"Lo siento, padres, deben tener una cuenta de Snapchat": consejos de una madre para mantener a los jóvenes lejos del supremacismo blanco
“Si no prestas atención a la vida de tus hijos varones en Internet, los supremacistas blancos lo harán”, es la premisa de una madre que se hizo viral en Twitter con un hilo sobre cómo las redes sociales pueden formar posturas racistas y de extrema derecha en los jóvenes.
La escritora Joanna Schroeder, que colabora con medios como HuffPost, Time, Cosmopolitan y BuzzFeed, asegura que existe un movimiento virtual que busca desilusionar a los adolescentes blancos de las tendencias progresistas o liberales.
“Primero, los chicos se ven inundados de memes sutilmente racistas, sexistas, homofóbicos y antisemitas. Siendo niños, no ven los matices y repiten o comparten. Luego, los padres o maestros los regañan y los muchachos sienten vergüenza”, escribió Schroeder en Twitter.
Para la madre radicada en California, es la vergüenza la fuerza que lleva a las personas a tomar sus peores decisiones porque, a partir de ese momento, los chicos comenzarán a pensar que “la gente es demasiado sensible” y que “¡ya no se puede decir nada!”.
“Esto hará que los niños varones desechen la vergüenza, reemplazándola con ira”, escribió. “¿Y contra quién es la ira? Contra mujeres, feministas, liberales, personas de color, personas homosexuales”
Do you have white teenage sons?
Listen up.
I've been watching my boys' online behavior & noticed that social media and vloggers are actively laying groundwork in white teens to turn them into alt-right/white supremacists.
Here's how:— joanna schroeder (@iproposethis) August 13, 2019
Schroeder considera que este tema merece mayor visibilidad en los medios, pues son apenas algunas madres de niñas adolescentes las que están al tanto del problema debido al “acoso virtual que sufren sus hijas” por parte de estos chicos.
En entrevista con CNN, la escritora contó que revisó las redes sociales de su hijo y encontró memes sobre Hitler, el Holocausto y la esclavitud en las sugerencias de Instagram.
Estos ‘chistes’, dijo, parecen estar “desensibilizando a nuestros hijos sobre cosas a las que deberíamos ser sensibles siempre”.
Schroeder alertó de que existen frases o abreviaturas aparentemente inofensivas, pero que han alcanzado una connotación racista o sexista entre los adolescentes. Los mismo pasa con algunos emojis, como el del vaso de leche, que se refiere al orgullo blanco y la masculinidad; o dos rayos que asemejan la insignia SS nazi.
Aunque no sugiere que los adolescentes blancos estén necesariamente buscando contenido extremista en Internet, la escritora sostiene que la forma en que se presenta ese contenido, ya sea irreverente o sarcástico, parece hecho a medida para ellos.
“A ellos les gusta sentirse mayores y les gusta sentir que ya no se están riendo de ‘chistes de bebé’. Esa irreverencia les gusta”.
Para Schroeder es un paso vital acceder a los mismos sitios y aplicaciones que los hijos. “Lo siento, padres, deben tener una cuenta de Snapchat”, dijo, y agregó que los padres deben saber cómo funcionan Reddit, Discord e Instagram.
“Hay un mundo de redes sociales mucho más allá de Twitter y Facebook, desde foros de anuncios no moderados llenos de odio hasta chats en tiempo real mientras se juega”, añadió.
Muchas de las compañías de redes sociales han tomado medidas para tratar de combatir la propaganda extremista. Facebook, propietario de Instagram, anunció este año que estaba prohibiendo en su plataforma el “apoyo y representación del nacionalismo y separatismo blanco”.
“A mis hijos les enseñé el alfabeto, les enseñé a ir solos al baño. Mi próxima gran lección será enseñarles a ver los medios que están consumiendo de una manera más constructiva”, sentenció Schroeder.