de 2017 el diario El Nuevo Herald de Miami.
Los escándalos de narcotráfico han impactado a la propia pareja presidencial. En diciembre pasado, la Corte del Distrito Sur de Nueva York condenó a 18 años de prisión a Efraín Campos Flores y Franqui Flores de Freitas, sobrinos de la primera dama de la República, Cilia Flores, al encontrarlos culpables del delito de conspiración para introducir 800 kilos de cocaína a territorio norteamericano.
Mientras atendía a los medios y se debatía la posibilidad de que fuera extraditado a Estados Unidos, donde figuraba en la lista de capos más buscados, Makled amenazaba con prender el ventilador. En una conversación con la emisora RCN de Colombia, aseguró que donó “como dos millones de dólares” a la campaña de Chávez que culminó con su triunfo en el referendo revocatorio activado por la oposición en agosto de 2004.
¡QUE LOCURA, OTRA VEZ! El narcotraficante sirio Walid Makled, quien se encuntra preso en el #SEBIN #Caracas publicó en su Cta Instagram Makled alerta a la @DEAHQ de un supuesto testaferro de Luisa Ortega Díaz y de su esposo en #México para que lo capture pic.twitter.com/vOUy6nyi4w
— *Mariposa జ్ఞా (@hapariciog1108) April 21, 2018
“Yo tengo todas las pruebas, gracias a Dios logré sacar las pruebas de toda la gente que trabajaba conmigo, la gente que yo le colaboraba, y la que tenía metida en mi nómina”, repetía, al tiempo que propuso a los representantes de la oposición venezolana en el Parlamento que se reunieran con él para “mostrarles las pruebas”.
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Al final, Colombia lo envió a Venezuela en mayo de 2011. Bajo el control del régimen chavista, se acabaron las apariciones públicas del locuaz criminal y se impuso el silencio. Hasta ahora. Condenado a 14 años y seis meses de cárcel, “El turco” vuelve a escena como un sicario político al servicio de aquellos que un día puso contra las cuerdas.
Con privilegios
La ONG Foro Penal Venezolana registra la existencia de 234 presos políticos en el país. Además de arrebatarles su libertad, a todos se les prohíbe ofrecer declaraciones públicas. El caso más destacado lo encarna el fundador del partido Voluntad Popular, Leopoldo López, sentenciado a casi 14 años de prisión por convocar en febrero de 2014 una ola de protestas contra Maduro que finalizaron con un saldo de 43 muertos.
Después de pasar tres años y cinco meses en la cárcel militar de Ramo Verde, López recibió en julio de 2017 el beneficio de arresto domiciliario con la condición de que no realizara “ningún tipo de proselitismo político”, en síntesis, que se abstuviera de comunicarse con el país a través de redes sociales y medios tradicionales.
Las restricciones impuestas por el régimen chavista terminan borrando a los presos políticos del debate nacional. A manera de “fe de vida”, el gobierno difundió en marzo un video del diputado Gilber Caro vestido con un uniforme de presidiario color azul para responder a los reclamos de abogados, familiares y dirigentes opositores que desconocían el paradero del legislador. Caro fue detenido en enero de 2017 por supuestamente planificar “actos terroristas y desestabilizadores”, según el ministro Reverol Torres.
A diferencia de López, Caro y el resto de los presos políticos, Maduro permite que Makled se mantenga activo en las redes. En uno de sus últimos videos, sentado cómodamente en un sillón y vestido con ropa de marca, “El turco” embistió a un oficial del Ejército que en su momento fue ascendido por el propio Chávez. “Clíver Alcalá Cordones, narcotraficante, te dije que voy a ser tu sombra, voy por ti”, le espetó.
Walid Makled y Cliver Alcalá Cordones llamándose mafiosos y ladrones. pic.twitter.com/01tq7g062N
— Jhonathan (@Jhonathanjca) March 23, 2018
El mayor general retirado que recientemente salió en defensa de un grupo de militares capturados por presuntos actos conspirativos para derrocar a Maduro, respondió al narcotraficante vía Twitter: “Nicolás Maduro envió a Walid Makled quien es su vocero y socio para amenazarme, explica al mundo cómo es que el capo y asesino más destacado de la última década en Venezuela tiene redes sociales y no está en prisión como corresponde”.