Madre e hija de la Florida compran una casa, y dos autos con $542,000 de una paciente con demencia

Dos mujeres del suroeste de la Florida que habían sido contratadas para cuidar a una anciana de 92 años con demencia, lo que hicieron fue robarle $542,760 de sus cuentas bancarias a lo largo de dos años. Con ese dinero, compraron una casa de cinco dormitorios y cuatro baños, dos automóviles, además de pagar préstamos estudiantiles y tarjetas de crédito.

Todo esto aparece en los acuerdos de culpabilidad de Diane Durbon, de 58 años, y de su hija, Brittany Lukasik, de 29 años, las dos residentes de Cape Coral. Ambas se declararon culpables en una corte federal de Fort Myers de confabulación para cometer estafa electrónica. Lukasik también se declaró culpable de presentar declaraciones de impuestos falsas, ya que, como han aprendido generaciones de delincuentes desde el célebre Al Capone hasta hoy día, el Servicio de Rentas Internos (IRS) exige que los ingresos mal habidos se reporten.

Tanto la madre como la hija salieron en libertad tras pagar una fianza de $50,000 cada una, y entregar sus pasaportes. No pueden salir del Distrito Central de la Florida, antes que se dicte sentencia,.

CUIDADO FAMILIAR, ABUSO DE UNA ANCIANA Y ESTAFA EN LA FLORIDA

Lo siguiente proviene de los acuerdos de culpabilidad de Durbon y Lukasik.

Poco antes de que Lukasik se convirtiera en enfermera con licencia en el 2016, ella y su hija fueron contratadas por una mujer para que cuidaran a su tía, “T.H.”, una anciana de 92 años que padecía demencia. A Durbon y a Lukasik se les pagaba un salario combinado de $2,400 mensuales para que fueran diariamente a la casa de T.H. en el norte de Fort Myers, y se aseguraran de que la anciana comía, además de “proporcionarle cierta vida social”.

En octubre de 2017, Durbon puso a T.H. a hablar por teléfono con Vanguard como parte de un plan para tener acceso a las cuentas de inversiones que T.H. tenía en Vanguard.

“Luego de una revisión de videos de vigilancia de cámaras que Durbon ordenó instalar en la casa de T.H. se pudo conocer que Durbon armó un guión con las preguntas de seguridad de Vanguard delante de T.H. antes y durante cada llamada telefónica”, se señala en el acuerdo de culpabilidad de Durbon. “Además, antes de las llamadas, Durbon quedó captada en video cuando le indicaba a T.H. diferentes partes del guión para prepararla para las llamadas”.

Después de preparar a T.H. para que la autorizara como como su portavoz, Durbon trasladó dinero de las cuentas de inversión a una cuenta de mercado monetario. Esta cuenta le permitía a Durbon ordenar una gran cantidad de cheques (con la excusa de que a T.H. no le gustaba quedarse sin cheques) y hacer cheques de entre $1,000 y $9,600 a nombre de Lukasik. De esta forma, la familia le robó a from T.H. $231,659 entre noviembre de 2017 y julio de 2019.

Durante este tiempo, en noviembre de 2018, Durbon entró en la cuenta de anualidad que T. H. tenía en TransAmerica, utilizando el mismo método de llamadas telefónicas para que T. H. sacara dinero de la anualidad. Cuando TransAmerica le preguntó a Durbon por sus actividades, respondió que T.H. era su tía.

La estafa de Durbon hizo que TransAmerica emitiera un cheque de $244,521 a nombre de T.H. Dicho cheque se depositó en la cuenta de T.H. en el banco Wells Fargo, donde 92 cheques por un total de $372,092 se emitieron a nombre de Lukasik entre de febrero de 2019 y marzo de 2020.

LO QUE COMPRARON CON LA ESTAFA

Con el dinero robado, Lukasik pagó $29,000 en préstamos estudiantiles, así como también $100,000 en pagos de tarjetas de crédito. De igual modo, gastó $17,735 en terminar de pagar su Nissan Rogue del 2016 y le compró a su madre un Nissan Rogue del 2018 por $26,354. En marzo de 2019, compró una casa de cinco dormitorios, y cuatro baños en el 544/546 SE 5th. Avenue, en Cape Coral, y gastó $100,000 en equipos electrónicos, muebles y remodelación.

La policía del Condado Lee, el Servicio Secreto de Estados Unidos y la Unidad de Investigaciones Delictivas del IRS se encargaron de investigar el caso, en tanto el asistente de la Fiscalía Federal de EEUU, Trent Reichling, manejó el encausamiento.

Traducción de Jorge Posada