La música romántica sobrevive de la mano de exponentes como Charlie Zaa

No corren los mejores tiempos para la música romántica, algo opacada por el reguetón, pero sobrevive de la mano de exponentes como Charlie Zaa, que cumple más de 25 años de carrera en plena forma. El cantante colombiano se presentará en Miami el 11 de febrero en la sala Charles F. Dodge City Center, Pembroke Pines. “Me siento feliz, aunque un poco ansioso, lo que es normal ante un concierto tan importante”, manifiesta, en conversación con el Nuevo Herald. “Estoy seguro de que todo va a fluir bien”, añade y anticipa que la velada será “rica en colores, con muchas canciones que la gente conoce”.

Zaa saltó a la fama de la mano de temas conocidos: boleros y valses popularizados a mediados del siglo pasado por los ecuatorianos Julio Jaramillo y Olimpo Cárdenas. La chispa se encendió en 1996 con el disco “Sentimientos”. Luego Charlie ha tenido una meritoria carrera, tiene un nombre convocante en todo el Continente. “Siento que lo que tenía que hacer ya lo hice; he visitado los escenarios más importantes de Latinoamérica y el mundo; he conocido a mucha gente interesante de la industria musical; he sido siempre el mismo, persona muy sencilla, muy humilde, que no anda con cuentos sino viviendo una realidad”, reflexiona, en ánimo de balance.

La base espiritual del artista la componen su familia, integrada por su esposa y sus tres hijos (dos niñas y un varón), y su fe cristiana. “Tengo a Dios de la mano”, afirma. Zaa reside en Miami desde hace varios años. Aquí tuvo las puertas abiertas desde un principio. Tras impactar con “Sentimientos” en Colombia y otros países latinoamericanos visitó la ciudad y al poco tiempo ya estaba presentándose en el James L. Knight Center. Este cronista lo ha entrevistado en diversas ocasiones desde aquellos tiempos y puede notar que realmente mantiene su esencia de persona educada, de hablar lo justo y necesario, alejado de fanfarrias. “En estos años se han ganado y se han perdido muchas cosas”, admite, sonriendo.

El repertorio de los conciertos de Zaa es como él, nada estridente, pero potente: canciones de “Sentimientos” y de su segunda parte, el álbum “Sentimientos 2”. Desde “Nuestro juramento”, “Un disco más”, y “Ódiame” hasta “Flor sin retoño”. Es un grupo de canciones románticas a más no poder, pero coronado por su celebrada versión de una cumbia histórica, “La pollera colorá”, grabada en un disco que le produjo Emilio Estefan (“Ciego de amor”). El artista recuerda que la idea de grabar “La pollera” nació por casualidad, luego de interpretar todos los temas preparados para un Festival de Viña del Mar. “El público estaba tan contento que pedía más canciones, se me ocurrió improvisar ‘La pollera colorá’ y les encantó”, recuerda.

Esa noche el intérprete cantará una serie de temas popularizados por el legendario salsero puertorriqueño Frankie Ruiz. “Es de esos artistas que permanecen y quería darme el gusto de homenajearlo de alguna manera”, cuenta. Paradójicamente Frankie murió en un año rutilante para Zaa: 1998.

“Yo aún no me la termino de creer; mucha gente me dice ‘créete que eres una celebridad’, y veo las vidas que he impactado, adónde he llegado por el don y la gracia que Dios me ha dado para hacer las cosas”, cuenta. “Soy consciente de que la marca Charlie Zaa”, continúa, hablando en tercera persona, “está presente en el corazón de la gente”. Relajado, el cantante se despide comentando que lo único negativo de su triunfo artístico es que esto le impidió desarrollar su vocación por la arquitectura. “Es una frustración muy grande. Desde niño me gustaba diseñar y remodelar objetos”, cuenta, serio.

Concierto de Charlie Zaa, 11 de febrero, Charles F. Dodge City Center, 601 City Ctr Wy, Pembroke Pines, FL 33025. Boletos disponibles en www.ticketmaster.com.